Aun cuando en Maicao no hay camas para tanta gentes como en el ayer, lo preocupante es que cada día son mas violentos y exigentes --- piden hasta con piedras en las manos.
Hubo una época en donde de Valledupar, Santa Marta y Barranquilla, a los pobres orates los exportaban directo para Maicao. No quiero ni pensar, que se este repitiendo la historia --- Sería imperdonable que los enemigos ocultos de Maicao, nos apliquen el viejo refrán: “Que al caído…Caerle”
Nuestro pueblo, siempre ha brindado su mano amiga, y en las circunstancias actuales con gestos y acciones solidarias, devolvámosles en parte los sueños y las esperanzas, a esos compatriotas humillados, ofendidos y desarraigados Como consecuencia de un triste libreto, en donde la fuerza estatal y los grupos al margen de la ley, son una especie de protagonistas, salidos del planeta Garciamarquiano.