Fuente: Diario del Norte
“Yo estaba triste. Había perdido la asignatura de Física de Ondas y Laboratorio. Me senté en la plaza frente a la cafetería de la U. Allí alguien se me acercó y sabía que había perdido, me dijo que no me preocupara, simplemente búscate dos barras, para sacarte del problema”.
El relato corresponde a Óscar Emilio Sandoval Benítez*, un joven de 23 años, quien pagó 200 mil pesos para que un ‘hacker’ le corrigiera las notas que había perdido como estudiante de la facultad de Ciencias Económicas de Uniguajira.
El ‘hacker’, que hace estragos con las notas de los estudiantes, tiene verdaderos tentáculos dentro del alma máter, hasta el punto que en épocas de parciales o cierres de semestre, ofrecen los servicios al mejor estilo de los vendedores de minutos y de las damas prepagos.
“Ellos se acercan al estudiante. De antemano saben el problema, le ofrecen el servicio. Le piden que cancele a una cuenta para poder cumplir con la función de ingresar al software académico y adulterar lo que ya los docentes han certificado”, explica uno de los profesores de la universidad, quien pidió reserva de su nombre, porque existe el temor que le ocurra lo que le pasó a otro docente, que por hacer las denuncias ante el Consejo de Facultad, le rayaron el carro.
Habla la ex rectora
La ex rectora Maritza León Vanegas, en nota enviada a Diario del Norte, sostiene que en el 2005 la facultad de Ciencias Económicas y Administrativa reportaba 2.134 alteraciones individuales de notas, lo que permitía el tráfico de notas constantemente de la facultad a la oficina de admisiones. Estos reportes los manipulaban los estudiantes.
Según la ex rectora, las denuncias de profesores fueron llevadas al Consejo de Facultades, en donde se tomaron correctivos urgentes, hasta el punto de frenar en esa oportunidad el tráfico.
“En los actuales momentos el número de estudiantes creció y la alteración de notas aumentó notablemente a otra facultad, al parecer, se han presentado casos en Ingeniería”, sostiene la ex rectora de la principal universidad de La Guajira, quien aplaude la decisión del rector Carlos Robles de denunciar el hecho, al tiempo que pidió a los padres de familia para que persuadan a sus hijos que no incurran en este delito y denuncien los casos que conozcan.
La docente denunció cómo en la sede de Montería fueron encontrados diplomas firmados y listos para entregar con los nombres de estudiantes que no habían terminado los programas, tomando medidas importantes. Así mismo, destaca que durante su administración varios estudiantes fueron sancionados hasta con un año por fuera de la entidad.
Se pronuncia el decano
Según el decano de la facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Álvaro Sierra, “siempre se ha tenido conocimiento del tráfico de notas y la adulteración, pero da la impresión que todos quieren taparse los ojos, mientras que el buen nombre de la universidad está por el suelo y no había un rector que tomara la determinación de parar eso”.
Se pronuncia el decano
Según el decano de la facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Álvaro Sierra, “siempre se ha tenido conocimiento del tráfico de notas y la adulteración, pero da la impresión que todos quieren taparse los ojos, mientras que el buen nombre de la universidad está por el suelo y no había un rector que tomara la determinación de parar eso”.
Por su parte, el profesor Gilberto Cotes, coordinador del programa de Contaduría, indicó que las primeras denuncias las hizo el ex decano Mariano Pérez, quien observaba con preocupación cómo estudiantes que perdían las asignaturas, pasaban a otro nivel. En esa oportunidad se tomaron algunas determinaciones, como fue la sanción de varios jóvenes.