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lunes, 11 de abril de 2016

Evangelios sinópticos


Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

Los evangelios son probablemente los libros más importantes del Nuevo Testamento por una razón sencilla pero poderosa: son los únicos libros en donde se narra la vida de Jesús. Más aún: son los libros en los cuales conocemos a Jesús en diálogo personal con los discípulos presenciales y con todos sus seguidores de todas las épocas.

Para conocer las enseñanzas del maestro, las proezas del Hijo de Dios; los mandamientos del Hijo de Dios y los portentosos milagros de la figura más importante de la humanidad, nada mejor que leer con entusiasmo, cuidado y fruición estos cuatro libros en donde Jesús aparece visto desde diferentes ,  ángulos.     

Un desprevenido lector se preguntará por qué son cuatro evangelios si con uno hubiera sido suficiente.  Por lo menos con uno que incorporara todas las enseñanzas que figuran en los cuatro libros.  Esa posición es respetable, pero hay que entender lo siguiente: los evangelistas fueron como cuatro reporteros, o enviados especiales que fueron destinados a  cubrir una serie de cruciales sucesos para la historia de la humanidad y trabajaban para medios de comunicación distintos. Por eso, a pesar de que la figura de Jesús es la misma y los hechos relatados también, cada uno de ellos tenía su propio encuadre, sus intereses, su enfoque y, sobre todo, estaban pensando  cada uno en un público diferente.    

Imagínese a usted que a cuatro periodistas los envían a cubrir un encuentro de fútbol entre las selecciones de fútbol de Colombia y Perú, el cual se disputa en Caracas. Uno de los profesionales de la información es colombiano y debe escribir para un diario de su país; el otro es peruano y enviará sus informes para una emisora de su patria; el tercero es venezolano, territorio en donde se juega el partido,  y tiene el deber de informar para un canal  televisión de su país.  El otro periodista no pertenece a ninguno de los países involucrados en el evento pero también deberá informar con todo el profesionalismo del caso para su medio de comunicación.

Después del juego todos informarán de la misma manera sobre los hechos más relevantes como el resultado, las alineaciones de los equipos, quienes anotaron los goles, el nombre del árbitro central y el de sus auxiliares.  Sin embargo, cada uno de ellos tendrá un enfoque diferente: el peruano hará énfasis en cómo jugó la selección de su país y alabará o criticará al técnico; dedicará más atención a cómo jugaron los suyos, entrevistará preferiblemente a sus compatriotas. De la misma forma los demás periodistas presentarán sus informaciones de acuerdo con las necesidades y los intereses de su audiencia y las emociones que él mismo tenga. Sin embargo, emociones aparte, todos tratarán de cumplir con el deber de su oficio y serán leales a la verdad.

Los evangelistas tenían una formación diferente, sus fuentes de información eran un poco distintas y cada uno de ellos estaba pensando, en principio, en un lector diferente.  He ahí la importancia de que sean cuatro evangelios y no tan solo uno.

Por ejemplo, Mateo  escribió para los judíos convertidos y por eso no explica las costumbres judías ni traduce los vocablos hebreos, pues no era necesario, ya que sus lectores los conocían.
Marcos, según una antigua tradición, escribe en Roma para creyentes romanos, por lo que no le da mucha importancia a la Ley Mosaica, al no considerarla de interés para sus destinatarios. En cambio hace énfasis en explicar las costumbres judías, desconocidas por sus lectores y por ello la necesidad de explicárselas.

Lucas escribe para paganos convertidos, especialmente de origen griego y romano.
El evangelio de Juan no estaba destinado a un grupo nacional o cultural específico sino a todo el mundo, en especial el mundo de los creyentes.
En este módulo nos dedicaremos a estudiar los tres primeros evangelios, denominados sinópticos debido a su afinidad y sus semejanzas en cuanto al orden de la narración, el contenido y lenguaje empleado.

¿Por qué se les llama Evangelios Sinópticos?
La palabra sinóptico viene del idioma griego y  de acuerdo con su etimología significa “ver junto”. Esta definición nos indica que los tres evangelios pueden verse juntos, bien en columnas verticales paralelas o  bien en sentido horizontal.

El conocido biblista alemán Johann Jakob Griesbach presentó en 1776 un libro titulado Synopsis en el que hace un estudio sobre Mateo, Marcos y Lucas. El texto tiene la particularidad de presentar los libros en columnas paralelas, lo que facilitaba el estudio simultáneo y se podían observar con facilidad sus semejanzas y diferencias.  Dicho estudio adquirió una gran popularidad y de ahí en adelante se les llamó sinópticos a todos los evangelios, menos el libro de Juan que por sus especiales características no permite una comparación con los tres primeros salvo en algunos pasajes.

¿Para qué ha servido la sinopsis?
Ha permitido apreciar las coincidencias que existen entre los evangelios, como, por ejemplo, textos que están redactados casi con las mismas palabras y en el mismo orden. Así mismo se pueden encontrar algunas diferencias  cuando se examinan en detalle. Las similitudes entre los tres o a veces solo entre dos,  evidencian que los autores utilizaron una misma fuente o se leyeron entre ellos.  Las diferencias comprueban el grado de independencia que hubo entre sus autores.

Algunos teólogos han llegado a la conclusión de que Mateo y Lucas se basaron en el libro de Marcos y en otra fuente desconocida que ha sido designada con la letra Q, inicial de la palabra alemana Quelle, que significa fuente. La Q, consistiría, principalmente, en una colección de dichos y breves discursos de Jesús.


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