Por Francisco De La Hoz Sarmiento
En las horas de la mañana del lunes, Idalmis Donoso Iguarán, estuvo mediando y conciliando con los wayuu que laboran en ´El Mercadito de los Chivos´, con las autoridades municipales, departamentales y el Invima, para que los ´paisanos´ pudieran seguir laborando en el lugar. En el segundo medio día ya estaba internada en una de las clínicas de la ciudad y 24 horas más tarde ya estaba muerta por la caída de sus defensas ante el devastador dengue hemorrágico.
Familiares dijeron en la puerta de la Clínica Riohacha dijeron que les habían informado que la paciente había sufrido un ´paro´.
Esta comunicadora Social, nacida en el municipio de Manaure y madre de tres hijos, no logró salvarse de los efectos devastadores de una enfermedad que requiere diagnóstico rápido y tratamiento inmediato porque su poder destructor también es veloz.
Pese a la labor que hicieron los médicos de este centro asistencial (UCI) la vida de la secretaria se les fue de las manos sin permitirles a sus hijos seguir disfrutando de una madre que apenas empezaba a dar algo de las grandes potencialidades que Dios le había entregado.
Hace menos de seis meses, otro gran profesional, Eder John Medina Toro, también murió en la ciudad de Riohacha al parecer víctima de una enfermedad que en otras latitudes, incluso mucho más deprimidas económicamente que La Guajira, ya son controladas, el paludismo.
Donoso Iguarán fue una mujer entregada a su causa, la de la etnia que le trajo al mundo, la wayuu. Había ingresado al gobierno del ingeniero Jorge Pérez Bernier, con el comienzo del mandato y había dado muestras de tener una gigantesca capacidad para la solución de problemas. Se entendía a la perfección con los miembros de su etnia, como con los ´alijunas´ y ya descollaba como una de las destacadas del gabinete de Jorge Pérez Bernier.
El cuerpo de Idalmis, fue puesto en ´cámara ardiente´ en los patios de la Gobernación de La Guajira en la tarde de ayer y luego trasladado en una gigantesca caravana hasta la que fue su residencia en el municipio en donde nació, Manaure. Allí mismo será sepultada en las horas de la mañana de hoy viernes, con el acompañamiento de todos sus familiares, amigos y compañeros de trabajo.
Dolor en la comunidad y en la administración departamental
A pesar del poco tiempo de la interactuación entre Donoso Iguarán y los restantes secretarios, como el mismo gobernador, existía plena armonía entre la extinta funcionaria y el resto de trabajadores.
El patio de la Gobernación fue regado como nunca, con lágrimas de de dolor de la gran mayoría de los trabajadores, quienes habían reconocido en esta mujer de estatura mediana, pero de un gigantesco altruismo, a una verdadera lideresa natural, una gran conciliadora, una buena esposa, una excelente madre y por encima de todo a un gran ser humano.
Tanto el Gobernador, como sus compañeros de secretaría, al igual diputados en donde se observaron a Deimer Marín y Rosa Pacheco Ocando, pronunciaron palabras sentidas, pero de conformismo por los designios del creador.
La información que no fluyó
Una de las experiencias para los medios de comunicación de este triste y luctuoso episodio, fue la manera como los directivos de la UCI manejaron su responsabilidad u obligatoriedad, no para entregar información a los medios, sino a una amplia franja poblacional que siempre se mantuvo atenta al desarrollo del proceso asistencial, pero que tal vez por falta de coordinación, la información nunca fluyó en ninguna de sus formas, restándole a esta empresa eficiencia y eficacia, elementos importantes para que una empresa de salud, como esa, puedan ser certificadas.
Tanto el Gobernador, como sus compañeros de secretaría, al igual diputados en donde se observaron a Deimer Marín y Rosa Pacheco Ocando, pronunciaron palabras sentidas, pero de conformismo por los designios del creador.
La información que no fluyó
Una de las experiencias para los medios de comunicación de este triste y luctuoso episodio, fue la manera como los directivos de la UCI manejaron su responsabilidad u obligatoriedad, no para entregar información a los medios, sino a una amplia franja poblacional que siempre se mantuvo atenta al desarrollo del proceso asistencial, pero que tal vez por falta de coordinación, la información nunca fluyó en ninguna de sus formas, restándole a esta empresa eficiencia y eficacia, elementos importantes para que una empresa de salud, como esa, puedan ser certificadas.