lunes, 8 de marzo de 2010

Día de la mujer

Por: Alejandro Rutto Martínez
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Permítanme en primer término decirme que no estoy de acuerdo en exaltar a la mujer como un ser bello que adorna los jardines del universo. No señor, me parece que esa concepción reduce a la mujer a un simple papel ornamental y la cosifica reduciéndola a ser un objeto bello y nada más. Por eso hoy me declaro admirador de todas las mujeres y no solo por su belleza.

Admiro a las que trabajan de sol a sol sin temor a la vida ni reparos al tiempo. A quienes siembran la semilla de la esperanza y cosechan el fruto de la vida. A quienes abren surcos de paz en el hemisferio de la pobreza o en el territorio de la abundancia.

A quienes no se rinden ante la evidencia del infortunio ni sucumben frente a la fuerza de la adversidad. A quienes aman a sus hijos aunque la humanidad los crucifique; a quienes meten las manos en el fuego para salvar la honra de los suyos; a quienes creen en la inocencia de aquel sobre el que recaen todos los dedos acusadores de la injusticia y la impiedad.

Admiro a las mujeres que en su vientre han concebido el valor perenne de la vida para prolongar la especie y poblar el mundo de la imaginación y el universo de las verdades. A quienes con sus manos frágiles o fuertes, grandes o pequeñas, lozanas o arrugadas, moldean como el alfarero de la sociedad a las nuevas generaciones de hombres y mujeres para que puedan complacerse con sed de vida y su ambición de conquistar lo mejor de su existencia.

Admiro a las que en su cotidiano accionar de trabajadoras sin receso transitan por nuestras calles ofreciendo los codiciados frutos del mar, o el pan recién salido del horno con aroma a tarde fresca o mañana tibia, o el dulce sabor de los enyucados y las “alegrías”. Las admiro porque su trabajo es riqueza y se constituye en símbolo de un país en constante búsqueda de su identidad.

Admiro a quienes en la paz del hogar se baten con el duro e interminable quehacer doméstico sin resignarse a arar en el desierto de la ingratitud y sin renunciar a la búsqueda de un amanecer matizado por los colores de la equidad; sin renegar de su tarea de joven hacendosa o matrona cumplidora de su deber. Admiro a las jóvenes de aquí y de allá que han sido impermeables a las propuestas de la indecencia y a la demoníaca seducción de las perversas tentaciones.

Admiro a las mujeres que nos dan nuevos ánimos con su presencia; a las que nos llevan en el corazón; a las que nacieron cuando sembramos nuestra vida en otros cuerpos; a las que nos escuchan con atención; a las que nos dieron a beber de sus pechos maternales en la aurora de nuestra existencia; a las que nos consuelan cuando una lágrima acompaña nuestro dolor.

De todas ellas, mujeres de verdad, con cuerpo y alma, sin retoques de publicistas ni maquillajes faranduleros; me declaro admirador.

Encuentro con el mar

Por: Nuria Barbosa León
periodista de Radio Progreso y Radio Habana Cuba

Quizás sería imposible describir a otros pacientes. En mi profesión de enfermera conozco a muchos, pero una pareja de paraguayos marcaron mi memoria.

Ligia y Cipriano (sus compatriotas le decían Cipri). El un campesino, con arrugas hasta en el sombrero pero con una ceguera total en ambos ojos. Ligia, su acompañante se mostraba todo el tiempo atenta a él y al centenar del grupo que viajaron en enero del 2006. Fueron alojados junto a miles de latinoamericanos en Villa Tarará, un balneario ubicado a 20 km del centro de la Habana y que fue asumido como clínica internacional para la Operación Milagro

Ligia siempre tenía colgado a Cipriano de su brazo y juntos caminaron el primer día hasta la playa porque querían estar cerca del mar. Nosotros temimos de un catarro invernal y tratamos de impedir tal acción pero ellos nos pidieron con mucha fuerza la necesidad del sol y el agua marina.

Al regreso Cipriano dijo: “Hoy lo sentí, pero muy pronto lo veré”.

En los exámenes preoperatorio para Cipriano se le detectó una diabetes, enfermedad crónica que se puede controlar con dieta y medicamentos. Quizás fuera la causa de su ceguera pero no tuvo noción de padecerla y no conocía siquiera que existía y menos aún que necesitaría una dieta especial para contrarrestarla.

Supimos por su Historia Clínica que Cipriano provenía de Yatayty del Norte, departamento de San Pedro de Ycuamandiyú, Paraguay. Entre conversaciones también conocimos que Ligia no era su pariente. El “anciano” tenía sólo 53 años pero su apariencia era de un hombre mucho mayor. Estaba abandonado en su chacra, (campo), sin otra esperanza que inventar su comida del día y resignado a la oscuridad de sus ojos.

Cipriano fue un paciente con larga estadía en nuestro centro, casi un mes, los demás venían y regresaban a su país en menos de una semana, porque todo consistía en realizar los exámenes preoperatorio, decidir la operación, operarlo, y luego comprobar el resultado. Como se disponía de todo el equipamiento tecnológico, esas acciones se convertían en una rutina de pocas horas.

Tuvimos escasos pacientes de larga estancia y por eso lo recuerdo. Cipriano cumplía disciplinadamente con todas las orientaciones, velaba por su medicamento cual si fuera un relojero y los recibía con total alegría. Ligia en cambio, escribía todas las impresiones en su agenda para no olvidar un detalle y relatar la historia a su regreso.

El día de la operación me dijo Cipriano: “Seño, yo no sé leer, pero anote la fecha de hoy porque volveré a nacer”.

Así ocurrió, anoté la fecha y la del siguiente día en que le quitaron la venda de los ojos. Su alegría era infantil, tocaba todo a su alrededor, su diversión era contarnos los colores de los objetos que veía y reconocer hasta la tierra que pisó. Su último pedido antes de volver a su país fue ir al mar.

A su regreso me dijo:

--Ahora lo entiendo, soy hijo del mar y por eso nací nuevamente en Cuba

Quiso besar mi mano en señal de retribución, pero para mí, como cubana era humillarse ante algo insignificante. No lo dejé y entonces lloró. No por mi mal gesto sino por el agradecimiento albergado en su corazón y porque la lágrimas son también parte del mar

FIFA destacó trabajo conjunto del Gobierno Nacional con gobiernos locales en la preparación del mundial Sub 20

Barranquilla, 7 mar.- Jack Warner, Presidente de la Comisión Organizadora del Campeonato mundial de Futbol Sub 20 Colombia 2011 elogió el trabajo conjunto del Gobierno Nacional con los gobiernos locales para la realización del evento.

Tras reunirse con las autoridades locales de Barranquilla e inspeccionar el estadio de esa ciudad Warner, quien es Vicepresidente Mundial de la FIFA, expresó al Vicepresidente de la República Francisco Santos Calderón el beneplácito de la organización líder del futbol mundial por la forma como avanza la organización del campeonato y por el compromiso del Gobierno para garantizar el éxito del campeonato.

"El Vicepresidente Santos se empeñó desde el inicio en apoyar a la Federación de Futbol de Colombia en la búsqueda de la sede y se consagró desde el primer día a trabajar hombro a hombro con quienes están a cargo de realizar todas las tareas. Ello nos impresiona positivamente, lo mismo que la tarea conjunta que adelantan con las autoridades locales. Esto permite augurar que el campeonato será un éxito", aseguró Warner.

Warner y Santos realizaron en companía de la Ministra de la Cultura, Paula Marcela Moreno y del Presidente de la Federación de Futbol, Luis Bedoya la visita de inspección del Estadio Metropolitano de Barranquilla.

Al termino de la misma destacaron el potencial del Estadio que es el mas grande de Colombia pero el cual, según expresó el Alcalde Alejandro Char no ha sido objeto de mejoras ni cambio en sus instalaciones desde su inauguración en 1986,

"El gran beneficio que trae el campeonato para la gente común y para las principales ciudades es precisamente que para cumplir las especificaciones de la FIFA serán objeto de intervenciones y de obras de ampliación y modernización" dijo el Vicepresidente Santos. "Ese es el fundamento de la alianza Gobierno Nacional y gobiernos locales que compartiremos por mitades los costos de las obras que ascienden 140 mil millones de pesos. Tendremos el segundo campeonato más visto y más importante de futbol del mundo. Y una vez que finalice, el publico colombiano tendrá otra vez estadios arquitectónica y técnicamente adecuados a los avances de la época", destacó el funcionario.

La delegación colombiana presidida por el Vicepresidente Santos y la comisión de la Fifa continuará la visita por las principales ciudades del país para evaluar el avance y estado de las obras en construcción con miras a la Copa Mundial Sub 20 - Colombia 2011.

Las Ferias de las Regalías" (Tercera parte)

Te invitamos a escuchar este trabajo, producto de la juiciosa investigación del periodista Tomás Pérez Ramírez, con el cual ganó el Premio cerrejón de Periodismo 2009, categoría Radio.

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La Feria de las Regalías (Tercera parte)

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