Por: Martín López González
Tal vez lo más importante o inteligente ocurrido en la Cumbre de las Américas fue el regalo que el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías le hiciere a su homólogo estadunidense Barack Obama. Si ese gesto se hubiese dado en privado no revistiese tanta importancia, pero tuvo lugar en público, con todas las cámaras de la televisión mundial prendidas y atentas.
Por tener como testigo a gran parte de la humanidad, que presenció en directo o en diferido la acción, alguien considerado hostil, se acercó sonriente con un regalo en mano, con una dedicatoria como sólo los grandes amigos lo hacen. El que regala representa al tercer mundo que todo lo necesita; el que lo recibe al primer mundo que todo lo tiene. Esto genera una gran desconfianza, huele a trampa.
Lo extraño de la situación es que el regalo es un libro. Se está acostumbrado a dar como regalos a los visitantes, souvenir de las culturas originarias como mochilas, chinchorros, sombreros, entre otros. Pero por el tipo de regalo, todo hace pensar, que hay gato encerrado en la situación. Por tratarse del evento que se trataba, líderes de América Latina discutiendo asuntos de interés regional y con todos los otros rincones del mundo como testigos, el asunto se torna serio y enrarecido.
Algunos extremistas podrían considerar que se trataba de un libro bomba, con temporizadores retrasadores, para que estallase varios días después en la Casa Blanca. Es posible que los agentes de seguridad del Presidente de los Estados Unidos todavía estén haciéndole todo tipo de exámenes al indefenso libro, pasándolo de un laboratorio especializado a otro, para descartar el atentado terrorista biológico, que sin lugar a dudas fue la primera idea que vino a la mente de muchos.
Pero no, son simples páginas y capítulos que forman un conocido libro en América Latina, lo más extraño aún, es que éste tiene treinta y un años de haber sido escrito. Quien lo escribió en su momento jamás pensó que varias décadas después podría servir como resumen de todo lo que Latino América oprimida tiene que decirle al imperio opresor y mucho menos que fuese entregado casi que oficialmente en una reunión de jefes de estado.
En el momento que se produjo, las luces, las cámaras y todas las miradas se volcaron a presenciar, lo que ha sido tal vez la mejor jugada en el ajedrez político contemporáneo.
Un controvertido y lenguaraz líder, que con su particular estilo, le ha dado vuelta a la relación y posición de los países del sur con respecto al norte, en nombre de los otros pueblos, demostró que los latinos tienen mucho que ofrecer y exigir a la potencia desmoralizada.
La que actualmente tiene un gran dirigente carismático con el objetivo fundamental de rescatar la imagen perdida. De ahora en adelante, ese libro será referente y punto de partida de un nuevo orden mundial. No casualmente en esa misma reunión un grito unísono pidió el desembargo genocida al pueblo cubano.
La connotación del hecho obliga a Barack Obama a leer el libro, pues de aquí en adelante, en cualquier reunión en América Latina le van a pedir cuentas por la situación. Michelle Obama como esposa, Primera Dama y exjefa también se lo va a exigir, no sin antes leérselo ella y todos los miembros del gabinete y Senadores Republicanos y Demócratas. De paso toda la dirigencia mundial estará interesada en el ya, pero hoy más famoso libro que en las décadas de los setenta y ochenta del siglo anterior, fue casi que recitado por capítulos en los foros de las universidades de América Latina.
Si esto se logra, la lectura obligada del magistral libro, Las Venas Abiertas de América Latina, por la dirigencia gringa y mundial, se daría el mayor avance diplomático de toda la historia, pues el autor, Eduardo Galeano, es un maestro del entendimiento y en la soledad de cada quien, hará una claridad mucho mayor que la que cualquier discurso diplomático pueda lograr. Quien lea esa obra, por mucha ceguera ideológica que tenga va a entender a Latino América, sus necesidades y angustias y lo que ha representado los Estados Unidos de Norte América en la pauperización de estas tierras. ¡Gracias Presidente Chávez por tan magnífica idea! ¿Realmente fue suya o del Dr. Fidel Castro Ruz?
19 04 09