Por: Alejandro Rutto Martínez
Cada vez que la señora Layda
Magdaniel iba al cementerio San José de Maicao para visitar las tumbas de sus
seres queridos sentía el peso de la
tristeza causada por la ausencia definitiva de su hijo Luis, de sus tíos
Nicolás y Juana y de su señora madre, Remedios.