Escribió: Nilson Pérez
Profesor Institución Educativa Número 2 (Maicao)
Tal vez
hoy extraño la musa de hace algunos
años,
La que
me abandono nostálgica, alargando su mano a través del tiempo,
En un adiós lento y
forzado, cuando vino a mí la felicidad.
Tal vez extraño el grafito borroso de un viejo lápiz confidente;
O la
textura endeble y plana de un papel en blanco, ansioso de oír en lo íntimo de
si,
Las ocurrencias reflexivas que la musa me susurraba al oído.
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a
Intervalos, esos escarpados parajes
donde se esconden visibles las tristes
Realidades humanas en el segundo plano de la vida.
O tal
vez volver a mirar con ojos de poeta,
Los pequeños
detalles que embellecen la existencia universal;
Cuál
recursos estéticos a una poesía.
Mirar
en el llanto jadeante de un niño la inmaculada inocencia conque fue
Curtido
el humano inicial;
En las
lágrimas tibias de una dama, la manifestación tangible
De los
sustantivos abstractos, de la ternura y la sensibilidad.
En la
curva vertebral de un anciano la acumulación del tiempo y de la experiencia.
Cual metáfora, cual alegoría, cual pleonasmo alojadas adrede
en un viejo poema.
O tal vez lo que no he podido entender es la antítesis de mi
realidad,
De ser
el poeta de musa triste que paradójicamente perdió su esencia,
Su
identidad, y hasta su lápiz, y dejo de ser tal,
Cuando
vino a mí la felicidad.
Nilson Pérez
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