Por: Marco de Jesús Gómez Cabarcas
Hoy, domingo 14 de marzo, Mi día en Maicao, inició temprano pues como algo poco común me levante juicioso a las 5:00 am tenía trabajo, me voy al mercado y en el camino veo varios camiones con indígenas importados con el fin de conseguir unos votos para algún candidato.
Al llegar al mercado escucho los negocios, varios moto taxistas hablan de las tarifas, un candidato ofrece 35 pero deben llevar copia del certificado electoral para comprobar que el voto existió, otro candidato ofrece 30 paga la gasolina y no hay que llevarle nada parece ventajoso teniendo en cuenta, la anterior propuesta entonces llega un tercer candidato que ofrece 40 pero el motociclista paga el combustible. Cada quien hizo sus cuentas y pacto con el candidato de su elección.
Por otra parte mi madrecita linda madrugo aun más que yo para trabajar pues es un día buenísimo para la venta de fritos (no todos cambian el voto por el tamal), así que mi mama a las 5:30am se encontraba allí en la calle 11 con carrera 18 vendiendo más de lo normal, yo por mi parte hago parte de otro negocio asociado a las elecciones una funcionaria de la registraduria me pagaría el día para buscar en bases de datos a los votantes y les diera información en las mismas estaba mi hermano.
A las 6:15am llegaron dos señoras muy humildes a la esquina donde ya habían hablado los moto taxistas, ellas hablando en voz alta dicen “si no hay plata no hay votos” y “yo voto por uno de 20 o de 50” partieron del lugar con rumbo desconocido y detrás de ellas un conocido líder de este sector quien unos metros más adelante les veo hablando con las señoras y se suben en un carro, otro negocio concretado.
A las 7:00 am debía estar en la escuela Juan XXIII, por tal motivo me dirigía al lugar en una moto, que no estaba contratada por ningún candidato, de repente pasa mi cuñado fiel seguidor de un candidato a la cámara, y le digo el saludo común entre nosotros nuestra conversación fue algo así: “ compañero hombre como esta compañero, lo veo firme a la cámara con XXXXX” el responde “claro compañero y hoy se ve el es el de acá hay que apoyarlo si no lo escogemos en Maicao estamos jodidos” al preguntarle cuanto le pagaban por poner el carro al servicio me dijo que 80 y ponían la gasolina y la comida, ósea salía mucho mejor negocio que una moto, además era preferible porque movilizaba más gente y bajo techo, en el camino hablamos de lo bueno que seria que ese candidato fuera elegido pues Maicao obtendría representación en el congreso.
Llego faltando unos minutos para las 7am al colegio y allá veo los jurados entrando como siempre no falta quien no tiene la citación o el que no aparece en la lista, otros votantes madrugadores, buscándose en la lista como no se encontraban los ayude extrañamente me miraron porque no les promocione ningún candidato, mientras recuerdo que mi hermana necesita 10 votos para el candidato con el que hablaba con mi cuñado, o no le renuevan el contrato en la IPS donde trabaja, otro negocio.
Mientras esperaba a la funcionaria que me entregaría el trabajo de el día ayudo a muchos sin pedir votos a cambio, y de paso veo una que otra cosa, como que la policía en ese puesto estaba bien comprometida con garantizar la imparcialidad, taparon con arena unos letreros que estaban en el piso de la escuela y unos afiches de un poste, también quitaron botones papeles, calcomanías, volantes y todo tipo de publicidad, así mismo pedían apagar los celulares para evitar la compra de votos, al fin es el negocio de ellos garantizar la seguridad.
También vi de frente y de cerca a ese candidato, que apoyaba mi cuñado y mi hermana también pues quería conservar su empleo, lo veo de cerca con 2 guardaespaldas y me entraron ganas de preguntarle por que tanto negocio electoral.
Paso el tiempo y la policía me llamo para preguntarme que hacia pues la funcionaria nunca llego, y ellos solo prevenían algo inevitable, la compra y venta de votos cultura y herencia de nuestro pueblo que no comprende que el voto es un derecho que no tiene precio, y que la democracia es nuestro deber.
Pasa el tiempo y veo otro líder político no es candidato pero apoya al candidato que había venido a votar antes, vino con unas personas no sé el número exacto pero al salir se paro en la esquina a repartir publicidad mientras cada uno de sus acompañantes salía y le entregaban sus comprobantes electorales como prueba de su voto, no me consta pero a más de uno de ese grupo le escuche la frase “mi voto vale por eso valió 20”. Me distraigo llamando a la funcionaria incumplida en su negocio electoral, y se va ese líder político pero me encuentro con una amiga, ella me cuenta de su vida me confiesa que voto en blanco y le dije que bien hecho, así que después de un rato me dijo la verdad le habían dado 20mil mas un mercado por su voto pero a pesar de la dádiva voto en blanco, este era un candidato al senado al cual nunca había escuchado, dio la plata antes de los votos y los carros con sus votantes llegaban repletos.
Me canse de esperar y me voy a mi casa y a votar en la escuela el Carmen, me comí un arroz de pollo a cortesía del candidato que apoyaba mi cuñado y casi todo Maicao (lo digo por sus seguidores), entre y Salí de mi casa y mi cuñado me dice que le regale el voto al senado por el candidato de su abogado, a esta altura me estaba cansando el negocio pues veía que la gran fiesta llamada democracia se convertía en un circo, donde los votantes éramos los payasos y los candidatos los micos, hienas y todo tipo de bestias, y a unos 20 metros de la entrada estaba la casa de mi madrina quien hacía años no votaba pero le toco pues uno de sus yernos estaba sin trabajo y un es presidente del conservador le prometió trabajo a cambio de 100 votos, yo prometí darle mi voto pues es como de la familia, así las cosas tenia comprometidos 2 votos al senado y unos 5 a la cámara pero solo podía votar por uno, al llegar a las urnas vote a conciencia y no diré mi voto por que es confidencial, solo diré que vote el voto Caribe y por la consulta del partido verde, al senado cámara y parlamento andino vote como mi conciencia me lo indico, al salir entregue una copia de mi certificado electoral, a mi madrina y prometí convencer a mi mama para darle el voto al señor conservador.
Ese fue todo el comercio electoral, no fueron unos comicios fue una fiesta de corrupción eligiendo gente que no tiene propuestas por que mi teoría es que quien compra un voto u ofrece favores por un voto no tiene la personalidad ni las propuestas para conseguirlos limpiamente.
Así termina este día que me llenaba de ilusión pues se manifestaba la democracia en su máxima expresión pero en lugar de eso vi lo que llame “Negocios y Comercio electoral” a los candidatos y al pueblo los invito a evolucionar y a dar un paso adelante para decir no al comercio de votos, y también pienso que por dignidad si yo fuera candidato y me doy cuenta o se comprueba la compra de votos en mi campaña renunciaría enseguida, pero para eso se necesita valor civil y no ser hienas, micos, elefantes con cara de hipopótamos, y marimondas resucitadas del carnaval de Barranquilla.
En fin ya están elegidos. Que disfruten sus 21 millones/mes
