Cordial Saludo a todos y todas mis compatriotas
Le escribo para pedirle su apoyo y su voto en la consulta abierta y ciudadana que se realizará el domingo 27 de septiembre y en la que el Polo escogerá su candidato presidencial. Lo que se juega en ese día es muy importante, nada menos que la posibilidad de conformar una convergencia de fuerzas políticas que defienda con éxito la Constitución de 1991 y la democracia en Colombia.
La posición oficial del Polo consiste en ir con su candidato hasta la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2010. Sin embargo, de ganar yo la consulta del 27, buscaré un cambio de dicha posición y pondré con generosidad mi candidatura al servicio de la creación de aquella convergencia.
Si las fuerzas no uribistas llegan desarticuladas a las elecciones, lo más probable es que el Presidente Uribe o su candidato ganen en la primera vuelta. Si se quiere derrotarlos, hay que formar cuanto antes una alianza capaz de conquistar las mayorías electorales.
Supongamos un escenario un poco mejor, que Uribe no gane en la primera vuelta. En ese caso, todos sus competidores deberían agruparse en torno a una única fórmula presidencial. Y para que ésta triunfe tendrían que hacer un milagro: durante los escasos días que mediarán entre la primera y la segunda vueltas, crear confianza entre los miembros de la alianza, celebrar un acuerdo programático y de garantías mutuas y concentrar el apoyo de sus electorados dispersos en el candidato de unión. Los uribistas, entre tanto, apelarán a un discurso supuestamente renovador y moderado, para romper la convergencia.
Soy optimista y creo que el Polo puede sacar más de dos millones de votos en la primera vuelta. Pero los botaremos a la basura si nos empecinamos en actuar en solitario en esa jornada electoral. Lo pertinente es convertirlos en el case de una apuesta más grande: la de una alianza que rescate la Constitución de las fauces del uribismo. Para eso hay que comenzar a trabajar desde el día siguiente a la consulta del 27.
Hay condiciones favorables para crear esa coalición. A ella pueden concurrir todas las personas con convicciones democráticas, que están en muchas partes: en el Polo, en el Liberalismo, con los independientes e incluso, dentro de quienes votaron por Uribe pero se oponen a una nueva reelección. Su tarea es la de rescatar los valores republicanos de la alternación presidencial y la separación de poderes. Realizar reformas para garantizar los derechos económicos y sociales, como la salud y la educación. Y proporcionar a los colombianos una seguridad que no solo combata con éxito a la guerrilla sino también a las mafias y a la delincuencia común y respete los derechos humanos.
Venga, acompáñeme en la consulta abierta y ciudadana del 27 de septiembre, en la que no es necesario inscribirse en el Polo. Comencemos la marcha hacia la alianza por la defensa de la Constitución del 91 y por la profundización de la democracia política y social en Colombia.
Cordialmente,
Gustavo Petro Urrego.
Le escribo para pedirle su apoyo y su voto en la consulta abierta y ciudadana que se realizará el domingo 27 de septiembre y en la que el Polo escogerá su candidato presidencial. Lo que se juega en ese día es muy importante, nada menos que la posibilidad de conformar una convergencia de fuerzas políticas que defienda con éxito la Constitución de 1991 y la democracia en Colombia.
La posición oficial del Polo consiste en ir con su candidato hasta la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2010. Sin embargo, de ganar yo la consulta del 27, buscaré un cambio de dicha posición y pondré con generosidad mi candidatura al servicio de la creación de aquella convergencia.
Si las fuerzas no uribistas llegan desarticuladas a las elecciones, lo más probable es que el Presidente Uribe o su candidato ganen en la primera vuelta. Si se quiere derrotarlos, hay que formar cuanto antes una alianza capaz de conquistar las mayorías electorales.
Supongamos un escenario un poco mejor, que Uribe no gane en la primera vuelta. En ese caso, todos sus competidores deberían agruparse en torno a una única fórmula presidencial. Y para que ésta triunfe tendrían que hacer un milagro: durante los escasos días que mediarán entre la primera y la segunda vueltas, crear confianza entre los miembros de la alianza, celebrar un acuerdo programático y de garantías mutuas y concentrar el apoyo de sus electorados dispersos en el candidato de unión. Los uribistas, entre tanto, apelarán a un discurso supuestamente renovador y moderado, para romper la convergencia.
Soy optimista y creo que el Polo puede sacar más de dos millones de votos en la primera vuelta. Pero los botaremos a la basura si nos empecinamos en actuar en solitario en esa jornada electoral. Lo pertinente es convertirlos en el case de una apuesta más grande: la de una alianza que rescate la Constitución de las fauces del uribismo. Para eso hay que comenzar a trabajar desde el día siguiente a la consulta del 27.
Hay condiciones favorables para crear esa coalición. A ella pueden concurrir todas las personas con convicciones democráticas, que están en muchas partes: en el Polo, en el Liberalismo, con los independientes e incluso, dentro de quienes votaron por Uribe pero se oponen a una nueva reelección. Su tarea es la de rescatar los valores republicanos de la alternación presidencial y la separación de poderes. Realizar reformas para garantizar los derechos económicos y sociales, como la salud y la educación. Y proporcionar a los colombianos una seguridad que no solo combata con éxito a la guerrilla sino también a las mafias y a la delincuencia común y respete los derechos humanos.
Venga, acompáñeme en la consulta abierta y ciudadana del 27 de septiembre, en la que no es necesario inscribirse en el Polo. Comencemos la marcha hacia la alianza por la defensa de la Constitución del 91 y por la profundización de la democracia política y social en Colombia.
Cordialmente,
Gustavo Petro Urrego.