ESTE PAÍS...
Autor: José Carlos Molina B.
Abogado Litigante.
En este país el tema de las elecciones presidenciales es inevitable en la actualidad. Todos en nuestro legítimo derecho tenemos una opinión, un partido o simplemente simpatía por un candidato. Ocho años de presidencia del doctor ÁLVARO URIBE VÉLEZ, con sus aciertos y sus equivocaciones, nos permiten tener un criterio del rumbo que la nación debe tener para el próximo periodo presidencial.
En los temas políticos electorales es bien complicado ponerse de acuerdo, incluso entre amigos, con los que pudiera uno tener eventualmente alguna identidad ideológica. Si uno no tiene la madurez suficiente para respetar las opiniones y decisiones de sus amigos, terminará con más amargura y con menos amigos.
Por ello, a mi juicio, lo que hoy se imponen por las circunstancias especiales de la patria en temas electorales presidenciales, es colocar los intereses generales, la prosperidad general del país, por encima de los intereses particulares. ¿Pareciera un poco romántico verdad? ¿Idealista?; pero carajo, yo creo que ese debe ser el objetivo común de los electores en estas elecciones.
Si estamos de acuerdo que en esta elección presidencial el objetivo primordial debiera ser la prosperidad general, que el Estado cumpla con los fines esenciales establecido en nuestra Constitución, más allá de nuestra militancia política, ideológica; entonces apostémosle a una propuesta que apunte a una mejor redistribución de las oportunidades y los ingresos para todos.
Un programa que busque la EQUIDAD SOCIAL, una persona que tenga el CARÁCTER DEL HOMBRE HONESTO, un ser humano que guarde el equilibrio perfecto entre la HONESTIDAD, la DECENCIA, el CONOCIMIENTO y el CORAJE para enfrentar a los corruptos.
El análisis no puede quedarse supeditado a los resultados de las encuestas, porque caemos en el juego del marketing o de la mercadotecnia política y perdemos la objetividad y el razonamiento necesario para escoger al futuro presidente. Los medios de comunicación que responde a unos intereses particulares trabajan lo subliminal, ejerciendo una fuerte influencia en nuestra conducta.
No es políticamente correcto, convertir el voto en una mercancía, mirarlo en términos de ganancias o pérdidas y entonces sufragar por quien está mejor posesionado en las encuestas por no “perder” el voto. Lo que está en juego para la nación es el futuro de todos los colombianos.
Este país debe tomar una decisión histórica: Elige a los mismos con las mismas o define de una vez por todas cumplir con nuestra Constitución y convertirnos en un autentico ESTADO SOCIAL DE DERECHO. Elegir a uno de los dos candidatos favoritos de las encuestas, que representan a una misma vertiente política ideológica, con la única diferencia de la decencia de uno de ellos o elige el fortalecimiento de una AUTENTICA DEMOCRACIA.
Autor: José Carlos Molina B.
Abogado Litigante.
En este país el tema de las elecciones presidenciales es inevitable en la actualidad. Todos en nuestro legítimo derecho tenemos una opinión, un partido o simplemente simpatía por un candidato. Ocho años de presidencia del doctor ÁLVARO URIBE VÉLEZ, con sus aciertos y sus equivocaciones, nos permiten tener un criterio del rumbo que la nación debe tener para el próximo periodo presidencial.
En los temas políticos electorales es bien complicado ponerse de acuerdo, incluso entre amigos, con los que pudiera uno tener eventualmente alguna identidad ideológica. Si uno no tiene la madurez suficiente para respetar las opiniones y decisiones de sus amigos, terminará con más amargura y con menos amigos.
Por ello, a mi juicio, lo que hoy se imponen por las circunstancias especiales de la patria en temas electorales presidenciales, es colocar los intereses generales, la prosperidad general del país, por encima de los intereses particulares. ¿Pareciera un poco romántico verdad? ¿Idealista?; pero carajo, yo creo que ese debe ser el objetivo común de los electores en estas elecciones.
Si estamos de acuerdo que en esta elección presidencial el objetivo primordial debiera ser la prosperidad general, que el Estado cumpla con los fines esenciales establecido en nuestra Constitución, más allá de nuestra militancia política, ideológica; entonces apostémosle a una propuesta que apunte a una mejor redistribución de las oportunidades y los ingresos para todos.
Un programa que busque la EQUIDAD SOCIAL, una persona que tenga el CARÁCTER DEL HOMBRE HONESTO, un ser humano que guarde el equilibrio perfecto entre la HONESTIDAD, la DECENCIA, el CONOCIMIENTO y el CORAJE para enfrentar a los corruptos.
El análisis no puede quedarse supeditado a los resultados de las encuestas, porque caemos en el juego del marketing o de la mercadotecnia política y perdemos la objetividad y el razonamiento necesario para escoger al futuro presidente. Los medios de comunicación que responde a unos intereses particulares trabajan lo subliminal, ejerciendo una fuerte influencia en nuestra conducta.
No es políticamente correcto, convertir el voto en una mercancía, mirarlo en términos de ganancias o pérdidas y entonces sufragar por quien está mejor posesionado en las encuestas por no “perder” el voto. Lo que está en juego para la nación es el futuro de todos los colombianos.
Este país debe tomar una decisión histórica: Elige a los mismos con las mismas o define de una vez por todas cumplir con nuestra Constitución y convertirnos en un autentico ESTADO SOCIAL DE DERECHO. Elegir a uno de los dos candidatos favoritos de las encuestas, que representan a una misma vertiente política ideológica, con la única diferencia de la decencia de uno de ellos o elige el fortalecimiento de una AUTENTICA DEMOCRACIA.