Me gustan los días en
que puedo ver el sol junto a las estrellas
Me gusta el susurro
del viento al acariciar lo alto de la palmera
y me gusta el mar
cuando en sus horas de sosiego acaricia el
alma de las orillas
Me gusta el viento
cuando se pasea ansioso por la superficie
del desierto
Me gustan los
listones de alegría dibujados por una cuadrilla
de luceros en el lienzo de la noche
Me gusta contemplar
las chispas del fogón cuando crepitan
en el centro de un
círculo de voces otoñales que cuentan
el devenir de los
tiempos
Me gustan los
avioncitos de papel que se elevan impulsados
por la fuerza de la
nostalgia
Me gustan las letras
que, en el avioncito de vuelo caprichoso,
describen las
historias incompletas de amores colegiales
Me gustan los
bastones de madera en cuya piel se inscribe el
nombre de un muchacho
octogenario
Dibujo de Mónica María Amaya Isenia |
un estanque
abandonado y la débil ráfaga de viento que amenaza
con deshacer sus
costuras invisibles e invencibles
Me gustan los navíos
que desde el muelle de la esperanza
llevan a sus viajeros
hasta el puerto de sus anhelos
Me gusta el árbol
soberano, la montaña nimbada de nieves firmes
y los ríos que
transportan el murmullo de la vida.
Me gusta la esencia
del universo