Por: Naudín Gracián Petro
―Y cómo te has sentido con esto de la muerte de David Sánchez Juliao.
―La verdad verdad es que no me afecta para nada. Ese tipo para mí no era ni siquiera escritor.
Esa respuesta en boca de un aprendiz de narrador, profesional en ciencias del lenguaje, profesor universitario y candidato a magister en Literatura del Caribe, me turbó sobremanera. Si la hubiera expresado alguien que no sólo desconociera el tema y al personaje, sino que incluso no le interesara, no tendría importancia alguna y hasta fuera de esperarse. Mientras el país, y sobre todo las personalidades de la cultura del interior reconocen la gran pérdida que es la muerte de David Sánchez Juliao, muchos del mundillo intelectual del departamento de Córdoba se expresan con displicencia sobre este gran personaje. Y no pueden hacerlo sino desde la falta de conocimiento de su obra escrita y grabada, y de su trabajo como conferencista.
―Y cómo te has sentido con esto de la muerte de David Sánchez Juliao.
―La verdad verdad es que no me afecta para nada. Ese tipo para mí no era ni siquiera escritor.
Esa respuesta en boca de un aprendiz de narrador, profesional en ciencias del lenguaje, profesor universitario y candidato a magister en Literatura del Caribe, me turbó sobremanera. Si la hubiera expresado alguien que no sólo desconociera el tema y al personaje, sino que incluso no le interesara, no tendría importancia alguna y hasta fuera de esperarse. Mientras el país, y sobre todo las personalidades de la cultura del interior reconocen la gran pérdida que es la muerte de David Sánchez Juliao, muchos del mundillo intelectual del departamento de Córdoba se expresan con displicencia sobre este gran personaje. Y no pueden hacerlo sino desde la falta de conocimiento de su obra escrita y grabada, y de su trabajo como conferencista.