martes, 14 de junio de 2022

Entrevista al maestro Lázaro Cantero en exclusiva para Maicao al Día

Hace un tiempo en San Bernardo del Viento, logramos entrevistar de forma exclusiva para Maicao al Día al consagrado decimero Lázaro Cantero, quien nos habló de su hermoso arte, el cual lo hizo famoso en todo el país. 

Abrigados por la fresca brisa de Luna Caribeña, refugio hermoso del padre Francisco Coneo y todo el que se considere su amigo,  en las afueras del pueblo en donde nació Juan Gossaín, pudimos verlo en acción en una de sus presentaciones y, en una pausa de su trabajo tuvo la gentileza de concedernos una entrevista en la que también se refirió al padre de la gaita, Francisco Llirene

viernes, 10 de junio de 2022

Imaginarios y fronteras: leyendas de la maicaeridad

Imaginarios y Fronteras, en esta ocasión iniciamos un recorrido por las rutas de la maicaeridad con el homenaje al profesor Ramiro Choles Andrade, quien fue el autor de la letra del himno a Maicao y un referente de la educación y la cultura local : 


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viernes, 3 de junio de 2022

Diálogo con la sirena

 




Escrito por:
Genariel Pinsedo

-¿Hola Sirena, cómo estás?

-Muy bien, pero un poco ansiosa

-Y eso…¿por qué?

-Quiero pegarte otra vez

-¿Pero es muy urgente? Ando tantito ocupado

-Yo diría que sí es urgente, porque estoy muy muy ansiosa

-Pero no lo entiendo, ya me pegaste hace tres días, aún no se me borran de la espalda las huellas de los fajonazos

-Sí, pero vi una película y me tiene muy ansiosa. Ella le pegaba a él con mucho carácter, y se me subió la adrenalina

-¿Podrías esperar a la tarde?

-No, no puedo esperar a tanto

-Está bien, salgo para allá ¿Algo más?

-Sí, trae tu cinturón, el mío quedó un poco averiado el otro día

jueves, 2 de junio de 2022

El nacimiento de la princesa


Y como  ha transcurrido gran parte del día y nadie me ha felicitado, les voy a hacer  el reclamo porque hoy, hoy es día de mi cumpleaños. Se sorprenderán porque su memoria no les avisó y el supersabelotodo Facebook tampoco les avisó.

Bueno, en realidad, cumplir años como tal…no. Pero en este día de hace un corto tiempo me ocurrió algo muy bonito. ¿Quieren saber que fue?

Paso entonces a contarle. Un 2 de junio me convertí en papá por primera vez.  

La historia es como sigue.

Habíamos ido al altar y un año después Carlene, mi esposa, estaba en los días en que se inicia la cuenta regresiva.

Un día de mayo, poco antes de las elecciones presidenciales, fuimos de nuevo al hospital.

- “El bebé puede nacer entre el 1 y el 10 de junio, nos dijo el doctor Jack Salá Mendoza nuestro vecino del barrio San Martín y médico de cabecera, quien había tenido a cargo los controles de rigor durante el embarazo.

-“Ojalá sea el 10 para que sea el regalo de cumpleaños de mi papá” dijo Carlene emocionada ante la probabilidad de esa afortunada coincidencia.

En cambio a mí las cuentas no me daban, para  que la criatura fuera mi regalo del día del padre.

El primer día de junio acudí la Universidad en Riohacha, presenté mi parcial de sociología y me fui a la biblioteca a estudiar para el de administración financiera. A eso de las 6 de la tarde emprendí el regreso a Maicao y cuando llegué a casa me recibieron  con la noticia de que algo estaba sucediendo en el vientre de la madre primeriza:

-“Carlene ya va a parir, se la llevaron a casa de la hermana Blanca, váyase rápido para allá”

La hermana Blanca no era sólo la pastora de la iglesia sino la mamá de Carlene, una mujer celosa con su familia.  Cuando su hija comenzó a dar muestras de que estaba en las horas claves, se apoderó de ella, la instaló en una habitación de su casa y mandó a llamar al médico. Allí estaban reunidos los abuelos, tíos, y hasta la junta directiva de la iglesia. Sólo faltaba la persona que a esa hora corría más rápido que los campeones olímpicos de los cien metros planos para llegar al sitio en donde debería de estar.

Cuando llegué con el cuerpo inundado de sudor y la lengua de corbata el médico ya venía saliendo. Quise preguntarle algo, pero él se adelantó:

-“Todavía no es hora, cualquier cosa me llaman, voy a estar en la casa”

Y cuando dijo “voy a estar en la casa”, señaló hacia una de las viviendas ubicadas en la acera opuesta. Realmente teníamos muy cerca al doctor.

Y pobre de él por vivir tan cerca. Su sueño era interrumpido cada dos horas, porque el bebé anunciaba su nacimiento pero después retornaba a la placidez de su vida en la burbuja de líquido amniótico en que era tan feliz.

A las 5 de la mañana del día siguiente un ojeroso y envejecido médico en el enésimo exámen a su atribulada paciente por fin dio la orden que todos esperábamos:

-“Vámonos para el hospital, se acerca la hora”

Y nos fuimos todos en una camioneta Wagonier con capacidad para siete personas en la que de forma milagrosa y en abierto desafío a las leyes de la matemáticas, la física (y de tránsito) nos encarapitamos más de una docena de pasajeros entre quienes se incluían abuelos, tíos, vecinos, amigos. Cuando arrancábamos alguien tuvo la cortesía de abrir también un campito para la parturienta y su médico.

En el hospital esperamos un buen rato pendientes de los  dos bombillo, uno azul y otro rosado que anunciaría el nacimiento y el sexo del  o de la recién nacida.

A las 9:04 de la mañana la tranquilidad del hospital fue interrumpida por un fuerte llanto que inundó habitaciones, pasillos, salas, jardines y siete cuadras circunvecinas. Sobre el marco de la puerta se encendió el bombillo rosado y todos nos fundimos en un fuerte abrazo y algunos alaridos de felicidad que sólo fueron interrumpidos cuando el pastor Santander Ortega, abuelo de la niña nos invitó a orar para dar gracias a Dios.

Había venido al mundo Genevi, nombre que le eligieron sus abuelos, apócope de Genevieve, nombre en otro idioma de la bella ciudad de Ginebra y que tiene varios significados dependiendo del idioma del que se trate. En céltico es “ola blanca”; en francés y alemán: “de la raza de las mujeres”.

 

Como defensor del idioma nuestro prefería un nombre criollo fácil de pronunciar, común y hermoso como Juana, María, Dominga, Isnelda (como la abuela) Perfecta o Domitila, pero la familia me los rechazaba con serios gestos de desaprobación y acusaciones sobre supuesto mal gusto.

Me trancé con el rarísimo “Genevie” pero logré imponer mis dos condiciones: 1. Que me permitieran  “castellanizarlo”  y 2. Que me dieran libertad para escoger el segundo nombre. En uso de la primera condición decidí que el nombre se escribiría Yenevi y el segundo nombre sería Carlene, en homenaje al amor con que la sacrificada madre llevó en el vientre a semejante estrella de la belleza y la inteligencia durante nueve meses.

 

Tal vez nada de lo que he contado sea importante para usted,  pero lo es para mí que estoy cumpliendo años desde el día en que se encendió el bombillo rosado para anunciarme que me había convertido en papá por primera vez.

Deportivo Riohacha, puro amor y fútbol

De pie: Amado Reales, Manuel Padilla, "Sapuca" Hernández, Héctor "El Oso" Arévalo, Luis Pérez y Roque Pérez, Inclinados: Edgar Almazo, Sabino Martínez,, Jorge Olivella, Luis Montaño y Osmani Barros


Si usted creía que esta era una crónica sobre deportes siento mucho decepcionarlo, esta es una historia de amor. Pero la decepción no será tan grande: aquí usted se va a convencer que lo mejor del amor puro es la pureza del amor, en este caso amor a la camiseta, al fútbol y a los colores de una ciudad y un departamento. 

Corrían los primeros años de la década de los 80 y en La Guajira, al igual que en el resto de los departamentos del Caribe, sólo se hablaba de Junior y Unión Magdalena. En 1979 Unión estuvo a muy poco de lograr su segundo título profesional y Junior había sido campeón en 1977 y 1980. 

En Riohacha, con el liderazgo de Rafael Freyle, Lucky Cotes, Edgar Ferrucho y José Miguel Cotes,  surgió este equipo que se consagró como uno de los mejores del país en la recién creada Segunda División del fútbol colombiano.  Partido tras partido se consolidaba  y mostraba buen fútbol, además de notables resultados ante los mejores de la región. 

La campaña fue tan buena que le alcanzó para clasificar a las finales nacionales en compañía de Unión Magdalena en una demostración de superioridad sobre equipos como Junior, Sporting, Magangué, Soledad, Real Cartagena, Sabana Larga y Atlético Cesar, entre otros.  Además, el equipo despertó tal fervor que en cada partido del local  el estadio CalanCala  (Hoy "Federico Serrano")  tenía una gran asistencia de hinchas de Riohacha y Maicao. 

Esta nómina corresponde al  año 1985 y contaba con la dirección técnica de Pedro Vásquez, quien fue reemplazado después por Alfredo Griego. 

De izquierda a derecha figuran Amado Reales; Manuel Padilla, Víctor "Sapuka" Hernández, Héctor "El Oso" Arévalo, Luis Pérez (maicaero) y el portero Roque Pérez. Inclinados están Edgar Almazo, Sabino Martínez, Jorge Olivella, Luis Montaño y Osmani Barros ("El Almirante" del área). 

Sobre Jorge Olivella, un volante 10 de fútbol exquisito y una visión periférica notable, el periodista Francisco figueroa Turcios manifestó: "Si hubiera jugado en nuestros tiempos, estaría en uno de los mejores equipos de Europa"

En la final nacional, disputada en Ocaña, Norte de Santander, Deportivo Riohacha fue uno de los tres mejores equipos del campeonato organizado por la Difútbol. 

Foto y alineación, cortesía de: Francisco Figueroa Turcios

Agradecimientos a: lachachara.org


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