Escrito por: Amylkar D. Acosta M[1]
LA COMPLICACIÓN DE MALES
ELECTRICARIBE, filial del grupo empresarial español
Gas Natural-Fenosa es el operador de red en la región Caribe de Colombia y
abarca a 7 departamentos, excluyendo al archipiélago de San Andrés, Providencia
y Santa Catalina que por ser insular cuenta con su propio operador. Esta
empresa tiene una pésima reputación entre sus usuarios, aproximadamente 2.6
millones, equivalente al 25% de la demanda nacional, debido a la pésima calidad
del servicio que reciben, el cual no cumple con los mínimos requerimientos de
Ley, tales como son la eficiencia, la calidad y sobre todo la continuidad.
Sus problemas empiezan por el tipo de mercado al cual
sirve, se trata de un mercado no competido, pero tampoco competitivo, en razón
de que el 80% de sus usuarios se reparte entre los estratos 1 y 2, barrios
subnormales y zonas de difícil gestión, los cuales se caracterizan por su bajo
poder adquisitivo y por consiguiente con muy poca capacidad de pago de su
factura. Ello repercute en la calidad de la cartera, de allí que la deuda de
difícil cobro en estos segmentos supere los $400.000 millones y de contera la
deuda del sector oficial supera los $144.000 millones. Bien dijo el ex ministro
de Estado Rodrigo Escobar Navia que un
mercado de pobres es un pobre mercado.
Las pérdidas, producto en gran medida del fraude,
terminan de complicar este cuadro amenazador de la estabilidad financiera de la
empresa, pues aunque al cierre del 2015 fueron en promedio del orden del 19.7%,
regulatoriamente sólo se le puede reconocer 12.75 puntos porcentuales, es
decir, la diferencia de 6.95 puntos porcentuales van contra el P & G de la
empresa. Como si lo anterior fuera poco el mercado en el cual opera
ELECTRICARIBE ha sido descremado, a tal punto que el 53% no los usuarios no
regulados, que son los grandes consumidores, particularmente los industriales
que son la pulpa del negocio se lo llevan otros comercializadores y generadores
a través de contratos bilaterales, quedándole a ELECTRICARIBE el hueso del
mercado.
Aunque se suele decir que en la región Caribe impera
la cultura del no pago y que ello explicaría la abultada cartera morosa a la
que hemos hecho referencia, lo cierto es que en tratándose de los estratos más
bajos la cruda realidad es que estos usuarios ante su precariedad de ingresos
se ven no pocas veces enfrentados al dilema de tener para comer o para pagar la
factura de la energía. Pero, también es cierto que otras empresas que prestan
otros servicios, como los de agua y gas, no enfrentan este problema de cartera,
lo cual lleva a pensar que también
influye en el no pago del servicio la calidad del mismo. Y ello nos ha
conducido a un callejón sin salida, atrapados en un círculo vicioso, en el que no se paga porque no se presta un buen
servicio y la empresa alega que no presta un buen servicio porque no tiene caja
debido al impago por parte de los usuarios. Y hablando de caja, las
dificultades no son menores; ahora mismo la deuda contraída con los bancos está
rozando los $2 billones. Ello le resta capacidad de maniobra a la empresa, la
cual se ve abocada a comprar actualmente el 22% de la energía que comercializa en bolsa a precios mucho más altos que
si la contratara.
EL REZAGO DE LA INVERSIÓN
Y así llegamos a la nuez de la problemática que
afrontan los usuarios de ELECTRICARIBE, cual es el rezago histórico en materia
de inversión, el cual ha repercutido en el deterioro del servicio que se
presta. A esa conclusión llegó un estudio que contratamos a nuestro paso por el
Ministerio de Minas y Energía, coordinado por la experta Carmenza Chahín[2],
a través del cual, además de hacer un buen diagnóstico de la situación
planteada, se dieron unas recomendaciones. A ello se vino a sumar una
distorsión causada por una norma regulatoria (Resolución CREG 097 de 2008)
supremamente perversa, que toma como base para la remuneración de las
inversiones en distribución la metodología del costo medio histórico, lo cual desincentiva la inversión en
expansión, para garantizar así la calidad, la confiabilidad y la reducción de
pérdidas, ya que sólo se reconocen una
vez efectuadas dichas inversiones.
Ese es el gran lastre que le impide a ELECTRICARIBE
prestar un buen servicio: la falta de inversión en la infraestructura, es decir
subestaciones, transformadores, compensadores, postería, en el Sistema Nacional
de Transmisión (SNT) y en el Sistema Regional de Transmisión (SRT), así como en
la renovación y refuerzo de las redes de distribución. Ello da lugar a la
sobrecarga de los transformadores y conductores por crecimiento de la carga,
pero también por obsolescencia de la red, contaminación y mayores
requerimientos de mantenimientos, máxime cuando su fragilidad está en niveles
críticos. De allí su gran vulnerabilidad, tanto mayor habida cuenta que la
demanda de energía en la región Caribe (7%) crece por encima del promedio
nacional (4.2%). Esto último obedece en gran medida a la relocalización de
muchas empresas en los últimos años en la región, lo cual ha elevado el estrés
al cual está sometido el Sistema, que opera en el límite de su capacidad. Esto
se agrava por el hecho de que debido a la salinidad del ambiente en la región ello
demanda un mantenimiento mayor y permanente y la empresa no ha estado en
capacidad de hacerlo con la frecuencia que se requiere. Así es que cada vez que
cae una llovizna sobre las instalaciones eléctricas se producen cortos
circuitos que causan un deslastre, razón esta principalísima de los continuos
cortes del fluido eléctrico, amén de los altibajos en el voltaje, repercutiendo
en los frecuentes daños de los electrodomésticos en los hogares, en el comercio
y en las empresas.
Lo más preocupante es que, según el más reciente
informe de la Superintendencia de Servicios públicos, lejos de mejorar sigue el
deterioro de la calidad del servicio que se presta, como crecen también la
inconformidad y las protestas en toda la región, las cuales se exacerban cada
día más por cuenta de falencias en la atención a los usuarios. Los indicadores
de calidad (duración y frecuencia de las interrupciones) en el año 2015, según
la Superintendencia, han sido mayores
con respecto a los registrados en el 2014, que ya dejaba mucho qué desear.
Fuente: Superintendencia de Servicios Públicos
La falta de firmeza y confiabilidad del Sistema
eléctrico en el Caribe se ha convertido en el principal cuello de botella para
la competitividad regional, afectando a las empresas grandes, medianas y
pequeñas, a la hotelería, al comercio, al tiempo que se ha convertido en una
calamidad para los usuarios residenciales, desesperados y desesperanzados, que ya no ven salida distinta al cambio de
operador de red, como lo están demandando los gobernadores y alcaldes de
las ciudades capitales de la región Caribe. Y no es para menos, pues según la
misma Superintendencia durante el año 2015 en promedio la duración acumulada de las interrupciones del fluido eléctrico en
las ciudades capitales de la región Caribe fue de 67.2 horas, muy por encima
del promedio nacional que, según un estudio de mercados energéticos para la
CREG, fue de 45.6. Y la frecuencia no
fue menor: 59.9 veces en promedio se interrumpió la
prestación del servicio por cortes intempestivos y/o racionamientos no
programados, que contrasta con 41.4 veces en promedio para el nivel nacional.
Por esta razón, las quejas contra la empresa
en vez de bajar continúan subiendo como la espuma.
INTERVENCIÓN PARA QUÉ
Ante esta situación, tan delicada como compleja, no
han faltado quienes propongan una salida tan facilista como la intervención de
la empresa, pero las experiencias pasadas de las intervenciones por parte de la
Superintendencia de Servicios públicos no la aconsejan. A la vista está el caso
de EMCALI que, respondiendo al clamor ciudadano fue intervenida, 11 años
después esa misma ciudadanía reclamaba su devolución a manos de Cali y cuando
esta la recibió EMCALI no estaba mejor que cuando estuvo peor y todavía es hora
que no se ha podido reponer del todo. La salida a esta encrucijada pasa por un
esfuerzo vigoroso y sostenido de inversión para superar el rezago al que hemos
hecho alusión. Pero, claro, este esfuerzo debe comprometer tanto recursos
provenientes del Presupuesto General de la Nación, como de parte de
ELECTRICARIBE y desde luego se requiere también el concurso de la inversión
privada, sobre todo en aquellos proyectos que por su propia naturaleza son
subastados a través de las convocatorias de la UPME. La intervención, que
podría ser una salida, a la postre se constituye en una evasiva.
Conscientes de esta realidad y acogiéndonos a los
resultados del estudio realizado, además de tomar unas medidas de choque, entre
las que sobresale la expedición de una Resolución mediante la cual cambiamos la
metodología del costo medio histórico
por la del costo medio de largo plazo,
dándole de esta manera una señal a los inversionistas para que se animaran a
apostarle a la ejecución de nuevos proyectos. Y, lo que es más importante,
definimos y estructuramos un paquete de proyectos urgentes, prioritarios e
inaplazables, que posteriormente presentó mi sucesor en el Ministerio, Tomás
González, como Plan5Caribe.
El Plan5Caribe consiste básicamente en un portafolio
de 394 proyectos del Sistema de transmisión regional y nacional, y el Sistema
de Distribución Local identificados como
estratégicos para el Caribe, donde se incluyen desde “dobles calzadas” hasta
“vías locales”, que llevarán la energía a los hogares. La ejecución de estos
proyectos compromete inversiones del orden de los $5.1 billones en 5 años, de
los cuales le corresponde invertir directamente a ELECTRICARIBE la suma de $1.1
billón. Adicionalmente, se contempla la ampliación del subsidio a las familias de menores ingresos al 60%
para el estrato 1 y 50% para el estrato 2, para lo cual se incrementaron los recursos
del FOES (de $46 kilovatio/hora se pasó a $92) vía Plan Nacional de Desarrollo.
También se aprobó por parte del Congreso de la República prácticamente la
duplicación de los recursos de los fondos PRONE
(de $1 por kilovatio/hora se pasó a $1.90) y FAER (de $1 por
kilovatio/hora se pasó a $2.10). Así como los recursos del FOES se destinan a
cubrir los subsidios, los del PRONE tienen como destinación específica la
normalización de redes y los del FAER están orientados a la ampliación de
cobertura, los cuales en su mayor proporción se han venido invirtiendo en la
región Caribe dada la peculiaridad de dicho mercado.
PLAN DE REACCIÓN INMEDIATA
Con ocasión de la Cumbre energética que se realizó en
Barranquilla el pasado 14 de enero, presidida por el Presidente Santos,
planteamos varias propuestas, todas ellas acogidas por el Presidente, para
darle agilidad a la ejecución del Plan5Caribe y de las medidas complementarias,
acortando los tiempos y los plazos para así tener resultados tangibles a corto
plazo de mejoramiento de la calidad de la prestación del servicio. Dada la
gravedad de la problemática de la prestación del servicio por parte de
ELECTRICARIBE y conscientes de que la paciencia de los usuarios se ha agotado,
dando lugar a bloqueos y protestas sociales a causa de las continuas e
intempestivas interrupciones, consideramos menester reducir al máximo los
tiempos para la implementación de tales medidas. El que espera desespera y ello
explica la exasperación de la dirigencia social y política en la región Caribe.
Por ello consideramos que para hacer más expeditos los trámites y la ejecución
de los proyectos contemplados en el Plan5Caribe se deben tomar varias medidas,
las cuales enunciamos a continuación:
Plazo
inmediato
•
Primera: para agilizar y anticipar la ejecución de los proyectos del Sistema de
Transmisión Regional (STR)y Nacional (STN) se haga a través de convocatorias express, de tal modo que
se reduzcan los términos para las convocatorias y las adjudicaciones de los
proyectos por parte de la UPME.
•
Con el mismo fin, propusimos que el paquete de
obras del Plan5Caribe sea considerado como de Interés Estratégico Nacional
(PINES) y recibir el tratamiento como tal. Como es bien sabido en el Plan de
Desarrollo Todos por un nuevo país se
dispuso que los PINES se considerarán de
utilidad pública e interés social y ello contribuirá a facilitar los procesos
de licencias ambientales, consultas previas y adquisición de predios para las
obras, tornándose estas más expeditas.
•
Segunda propuesta: titularizar y/o pignorar los
recursos que se espera recibir en los próximos 5 años por parte de los fondos
FAER, PRONE, FAZNI y FOES, con el fin de que no tengamos que esperar 5 años
para hacer las inversiones requeridas en normalización de redes, ampliación de
cobertura, intervención de circuitos. Estos recursos irían a un patrimonio
autónomo con destinación especifica y de
esta manera los proyectos se pueden emprender ya y no al ritmo del recaudo de
tales recursos. De esta manera se podrá disponer de los recursos para
acometer esos proyectos ya y no
hacer la inversiones al ritmo del recaudó de los mismos, que tomaría demasiado
tiempo. Esta propuesta debe complementarse con una apertura que permita que
otro agente ejecutor experto
distinto a ELECTRICARIBE pueda ejecutar los proyectos que se financian con
estos fondos, con seguimiento permanente y de esta manera destrabarlos. Ello en
razón de las limitaciones comprobadas de la capacidad de ejecución del operador
de red en el Caribe, que llevaron a la Contraloría General a abrir
investigación por la morosidad de ELECTRICARIBE en la ejecución de más de
$60.000 millones de tales recursos.
•
Tercera propuesta: el Plan propuesto por el
Ministerio requiere Gerencia. Es indispensable contar con un responsable de
gestionar ese Plan, para lograr de esta manera una mayor articulación de los
esfuerzos de las entidades comprometidas en la solución. Complementariamente le
propusimos a la Superintendencia de Servicios Públicos y su titular, la doctora
Patricia Duque, acogió mi iniciativa de abrir un link en su página para
establecer una especie de “tablero de control” para hacerle el seguimiento a la
ejecución del Plan previsto, al que puedan acceder los usuarios y estar al
tanto en tiempo real de la marcha del mismo. Allí, además, se reservará un
espacio especial para que las autoridades municipales y departamentales, las
organizaciones sociales, en especial los vocales de control, puedan dar a
conocer sus quejas, reclamos, así como sus denuncias sobre el grado de
cumplimiento del mismo.
Mediano
Plazo
•
Cartera:
Propuesta de pignoración de transferencias del PGN destinados a Municipios Alcaldías y Gobernaciones (SGP)
para cubrir la deuda de energía de entidades oficiales y bienes
constitucionalmente protegidos – 144.000
Mcop al 31 de diciembre. Agilizar el
trámite y pago de los $120.000 millones que todavía adeuda el Ministerio de
Hacienda a ELECTRICARIBE por concepto de subsidios que se han dejado de
transferirle. Estos recursos, según el acuerdo a que llegamos con ELECTRICARIBE
cuando me desempeñé como Ministro, los deberá invertir en su integridad en el
mejoramiento del servicio y no para “hacer” caja.
Acuerdos de pago con las
entidades territoriales liderados por la Dirección de Apoyo Fiscal del
Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
Análisis de otras medidas
legales para garantizar la apropiación de los recursos para el pago de la energía
así como de la deuda.
•
Fraude:
Campañas de socialización antifraudes, uso eficiente y racional de la energía,
instalación de medidores individuales, blindaje de redes, instalación de puntos
de control interno
Largo Plazo
Para garantizar la continuidad en la
prestación del servicio así como el mejoramiento de la calidad, se derivaran
varias modificaciones legales, regulatorias, financieras y corporativas las
cuales se citan para consideración.
Ajustes
Regulatorios:
• Metodología remuneración Distribución:
Plantear con la CREG la adopción de una metodología similar a la de
distribución de gas, en la cual se reconoce el costo medio de mediano plazo para estimular el plan de inversiones
de la empresa.
•
Perdidas: En
estudio fase exploratoria para reactivar nuevamente los lineamientos de
política fijados en el Decreto 387 de
2007, sobre distribución de perdidas a prorrata en un mercado de
comercialización e implantación del plan de reducción de perdidas, el cual fue
pospuesto con la entrada de la nueva metodología de remuneración del cargo de
distribución.
Alternativa
adicional:
Capitalizar las inversiones FAER + PRONE del Estado
en ECA, ya que estos activos hoy en día no van a tarifa, se encuentran hundidos
al ser de la nación.
LA PACIENCIA SE AGOTA
El primer tropiezo que ha tenido la concreción de la
ejecución de los proyectos que se requieren es la renuencia de parte de la
matriz de ELECTRICARIBE, Gas Natural – Fenosa, de capitalizar la empresa para
que pueda acometer las inversiones que le corresponden, como se lo solicitó oficialmente el Presidente Santos en la Cumbre
energética de Barranquilla. Lo acaba de denunciar Edgardo Sojo, Gerente del
Plan5Caribe, acorde con las cifras reportadas por la Delegada de la
Superservicios para ELECTRICARIBE, “que el flujo de caja de la empresa no es
suficiente para cumplir con la inversión pactada”[3],
prevista para este año en $245.000 millones. Enfatisa Sojo que “”lo que se
observa es que ese Plan no se ha venido cumpliendo ya que no se tienen los
recursos necesarios”[4].
Se insiste por parte de ellos en invertir al mismo ritmo de la recuperación de
cartera por parte de la empresa, lo cual frena y aplaza indefinidamente las
inversiones a las que están obligados.
De otra parte, los compromisos
adquiridos por el Gobierno nacional en cuanto a las otras medidas se ha
cumplido a medias. Así lo ha podido establecer la Superintendencia de Servicios
Públicos, además dispuso implementar un Programa de Gestión con ELECTRICARIBE,
el cual implica, según la Superintendente Patricia Duque, un
“replanteamiento integral para superar la dificil
situación crítica y su potencial inviabilidad empresarial”[5].
Este Programa cuenta con herramientas financieras a corto, mediano y largo plazo
que permitan que salga del circulo vicioso en el que se encuentra, para lo cual
se deberá proceder rápidamente por parte de ELECTRICARIBE a la capitalización,
restructuración de la deuda y saneamiento de la cartera de la empresa. Y
mientras el tiempo corre la situación se torna cada vez más insoportable. Este
es uno de los mayores retos que tiene el nuevo Ministro de Minas y Energía
Germán Arce; esta es una verdadera papa caliente!
Pero, para que las medidas aquí esbozadas cumplan su
cometido de mejorar ostensiblemente la caidad de la prestación del servicio y
superar este estado de cosas que podría calificar la Corte como
inconstitucional, no basta con la materialización del Plan5Caribe y las medidas
complementarias que hemos propuesto. Se requiere, además, recuperar la
confianza y la credibilidad perdidas por parte de los usuarios, pues esta es la
base sobre la cual descansa el relacionamiento de todos los actores de la
cadena (usuarios, operador, regulador). Para ello es fundamental que se tomen acciones
inmediatas y creibles que se traduzcan en una mejora sustancial y, lo que es
más importante, sostenible, para incentivar de esta manera el pago cumplido por
parte del usuario del servicio que se le presta con calidad, eficiencia y
continuidad.
Valledupar, abril 30 de 2016
www.fnd.org.co
[1]
Ex
ministro de Minas, Energía e
Hidrocarburos
[2] Carmenza
Chahín Álvarez y Carlos Alfonso Rojas Hernández. Alternativas para
garantizar la sostenibilidad de la
prestación del servicio eléctrico en la Costa Caribe.
Bogotá, julio de 2014
[3]
El
Heraldo. Abril, 29 de 2016
[4]
Idem
[5]
Idem