Era un día de sol intenso y de una temperatura terrible en la frontera. Mohamed Dasuki había invitado a un grupo de sus colaboradores a la 1:30 en su residencia con el fin de que llegaran junto con él al Salón Amaluq, desde donde se desplazaría hasta la sede de la Registraduría, ubicada a unas pocas cuadras. En ese espacio de tiempo el candidato ultimó algunos detalles y empezó a recibir las visitas previstas. Sirvió café preparado por él mismo y, junto con Alejandro Rutto Martínez, su adversario de otros tiempos y uno de sus mejores aliados en la actualidad, repasaron el discurso que pronunciaría después.
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A las dos en punto partieron hacia el punto de encuentro en donde ya lo esperaban personas que espontáneamente se habían acercado: líderes de los barrios, amigos personales, compañeros de lucha, jóvenes, en fin.
Dasuki apretó la mano de algunos, abrazó a otros, dio un respetuoso beso en la mejilla a las damas y avanzó hacia la Registraduría acompañado de los palabreros wayüu y de Nibal, una de las autoridades de la Mezquita Omar.
Todos querían saludar al candidato, todos deseaban expresarle su cariño y apoyo y él atendía a cada uno de manera personal. El recorrido que habitualmente puede hacerse en tres minutos se extendió a media hora. Cuando por fin llegó a la Registraduría pudo encontrarse con Santander Restrepo y José de los Santos Ramírez, representantes de los partidos ASI y MAIS, quienes habían adelantado lo necesario para que el acto fuera sencillo y rápido.
Los funcionarios del organismo rector de los procesos electorales atendieron a la comisión con amabilidad y procedieron a llenar los formularios correspondientes. El acto duró escasamente 10 minutos. Luego vinieron las fotos de rigor con los acompañantes, tales como los palabreros, miembros de la comunidad musulmana y directivos de los partidos.
Bajar del segundo piso fue bastante complicado porque decenas de personas lo esperaban para saludarlo y felicitarlo. En la puerta, levantó los brazos, mientras la multitud gritaba con entusiasmo ¡Ese es! ¡Ese es! ¡Dasuki! ¡Dasuki! ¡Dasuki!
El sonido de un pequeño dron que filmaba la fiesta de la democracia se confundía con los gritos de la
multitud. Luego se escuchó el ruido de un cañonazo. Se trataba de una máquina lanzadora de confeti que inundó la tarde con papelitos rojos, amarillos, blancos y verdes, los mismos del partido que respaldan a Dasuki con su aval.
Los asistentes se desplazaron felices de nuevo al salón Amaluq en donde se desarrollaría el programa de presentación formal de un líder que había dejado de ser un simple aspirante para convertirse en candidato para ganar las elecciones a la alcaldía.
El club estaba a reventar como lucen los estadios del país cuando juega la selección Colombia. De hecho, el amarillo era el color predominante. La mayoría de los ciudadanos había decidido utilizar la camiseta de la Selección Colombia y el candidato vestía una elegante camisa amarilla con la cual homenajeaba a la bandera nacional pero también a los partidos comprometidos con su candidatura.
El programa fue muy bonito: colorido, ruidosos y lleno de mucha alegría. Se cantó el himno nacional y el himno a Maicao. Luego una oración de acción de gracias a Dios en español y una más en árabe, como demostración de que a Dasuki lo respalda l pueblo que habla en toda las religiones y las congregaciones que hablan a Dios en distintas lenguas.
Vinieron después el discurso emotivo del profesor Alejandro Rutto, que movió las fibras íntimas de los asistentes, y las palabras de Santander Restrepo, director municipal de ASI y de José de los Santos Ramírez, representante de MAIS. Acto seguido fueron presentados los candidatos al concejo de los dos partidos
Finalmente, entre las aclamaciones del público, los aplausos de la gente del barrio y la alegría de la multitud, se produjo el acto central del evento: las palabras de Mohamed Dasuki, quien le hablaba al pueblo por primera vez en condición de candidato. Fue un discurso conciliador, bien estructurado en el que se comprometió una vez más con la seguridad, la salud la educación, el comercio, las acciones para afrontar la crisis migratoria y la lucha frontal contra la corrupción.
Un grupo de niños wayüu le dio aún más colorido a la tarde con la presentación de la yonna, eran 10 bellas majayut y dos elegantes muchachos, quienes mostraron sus habilidades para poner en escena uno de los bailes típicos de su pueblo. Ya se iban los niños a descansar pero, de repente se les pidió que se quedaran.
- ¿Para qué?, se preguntaron
- El candidato quiere bailar también les respondieron
El tambor volvió a sonar y Dasuki se lanzó al ruedo como uno de los mejores parejos. Por más que las niñas lo intentaron no pudieron derribarlo. Antes de que esto sucediera, él prefirió levantar las manos y saludar con la V de la victoria. El público no dejaba de aplaudirlo.
La voz de Rafa Peñalosa, presentador del evento, despidió al público con palabras de aliento: "Llegó la hora del cambio y tú eres importante", les dijo a los asistentes cuando éstos emprendían, felices, el camino de regreso a sus casas.