Por: Kenneth Rivadeneira Ducand
Pese a que los tribunales de la Inquisición dejaron de existir en 1872, en nuestros tiempos –guardando las proporciones- algunas entidades públicas conservan ciertos rasgos característicos de aquella macabra época.
La Inquisición apareció como un Tribunal de la Iglesia Católica, cuyos objetivos eran descubrir y suprimir la herejía. Su fundación se debe al Sínodo de Toulouse (Tolosa) de 1229, se estableció y operó durante mucho tiempo en Italia, España, Francia y Portugal, en estos países sirvió para suprimir movimientos heterodoxos; es decir movimientos religiosos que diferían en algunos postulados de la Iglesia Católica.
El gran pecado mortal de la época: pensar diferente a lo establecido en materia religiosa. Por su accionar, esta maquina de la muerte terminó llevando a la hoguera a todo aquel con mirada de hereje en Europa y las Américas.
Según la historiadora María Sofía Messana –quien ha reconstruido varios casos de prisioneros en Madrid- “antes de terminar en la hoguera o en el exilio o molidos con 100 latigazos o con la lengua cortada, en las celdas vivieron hacinados miles de frailes, monjas, evasores fiscales, poetas, rebeldes, libertarios, indomables, enemigos políticos y tal vez algún hereje de verdad o de mentira”.
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Para el catedrático de la Universidad Complutense y Director del Instituto de historia de la Inquisición, José Antonio Escudero, se trata de un fenómeno producto de la intolerancia religiosa, o de la consideración de que la herejía es un mal que conviene extirpar, que adoptó formas distintas según cuáles fueran, en cada caso, los patrones de la ortodoxia, y también según los lugares y los tiempos. Así mismo, Escudero considera que “también cabría hablar extensivamente de una Inquisición política, o de cualquier otra aplicada a vigilar y castigar, en los diversos sectores de la actividad social, a quienes no se ajustan al modelo de creencias y conducta previamente establecido”.
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Esa Inquisición Política que señala el catedrático José Antonio Escudero, existe en los tiempos del Facebook y el siguiente caso es lo más parecido. Iván Mercado Iguarán, 31 años, manaurero, Tecnólogo en Sistemas, funcionario de la ESE Hospital Armando Pabón López, casado, padre de Iván David, hijo del profe “Mono” Mercado, colombiano, respetuoso de la Constitución y las leyes, se atrevió a expresar –en el grupo de facebook REVOCATORIA DEL MANDATO EN MANAURE GUAJIRA UN ACTO DE DIGNIDAD- los siguientes comentarios: “Llegó la hora de cambiar los paradigmas de la política tradicional, de la burocracia que acaba con nuestro pueblo JOVENES MANAUREROS. Los invito a trazar el futuro que queremos de nuestra tierra, no podemos dejar que los de siempre acaben lo que nos pertenece y le va a pertenecer a nuestras generaciones futuras... por Manaure por nuestro pueblo... porque unidos somos mas... yo no tengo la culpa... pero si tengo la oportunidad de arreglar... no es ningún color político que debe gobernar... es la gente que quiere a su pueblo... pero de verdad (Marzo 16 de 2009 21:48 horas)
“No puedes ser dueño del rancho cuando ningún peón te respeta, y no se debe manejar la administración de un municipio con los mal pechos y ansias de acabarlo como está dejando que ocurra... esto no es juego de 4 años... es una etapa cuyos daños pueden ser irreversibles...” (Marzo 19 de 2009 22:34 horas)
“... ya la comunidad de Manaure analiza mas la situación... y no se debe dejar meter el dedo en la boca... hable, exprese lo que siente y piense... esa es la verdadera democracia... y somos los que debemos decidir nuestro propio futuro... yo tampoco tuve la culpa....” (Marzo 19 de 2009 22:39 horas) “Dios no puede apoyar a los obran de mala fe... Dios sí ve los corazones de cada uno de nosotros por eso poco a poco se está haciendo justicia...” (Marzo 22 de 2009 22:04 horas)
Estas afirmaciones causaron malestar en el palacio municipal y una semana después de expresar lo que siente y lo que piensa del actual gobierno, y del descalabro económico al que se aproxima el Hospital Armando Pabón López -por cuenta de la politiquería y el clientelismo- el señor Iván Mercado Iguarán es trasladado al centro de salud en el corregimiento de El Pájaro, sin los mínimos implementos de trabajo (Sin oficina) y bajo el asombro del coordinador médico quien aun no entiende que funciones va a desempeñar el Tecnólogo en sistemas en ese lugar de trabajo. Luego de cinco años de labores en la sede principal del Armando Pabón López, Iván Mercado es caprichosamente alejado de su núcleo familiar, por una simple “necesidad del servicio”.
Los cuestionamientos de Ivan Mercado a la gerencia del hospital son totalmente vàlidos, no hay que ser un experto para entender que los elevados costos de funcionamiento, representados en una gruesa nomina paralela, el exagerado gasto en combustible -que en lo corrido del 2008 legò a la suma de 170 millones de pesos- y la contrataciòn de vehiculos, terminaràn propiciando una difìcil situaciòn financiera sin precedentes en la historia administrativa de la instituciòn.
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Nota: Parece que el Sindicato de Trabajadores del Hospital Armando Pabón López hace tiempos se olvidó de los postulados de la lucha sindical en Colombia ò por lo menos eso deja entrever su silencio.