Escrito por: Alejandro Rutto Martínez
Son las 5 de la tarde de un día caluroso en Maicao y mi hija ha pasado a recogerme en la puerta del Maicao Juan Hotel, en donde me había dejado un poco antes. Al embarcarme le pido que me lleve a la casa del maestro Guillermo Ospina Vélez en la Comuna Número Cuatro en una lugar que no preciso, pero del cual recuerdo que está ubicado en la calle 22 muy cerca del templo católico del barrio San Antonio.
Mi hija conduce su
automóvil Renault color vino tinto con la pericia de quien lleva más de quince
años en el oficio. Uno de mis hobbies es acompañarla en la silla del
copiloto. La miro y me retrato yo mismo
un montón de años atrás cuando era pasajero frecuente en el puesto de la
ventanilla, en la volqueta de mi padre a la que todos llamábamos El Cotorrón.
Tiempos idos que nunca olvidaré.
Cruzamos las calles de la Comuna, una antigua zona cenagosa, recuperada gracias a las calle-canal y a programas oficiales de pavimentación. Los niños juegan descalzos en los solares, la gente se refugia del fuerte calor debajo de los árboles de nin que existen en las aceras y la tarde comienza a morirse.
La Comuna Cuatro se precia de albergar el estadio Hernando Urrea Acosta y el coliseo Jorge Toyota Novoa y la iglesia de San Antonio. En sus límites se encuentra una emblemática empresa de la familia Terraza conocida como “Las Carrocerías”, que le da su nombre a las manzanas adyacentes. En sus talleres se han fabricado desde los años setenta las carrocerías tipo estaca que utilizan los vehículos de carga de todo el departamento. Su época dorada fue la de los años de bonanza comercial cuando fabricaban las carrocerías de los camiones grandes llamados “siete y medio” en los que se transportaba la mercancía desde el puerto hasta las bodegas y almacenes de Maicao. Aún funciona, pero no como en aquellos tiempos cuando caravanas interminables de estos vehículos transportaban café o mercancías extranjeras.
Cuando estamos en el
sector indicado le preguntamos a la primera persona que encontramos y ésta, un
hombre de unos cincuenta años, nos señala un árbol de mango y nos dice:
-Es ahí, vayan con
confianza.
Al maestro Guillermo
todos los conocen en el barrio y, si no me niegan su dirección es porque saben
que a él nunca lo van a buscar para algo malo.
Hemos llegado al lugar
indicado y en la puerta de la casa veo una hermosa pareja de octogenarios
quienes disfrutan del sencillo paisaje consistente en una cantina frente a su
casa en donde los parroquianos juegan billar y beben cerveza, los motocarros
que pasan y las motocicletas que ruedan a toda velocidad a pesar de que es día
sin moto.
Antes de dejarme bajar
del auto mi hija me pregunta:
- ¿Qué vienes a hacer
acá?
- Voy a entrevistar al
maestro Ospina, le contesté
- ¿Y él quién es?,
volvió a preguntarme
- Él es la persona que
ha construido varias de las casas y de los edificios que vimos en todo el
camino. Además, fue fundador de la emisora del barrio y es el padre de la
navidad.
- ¿El padre de qué?,
alcanzó a preguntarme.
Pero no escuchó mi
respuesta porque el parlante de un altanero equipo de sonido en el volumen más
fuerte posible, se hacía sentir con una canción de Diomedes Díaz.
He llegado a la casa
del maestro Guillermo y, sólo en ese momento me doy cuenta de un detalle en el
que no había pensado…(CONTINUARÁ)
Bien dia a todos, el señor Guillermo es un patrimonio viviente del Barrio san Antonio y por ende de Maicao. Un bien merecido reconocimiento de su parte profe Alejo es importante destacar aquellas personas que han dejado huellas. 🙏🙏
ResponderEliminarEs un padre ejemplar y digno de echar para adelante y da buenos ejemplos
ResponderEliminarTan bello mi tío Guillermo alegro y sigue alegrando muchos corazones Dios lo bendiga , y ami tía Sarita juntos con sus hijos guerriandola siempre, gracias por ese detalle tan bonito de resaltar esa labor tan bella que a realizado toda una vida mi tío Guillermo. Lo digo con mucho orgullo
ResponderEliminarYo tambien lo conocí o lo conozco siempre con su gorra estilo cubano un señor de mediana estatura y muy conocido en su labor de albañil y en realidad conoce bien el inicio de construcción en maicao
ResponderEliminarSoy Geninson Soto
Gracias por tan lindo escrito qué le hace a mi abuelo profe rutto gracias por su cariño y respeto que le tiene me siento muy orgullosa de mi abuelo y el es una de las razones por la que me levanto todos los días
ResponderEliminarExcelente ser humano, Dios lo bendiga a él y a su familia
ResponderEliminarBuen señor 👍 👏 de ejemplo a seguir yo me acuerdo de la emisora un parlante 📣 en el techo dando las noticias misa y todas las mañanas y tardes el único noticiero que teníamos aquí en maicao gracias y más nadien quedó a cargó de éso
ResponderEliminarBueno, me alegra saber de Ospina como yo lo llamo. Lo suponía difunto porque creía haber escuchado que había fallecido. Francamente hace más de 5 o 6 años no he vuelto a saber de él. No lo volví a ver por las calles.ni he vuelto a escuchar el parlante con las noticias que nos tenía acostumbrados.
ResponderEliminarGracias Alejandro. Larga vida a Guillermo, espero con avidez el próximo capítulo.
ROBERTO SOLANO
Excelente relato 👏👍
ResponderEliminarLa honra a las canas y la sabiduría aquí expresada
ResponderEliminarExcelente persona. Un líder comunal de admirar y siempre preocupado por las novedades de nuestro barrio. Muchas bendiciones
ResponderEliminarUn gran ser humano, cordial, servicial en toda una palabra un experto en humanidades. Porque no solo construyó piedras con cementos sino seres humanos al su alrededor,una familia, una comunidad que da la vida por ella, gracias en nombre de maicao,por su altruismo y su vida llena de Dios
ResponderEliminarEn mi barrio de Barranquilla, barrio Montes, su escrito me hizo recordar a mi abuelo,ayudo a construir el barrio, mi mamá decía que era muy baratero , pero era su estilo de trabajo, quería que todos tuvieran su casita de material.
ResponderEliminarExcelente escrito profe.
Aplausos para el Señor Guillermo y mi admiración para el Profe, Rutto. Son ustedes, Dos bendiciones para Maicao y para la Humanidad
ResponderEliminarEspero la segunda parte, de esta hermosa historia maicaera
ResponderEliminarNo conozco personalmente al personaje de esta historia, pero aplaudo la exquisitez del relato y el reconocimiento a personajes insignes de mi Maicao.
ResponderEliminarExcelente como siempre 🙌🏻
ResponderEliminarExcelente crónica profe Alejandro. Todolo que escribes de los personajes ilustres de Maicao es muy hermoso
ResponderEliminarAlejandro Rutto admiro su forma de escribir ✒️ y sobre todo ese amor por las personas 🤍 Dios lo siga llenando de sabiduría y pasión por su prójimo 🙏
ResponderEliminarA pesar de vivir casi toda mi vida en mi amado Maicao, no conocí al sr Guillermo, pero me alegra saber todo lo que ha hecho por el pueblo...Gracias Alejo Amigo por esta bonita historia..🙏👍
ResponderEliminarBuenas noches.
ResponderEliminarInicié esta bella historia en el capítulo 4 que me compartió mi amigo Guaira.
Hoy mi amigo y hermano Alejo me invitó a leerlos todos y aquí estoy pegado haciéndole mucho caso. Jajaja
Estoy súper emocionado.
Ermofu