Biografías

viernes, 30 de enero de 2009

Una Maicaera nos escribe desde Sao Paulo (Brasil)

Hola, soy Leyvis Álvarez Román profesional en Comercio Exterior y les comentare como ha sido mi experiencia de tres años en Brasil.

Exactamente me encuentro en São Paulo que está a una distancia de 5 horas de vuelo desde Bogotá. La ciudad acaba de cumplir sus 455 años y es vista como la más grande del país y de toda Latino América y es el Principal centro financiero corporativo y mercantil, por lo tanto es la urbe mas rica de Sudamérica.

São Paulo es un gran centro cultural que cuenta con importantes monumentos y museos como el Memorial de América latina, el Masp en la Avenida Paulista que vale la pena visitarlos.

Más como todas las metrópolis enfrentan también problemas como exceso de automóviles, tránsito y congestionamento a pesar de contar con una red de transporte pública como el metro, buses y taxis, todavia no es suficiente para la gran población existente aqui.

São Paulo es una ciudad acogedora que abre sus puertas y no es por nada aquí existe una buena cantidad de inmigrantes venidos de todas partes del mundo como Italianos, Portugueses, Japoneses, Chilenos, Argentinos y también Colombianos: es una diversidad de etnias y costumbres, de los cuales la gran mayoría vinieron así como yo, con el motivo de profesionalizarse.

El pueblo Brasilero es muy carismático educado y atento a pesar de tener como barrera el Idioma ellos te brindan su apoyo.

La verdad no es difícil aprender la Lengua Portuguesa: en tres meses consigues entenderlo y para hablarlo es cuestión de perder el miedo a los errores y arriesgarse e intentarlo...

Bueno me Despido con algunas frases que les servirán si algun dia visitan Brasil

Oi Tudo bem, como vai?: Hola todo bien como estas?
Muito Obrigado: Muchas Gracias
Bom Dia: Buenos Dias
Boa Tarde: Buenas Tardes
Boa Noite: Buenas Noches
Com Licença: Con permiso

jueves, 29 de enero de 2009

VALOREMOS LA JUVENTUD

Por: Martín Barros Choles
Abogado – Columnista

La juventud simboliza la potencialidad, el esplendor y la fuente de prosperidad en los seres humanos.

Es el puente entre la infancia y la adultez, denominado pubertad.La juventud con todos sus contratiempos y complejidades, es maravillosa y encantadora.

Se cultiva: amor, fe, esperanza, ternura, amistad, compañerismo. Se inician las expresiones, aspiraciones y formación particular, con la cual acumulamos experiencias, identificando las tendencias y gustos, en el círculo cultural y social. Comparte vecindad y convive en familiaridad.
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La juventud dispara la voluntad original e innata de cada persona.
A partir del estado juvenil, se impulsan los caminos individuales en cada joven con la sociedad. Tienen la necesidad de compartir en grupos de amigos y compañeros, para departir comunicaciones, enamorarse y participar en eventos culturales, religiosos, políticos, deportivos, recreativos y conmemorativos.
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La juventud, como cualquier vehículo o equipo nuevo, es un aval de garantía para el servicio social. La juventud es una piedra rocosa y requiere de formación y apoyo académico y sentimental, para pulirlo, que brillen positivamente, materializando su talento, habilidades y capacidad de servicio, el interés general y particular.
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“Cada cabeza es un mundo” y “cada loco con su tema”. Los citados adagios populares, surgieron de expresiones humanas que no compartían con las limitaciones impositivas, practicadas en Estados, comunidades y sociedades.
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Los criterios imperantes, las doctrinas, el sectarismo, las estratificaciones, el fanatismo, las persecuciones y toda acción negativa; que priven la libertad de las personas, las discriminen y las humillen, degradándola; constituyen circunstancias que generan rebeldía natural e instinto defensivo, que se causan por motivos de dignidad y respeto al derecho de libertad individual, de libertad e igualdad.
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Cada persona es única, corporal y expresiva. Es necesario apreciarla y revaluar el estilo educativo implementado. Por la incoherencia con los sistemas tecnológicos y virtuales, que modernizan el sistema de vida.
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La ignorancia, la falta de conocimiento y el descontrol hormonal; inciden negativamente en el comportamiento y sentimiento de los jóvenes. Los hábitos, los tabúes, el amor propio, la inmoralidad, la sumisión, la corrupción, el servilismo, constituyen, condiciones y circunstancias; que afectan la estabilidad y formación de jóvenes.
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Muchas veces por incomprensión, apoyo y desgracia; se lanza a un infierno o paraíso diabólico, padeciendo de amor y libertad.Las torpezas, el optimismo y la alegría; es natural en el camino de la juventud. Aceptable sin descuidar y corregir errores, de manera amable y discreta. Enseñar es una virtud que grava en nuestra conciencia.
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Las diferencias en las personas se caracterizan por la formación e información, acumulada y aprendida en su mente. Los gobiernos poco se interesan de las inquietudes y proyecciones que brinda la juventud. No ofrecen oportunidades laborales y los relegan, despreciando la utilidad y la voluntad energética, que los apremian.
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Gozan de fortaleza, descontaminación, destreza, talento y sangre fresca; para garantizar actividades y servicios positivos, que requiere y necesita, la sociedad para participar en los proyectos, planes y programas comunitarios y sociales, sin depender o sujetarse, a circunstancias específicas, desagradables, reprochables e irrespetuosas.
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De la ignorancia, la desinformación y la educación, inadecuada; concatenada con limitaciones, discriminaciones, exclusiones, persecuciones, desempleo, tratos inhumanos, las manipulaciones engañosas, la deslealtad, el desamor, el odio, la envidia, la hipocresía, el egoísmo, la avaricia; abarcan el cumulo de hechos dicientes y contraproducentes con la juventud.
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La desatención y abandono, la falta de orientación y educación, acorde con la tecnología a nuestros jóvenes; es un medio propicio para que esta resulten víctimas, de cuantos males, estén enquistados en nuestra sociedad.
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Contribuyen a generar descomposición social y alteración del orden público, por abusos, exclusión y privilegios, originando cultivos de miseria y violencia, que ponen en peligro el Estado de Derecho. Sacrificando, desmembrando y denigrando, la dignidad de la juventud. Que por cosas de la vida, corren la suerte de la aventura y la fe, para demostrar lo que son y pueden ser, sin causar daños y brindar bienestar. Muy pocos jóvenes se atreven.
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Todos pueden, si lo quieren y se lo proponen. No teman a la torpeza, ni a las caídas. Los golpes enseñan y despiertan. Es peor adecuarse, condicionarse, cohibirse y sumergirse; por miedo al dominio de otros, por necesidades básicas o ignorancia y falta de voluntad deliberante. Si no se supera el miedo, se quedan a la deriva y el vaivén de lo malo, lo bueno y lo feo que depara la vida.Jóvenes, secundasen; “Una golondrina no hace verano”.
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Asuman la formación política y la preparación, para emprender en forma unida, la renovación política y la toma de poderes. En sus manos está el futuro. No se queden. Transporte varado no gana flete. Conservemos la juventud, aun cuando la edad nos contraríe, apoyemos, respaldemos e impulsemos a nuestros jóvenes.

Las malas y las buenas costumbres de los maicaeros

Por: Yeiner Acuña, Henry García y Keiner Brito

Las malas costumbres

1. Todos nos dedicamos a arrojar basura a las calles sin ver el mal que estamos haciendo al medio ambiente

2. Las malas expresiones verbales porque todo los tenemos que decir con malas palabras para que nos puedan prestar atención

3. Que todas las personas somos conformistas por que no buscamos solución a las cosas que se nos presentan con forme a abusos que presentan algunas entidades publicas que nos prestan los servicios

4. No respetamos las normas de tránsito que se encuentran situadas en los distintos puntos del municipio esto nos ha ocasionado el alza de accidentes en todo el municipio

5. Una de las más importante es que no respetamos la vida de las de mas personas puesto que cualquier problema lo queremos arreglar de manera violenta y no le buscamos la solución por medio del diálogo

6. También que somos muy chismosos que estamos pendiente a la vida de las demás persona y no a la nuestra, y mal informamos y cuestionamos todo lo que pasa

7. Manejamos en estado de embriaguez y nos creemos los reyes del camino y además exponemos la vida de las persona que van en el auto y la de los transeúntes

8. No respetamos los bienes públicos puesto que los destruimos y no le damos el valor que se merecen

Buenas costumbres

1. Somos solidarios por que nos gusta ayudar a las personas necesitadas y de bajo recursos

2. Somos respetuosos. Respetamos a nuestros mayores y no les salimos con groserías

3. Somos alegres por que nos gusta mucho las rumbas ya sea en familia o con los amigos

4. Somos responsables con los trabajos que nos tocan hacer o ejercer en nuestra vida cotidiana

5. Somos trabajadores y cumplimos con nuestras obligaciones ya sea en el trabajo o con nuestras familias

6. Somos orgullosos de ser maicaeros y lo demostramos donde sea

7. Queremos lo mejor para nuestras familias y trabajamos para lograrlo

8. Tenemos deseos de superación para ser grandes personas esto con el fin de ayudar a nuestra municipio

9. Somos honestos a pesar de nuestra reputación ante otros municipios

10. Somos muy creyentes a pesar de nuestra vida desordenada

Los mandamientos del perezoso

POR: Alejandro Rutto Martínez

La pereza, dicen, es la madre de todos los vicios. Esa es, por lo menos la opinión de quienes le hacen mala prensa a uno de los más conocidos deleites del género humano.

Nadie se declara perezoso como nadie se declara envidioso, porque la pereza y la envidia son demostraciones de inferioridad y nadie desea auto proclamarse menos que otro.

Sin embargo, el mundo està lleno de quienes disfrutan del dulce momento del no-hacer-nada y del encanto de de dejar los músculos en reposo.

Pero mucha atención: que nadie caiga en el error frecuente de confundir ocio y pereza. Tal equívoco equivale a confundir el cielo con las nubes.

Ocio es una pausa, un interregno generalmente breve entre dos períodos normalmente prolongados de mucho ajetreo y de trabajo excesivo.

Ocio es pausa, interrupción, paréntesis, intermedio. En cambio pereza, lo que se dice verdaderamente la pereza es una vocación, una forma de vida, una manera definitiva y consciente de emplear el tiempo.

Es, en resumidas cuentas, otra forma de ocuparse. De ocuparse en no hacer nada, por supuesto. Bienaventurados los perezosos porque son capaces de vivir sin la dictadura del reloj; porque no los preocupa el estrépito intenso de las bocinas ni el paso apurado del tiempo.

Dichosos ellos que no tienen tareas que realizar ni informes que entregar ni jefes a quienes responder. Felices quienes pueden reflexionar en la comodidad de la hamaca y en el movimiento pendular y plácido de la mecedora. Su vida, por lo menos, no está llena de angustia y en su historia clínica jamás aparecerá el estrés ni la neurosis ni la paranoia.

Para que disfruten de su incomparable placer les transcribo a “Los Mandamientos del perezoso”, porque cuando alguien se dedica a la pereza, como a cualquier otra actividad (¿La pereza es una actividad?) debe hacerlo en cuerpo y alma. Lean, aprendan y apliquen:

1. Ama el trabajo por encima de todas las cosas… pero preocúpate de que lo haga alguien con espíritu de camello.

2. No trabajes en vano…trabajar es una forma lamentable de obligarte a abandonar tu oficio de descansar.

3. Santifica la siesta, y la hora de la televisión…son momentos sagrados.

4. Honra la cama y la silla para que se alarguen tus horas de descanso.

5. No mates el tiempo, aprovéchalo dejando un trabajo que no has terminado y comenzando otro.
6. No levantes falsos testimonios al trabajo. Di la verdad acerca de él: que no te gusta.
7. Si vez a alguien esmerándose en trabajar, ten compasión de él y predícale acerca de la pereza: tu verdadera y única religión.

8. No codiciaras el ocio de tus semejantes, mejor aprovecha tu propia pereza.

9. No robarás las ideas que han tenido los demás para hacer menos cosas en más tiempo.

10. Recuerda que todo el que lee artículos sobre la pereza es un perezoso. Nunca se te olvide.

miércoles, 28 de enero de 2009

Tabaquera

Por: Luis José Barrios De la Hoz, instructor del SENA Regional Atlántico

Uno de los oficios que más fascinaba en el pueblo era la cacería. El arte de fabricar trampas de palitos, lazos con varas de guadua o de corozo o el de engomar las ramas con piñique para atrapar torcazas, codornices, palomitas silvestres de todas las especies y conejos, era una actividad común entre los jóvenes y este arraigo se remontaba a sus ancestros mocanás y que se mantenía aún viva a pesar de que los colonizadores españoles habían casi exterminado todas las costumbres milenarias de montería para reemplazarlas por las matanzas con el arcabuz y los perdigones impulsados por pólvora que diezmaban las bandadas de barraquetes y tangas que abundaban en los jagüeyes y que tanto miedo sembraban entre los nativos primigenios; pero el matar animales de monte a hondazos, era sólo una función casi de guerreros, porque cualquier enclenque no podía extender más allá de un centímetro de la horqueta al caucho negro de una verdadera honda.

Desde antes que empezara a caminar, Tabaquera tenía la destreza de tumbar desde su corral las totumas, pocillos de peltre, cucharas de palo y escarchar las bacinillas lanzándoles cualquier objeto, esto le producía cierta hilaridad y el estropicio que armaban los objetos al romperse alborotaba a su abuela que desprevenida realizaba oficios en la cocina diciendo – ¡¿Qué fue eso, Dios mío?! – y salía corriendo a ver que había ocurrido, encontrando el espectáculo de las totumas hechas añicos o las escamas de peltre del escarchado de las bacinillas desparramadas en el suelo de barro apisonado. – ¡No puede ser, en esta casa debe haber duendes o brujas ¿Quién se va a poner a partir los chismes a estas horas?! – además no hay por donde salir sin que yo los vea. Ha menudo se repetían estas cosas sin explicación alguna, tanto que terminó convencida que los duendes habitaban la casa y de remate hablaban con el niño porque él era el único que se reía y balbuceaba palabras ininteligibles dando palmadas de alborozo como festejando el acontecimiento. Por eso se le ocurrió cambiar de puesto a las lozas, calderos, ollas, totumas y la bacinilla de peltre. A los enseres los metió bajo llaves en una alacena de madera y anjeos y al vaso de noche lo dejó desde ese día, bocabajo en el escusado del patio trasero.
<> expresó aliviada al terminar su faena. Los destrozos cesaron y se dio por satisfecha, es más las risas y palmadas de alegría de su nietecito, también acabaron, por lo que se convenció aún más, de que los duendecillos, no sólo se habían marchado, sino que habían dejado de hablar con la criatura para enseñarlo a ser destructor.

Tres meses después, Tabaquera, ya caminaba y los duendes imaginarios de la abuela empezaron a aparecer, pero ahora por toda la casa.

El niño había afinado su puntería y catapultaba piedrecillas de cascajo usando una cuchara de plata a manera de artilugio medieval. Jamás descubrieron en la casa la causa de las roturas de los objetos, ni las artimañas infantiles del párvulo, por lo que todos los de la familia terminaron acostumbrándose a los estragos y que habían duendes esparcidos por toda la vivienda.

Tanto que una alcarraza de cristal italiano regalo de los furtivos amores de la abuela con un marinero desconocido cayó hecha pedazos y no hubo forma de encontrarle pegas porque todas eran diferentes y no encajaban, tanto que se convencieron que la vasija no era una sino dos o tres.

A nadie culparon del destrozo y nunca pensaron en el pequeñuelo porque no iba a alcanzar donde estaba colocada a tres metros de altura y que para bajarla tenían que utilizar una banqueta.

A medida que crecía, las incursiones del chiquillo, llegaban hasta el patio, las residencias vecinas y algunas veces en la calle, con las consecuencias sabidas, pero tampoco supieron el origen.

Ya adolescente, era un diestro hondero conciente de sus habilidades, desarrolló una técnica muy personal practicando a solas en los montes, arroyos y rozas de sus tíos o de su abuelo.

Su abuela que para ese entonces ya estaba entrada en años tenía una cierta predilección por él, claro su querido gurrumino se presentaba todas las tardes con alguna pieza de cacería, hoy podrían ser dos hermosos conejos, mañana una guartinaja, u otro día palomas torcaces y codornices.

El trabajo casero basado en la molienda de maíz en metates y el blanqueado del millo en el pilón le había forjado contextura envidiable, pero también un cariño especial por él, por lo que nadie preguntaba en casa para quien era el plato más lleno.

La destreza con la honda se fue perfeccionando día a día, de tal forma que aprendió a seleccionar las piedras por sus formas, pesos y texturas con el fin de utilizarlas con efectividad en las faenas de caza.

Podía saber con exactitud cual era la propicia para atontar un colibrí y dejarlo ileso y sin ningún rasguño y cual para matar a un gavilán a sesenta metros y desplumarlo de una sola pedrada. Su selección de guijarros era una colección que podría despertar la envidia del mejor de los edafólogos y las guardaba con gran celo.

Fabricó diferentes tamaños de hondas, livianas, pesadas, grandes, pequeñas y medianas elaboradas con maderas rebuscadas en las montañas y bosques de la región; cada una servía para algo diferente.

Sus prácticas eran de hasta tres horas ininterrumpidas de ejercicios y posiciones difíciles y complejas todos los días, nunca quiso participar con otros muchachos en los juegos de tiro al blanco en los playones de los montes. El sólo observaba en silencio matemático mientras sus coterráneos se ampollaban las manos por ser los mejores.

Tabaquera era capaz de tumbar hasta dos murciélagos en pleno vuelo nocturno, derribar lechuzas silenciosas, matar un saíno de una sola pedrada en la jeta sin que chillara, por lo que le daba la ventaja de derrumbar otros más, antes que se dieran cuenta los infelices cerdos silvestres que su manada estaba siendo diezmada por piedras invisibles.

Tiraba al suelo mangos, nísperos, anones, marañones, mamones y otras frutas sin dañarlas y las cuales caían en las mochilas y sacos que colocaba estratégicamente en el suelo.

Una vez casi le pega a un dirigible que iba para Puerto Colombia sino es por un gallinazo extraviado que se interpuso por casualidad en la ruta de la piedra y terminó con el corazón perforado muriendo sin agonía dos leguas más adentro porque siguió volando hasta posarse en un cocotero sin darse cuenta que ya estaba muerto.

Su abuela murió feliz a los ciento tres años, ensartando agujas y remendándoles los calzones y coletos a Tabaquera, con una lucidez maravillosa que supo el día de su muerte y se mandó a decir los nueve responsorios con una rezandera un año antes.

El joven se aisló más del mundo y se dedicó a perfeccionar sus técnicas de hondero. Esto lo hizo famoso en la comarca y su fama llegó más allá del otro lado del río, donde la gente se deleitaba descuartizando garzas y alcaravanes a hondazos.

Un mes de junio en medio de un aguacero llegó al pueblo un tirador experto para desafiar a Tabaquera de quien su fama era conocida y su leyenda había traspasado las ciénagas, montes de María, Ariguaní y Oca. Nadie en el pueblo supo decirle al extraño donde encontrarlo, sólo le dijeron, que el andaba por los caminos matando lobos polleros y zorros chuchos o dormido con su mochila de piedras debajo de un enorme árbol de higuerón que se distinguía fácilmente en la vía, además su inseparable carretilla llena de leños era un indicio de que estaba en los alrededores.

Así que sin perder tiempo ni esperar que escampara buscó a su contrincante y lo encontró empapado y dormido sobre la mochila de piedras a un lado de su carretilla y de la vía. Ya había escampado cuando el anónimo rival lo despertó. Se levantó con tranquilidad escurriéndose el agua de su ropa colocándose frente al viajero y antes que le explicara la razón del viaje ya le tenía una respuesta porque mucho antes que lo despertara lo había soñado cuando dormía bajo el aguacero.

A la mañana siguiente por la tarde se encontraron en un peladero en dónde se levantaba un enorme termitero como un volcán, Tabaquera colocó sobre el nido de comejenes un pollo con moquillo que había rescatado de ser degollado en la plaza del pueblo en las fiestas de San Juan por los delirantes parroquianos que con los ojos vendados y tirando machetazos a diestra y siniestra adivinaban donde estaban los pescuezos de las aves para trozárselos en medio del bullicio y el jolgorio.

La prueba consistía en que el forastero tenía que volarle la cabeza desde una distancia acordada, él por su parte cumpliría con lo que su contendiente le exigiera. No era una gran hazaña pegarle a un desgraciado pollo quieto para un experto que estaba acostumbrado en tumbar garzas lánguidas al otro lado del río.

Se apartó la distancia convenida, apuntó por entre el medio de la horqueta y su disparo hizo diana en la cabeza del animal quien callo muerto dando aleteos agonizantes sobre el pilón de barro, el foráneo iba a celebrar cuando un enjambre de abejas enreda pelos lo hicieron correr y chillar hasta que se tiró en un jagüey para librarse de ellas y que apenas se asomaba a la superficie le volvían a picar, salió malhumorado, lleno de barro y el pelo de verdín, por lo que urdió una difícil prueba para alzarse con el triunfo del mejor hondero, aunque no hubieran testigos.

Habló con su opositor y se alejó hasta una cerca de palos de matarratón, saco uno de sus dedos por encima del horcón más grueso, la tarea consistía en que le pegara a una distancia de más de setenta metros, una brisa de agua soplaba con fuerza y el día ya estaba en su ocaso. Sabía que la poca visibilidad y el viento se constituían en obstáculos difíciles de franquear por su oponente. En su mente sabía que tenía que quitar su índice unos segundos antes de que el tiro de Tabaquera le pudiera dar y volverlo a colocar tan rápido y dar la sensación de que el otro había fallado.

Tabaquera cargó su mochila, sacó un boliche de acero brillante que guardaba para ocasiones esperadas y esta era la oportunidad para estrenárselo, lo colocó en el zurrón de la honda, se adentró un poco al monte de tal manera que la posición que tomó era la de un novato, absurda y difícil, estiro el caucho, el foráneo no podía observar casi nada porque entre los dos un matorral de espinos se interponía en un vaivén de péndulo hipnotizador. Intentaba escudriñar su antagonista, cuando sintió que a sus espaldas se estrelló en un tronco de guayacán un objeto metálico con un sonido que más parecía un disparo de fusil que un primitivo hondazo. Se quedó esperando triunfante y sonriente a su contendiente.

Tabaquera avanzó hacia él con el aire sereno de los triunfadores expertos. El otro no concebía el por qué de la felicidad del otro, hasta que le señaló su dedo, con incertidumbre se lo miró y vio que lo tenía redondo, brillante, hinchado, dormido, con el aspecto de las guacharacas cuando mueren de una pedrada y con el conocimiento de que había perdido. Fue cuando tomo conciencia que ni siquiera había tenido tiempo de retirar el dedo porque en el mismo momento que lo pensó ya el balín le había volado la uña sin que él se percatara y se lo había sembrado con todo y balín en el tronco que estaba a sus espaldas.

El dedo se le despertó tres días después con un dolor insoportable y casi gangrenado. El curandero del pueblo creía que lo había mordido una mapaná y no que hubiera sido un disparo de honda, lo trató como hombre picado por serpiente, le envolvió el dedo con hojas de caraña, le dio a beber menjurjes para los golondrinos que le salieron en los sobacos por efecto del golpe y le dijo que por ningún motivo pisara mierda de gallina ya que se podía morir.

Cuando se recuperó no pudo jamás manejar de nuevo el arma sintiéndose con el honor pisoteado, hubiera preferido que la diana hubiera sido en el entrecejo, y no en el dedo que le daba la destreza y seguridad de no errar los tiros

Tabaquera prosiguió su vida de caminante y lanzando piedras con su honda maravillosa y con la conciencia de que si quería hacerlo podría matar a alguien por lo que no le disparaba a nadie con sus técnicas arcanas, porque sabía que les podría quitar la vida.

Nunca soportó que le llamaran Tabaquera y quien lo mencionaba terminaba escalabrado o cojo. Nadie caminando o en burro se atrevía a llamarle por su sobrenombre porque los cascajos los alcanzaban antes de la huida y sólo se atrevieron a hacerlo, hasta cuando llegaron los carros y la gente le gritaba desde sus vagones en movimiento: ¡Tabaquera!, él, tomaba su honda apuntaba hacia el suelo para que de rebote la piedra le pegara al osado tan sólo para hincharle el tobillo o herirlo en la cabeza y con los oídos zumbando.

Un día cualquiera lo encontraron dormido para siempre con su carretilla, la mochila de piedras de diferentes formas como almohada y su colección de hondas contra el pecho y que jamás pudieron manejar los demás porque a los pocos días a todas se las comió el comején como si fueran de balso dejando piloncitos de polvillo amarillo que el viento desparramó para no dejar así huellas de la existencia de las mortíferas armas ancestrales.

Dicen los caminantes que a veces en el camino se sienten los pasos del fantástico pedrero y el zumbido de las piedras que sin saber de donde vienen traspasan las hojas de los árboles espantando las cotorras de marzo.

Diciembre 21 2003

Leer otro cuento de Luis José Barrios

Una feria binacional

Por: Enrique Herrera Barros.

Ayer tuve la oportunidad de hacer una amena charla con el licenciado venezolano Gustavo García quien es el presidente de la 1ª. Feria Internacional de Turismo de Maracaibo y la vino a promover, evento que se llevará a cabo durante cuatro días del 3 al 6 de Junio de este año, en esa ciudad.

Ofrecen promocionar los restaurantes y hoteles de nuestra región, invitando desde luego a sus gerentes y directores, con el fin de que impulsen los sitios de interés y las cosas importantes que tenemos en nuestra región, será así, como tendremos la oportunidad de mostrarle no solo a los venezolanos, sino a muchos de los latinoamericanos viajeros por excelencia, tantas cosas bellas y buenas que tenemos y que muchas veces, ni nosotros mismos sabemos que existen.

Habrá una rueda de negocios, en la que participaran varios países de Sur y Centroamérica, con los respectivos Ministros de turismo a bordo entre otros el famoso cantautor Rubén Blades de Panamá.

Están impulsando la creación de un vuelo RiohachaAruba -Maracaibo , la empresa se llama Tiara Air. Arubana para mas señas. Aruba ta bon.

Está feria tendrá un recinto de 1400 Mtros2.

Habrá varios conferencistas profesionales del turismo, desde luego habrá como aprender, lo que tanto necesitamos, con acreditados chefs, reyes de la gastronomía regional. Se me hace agua la boca.

Pero a la pregunta de rigor: Licenciado García como hacemos para ir a esa importante feria? La respuesta fue sencilla, Chico facilito, te montáis en un carro y ya está.

Hasta ahí llegó el burro de los melones, cuando le dije, licenciado el consulado de Venezuela está exigiendo veintitrés requisitos para darle la visa a un colombiano aquí en Riohacha.

Me dijo, ya lo sabíamos.

Y entonces como se obviaran esta catarata de requisitos, ahora que el primo Hugo arregló el chico con Álvaro Uribe?

Me respondió, le vamos entregar al Sr. cónsul Gonzalo Tarazona González un documento en el cual le vamos a exponer nuestras inquietudes con respecto a esta situación, porque de otro modo no habrá quien viaje.

Dios quiera que esto sirva para arreglar esta situación que a ojo de buen cubero, no deja de ser catastrófica, no solo económicamente, sino social, porque se están perdiendo los lazos familiares y amigables que otrora compartíamos zulianos y guajiros que según Bolívar era la misma vaina.

Que tiempos aquellos cuando ir a Maracaibo a comer en Mi Vaquita, a Casa Paco, al Rompeolas a Tostadas el Veinticinco, e ir de compras a la Joyería Cupelo, a la Lago Motors, a la Ferretería el Cañadero, a la Casa Japonesa, a la Casa Sherizawa, a trajes Tortolero, era el pan de cada día y que se yo donde mas iba nuestra gente de compra y de paseo, pero Bogotá y Caracas se han empecinado en separarnos inmisericordemente.

Como añoramos esos tiempos, pero la política inconsecuente ha venido acabando con lo más preciado del hombre, La Libertad.

Ya no nos podemos mover como antes lo hacíamos, ahora somos prisioneros del bendito papeleo, y la tramitología, cuando no, de la coima, que no pudo romper, el acuerdo de naciones suramericanas, cuando dijeron que a partir del primero de Enero del 2008 con la sola cedula, podíamos ir y venir a la casa de las tías.
Dios quiera que vengan días mejores.

Licenciado García bienvenido a esta su casa y le deseamos mucha suerte, ahora cuando Ud. le está llevando la carta a su idem.

Buenos días.

Una feria binacional

Por: Enrique Herrera Barros.

Ayer tuve la oportunidad de hacer una amena charla con el licenciado venezolano Gustavo García quien es el presidente de la 1ª. Feria Internacional de Turismo de Maracaibo y la vino a promover, evento que se llevará a cabo durante cuatro días del 3 al 6 de Junio de este año, en esa ciudad.

Ofrecen promocionar los restaurantes y hoteles de nuestra región, invitando desde luego a sus gerentes y directores, con el fin de que impulsen los sitios de interés y las cosas importantes que tenemos en nuestra región, será así, como tendremos la oportunidad de mostrarle no solo a los venezolanos, sino a muchos de los latinoamericanos viajeros por excelencia, tantas cosas bellas y buenas que tenemos y que muchas veces, ni nosotros mismos sabemos que existen.

Habrá una rueda de negocios, en la que participaran varios países de Sur y Centroamérica, con los respectivos Ministros de turismo a bordo entre otros el famoso cantautor Rubén Blades de Panamá.

Están impulsando la creación de un vuelo RiohachaAruba -Maracaibo , la empresa se llama Tiara Air. Arubana para mas señas. Aruba ta bon.

Está feria tendrá un recinto de 1400 Mtros2.

Habrá varios conferencistas profesionales del turismo, desde luego habrá como aprender, lo que tanto necesitamos, con acreditados chefs, reyes de la gastronomía regional. Se me hace agua la boca.

Pero a la pregunta de rigor: Licenciado García como hacemos para ir a esa importante feria? La respuesta fue sencilla, Chico facilito, te montáis en un carro y ya está.

Hasta ahí llegó el burro de los melones, cuando le dije, licenciado el consulado de Venezuela está exigiendo veintitrés requisitos para darle la visa a un colombiano aquí en Riohacha.

Me dijo, ya lo sabíamos.

Y entonces como se obviaran esta catarata de requisitos, ahora que el primo Hugo arregló el chico con Álvaro Uribe?

Me respondió, le vamos entregar al Sr. cónsul Gonzalo Tarazona González un documento en el cual le vamos a exponer nuestras inquietudes con respecto a esta situación, porque de otro modo no habrá quien viaje.

Dios quiera que esto sirva para arreglar esta situación que a ojo de buen cubero, no deja de ser catastrófica, no solo económicamente, sino social, porque se están perdiendo los lazos familiares y amigables que otrora compartíamos zulianos y guajiros que según Bolívar era la misma vaina.

Que tiempos aquellos cuando ir a Maracaibo a comer en Mi Vaquita, a Casa Paco, al Rompeolas a Tostadas el Veinticinco, e ir de compras a la Joyería Cupelo, a la Lago Motors, a la Ferretería el Cañadero, a la Casa Japonesa, a la Casa Sherizawa, a trajes Tortolero, era el pan de cada día y que se yo donde mas iba nuestra gente de compra y de paseo, pero Bogotá y Caracas se han empecinado en separarnos inmisericordemente.

Como añoramos esos tiempos, pero la política inconsecuente ha venido acabando con lo más preciado del hombre, La Libertad.

Ya no nos podemos mover como antes lo hacíamos, ahora somos prisioneros del bendito papeleo, y la tramitología, cuando no, de la coima, que no pudo romper, el acuerdo de naciones suramericanas, cuando dijeron que a partir del primero de Enero del 2008 con la sola cedula, podíamos ir y venir a la casa de las tías.
Dios quiera que vengan días mejores.

Licenciado García bienvenido a esta su casa y le deseamos mucha suerte, ahora cuando Ud. le está llevando la carta a su idem.

Buenos días.

lunes, 26 de enero de 2009

Paciencia piojo que la noche es larga

Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

Michel d'Eychem, señor de Montaigne: "Las arrugas del espíritu nos hacen más viejos que las de la cara"


Era sábado, día de pago para quienes trabajaban en las faenas de construcción y mi padre salió de casa presuroso, cuando el sol indicaba que el mediodía daba paso a la tarde. Su finalidad: recibir el pago por todos los viajes hecho durante la semana a los ingenieros para los cuales trabajaba. Corrían los años setenta y en Maicao se construían grandes edificios, locales comerciales y bodegas para almacenar mercancías.

Cuando anochecía el viejo regresó con las manos vacías: el pago no se hizo efectivo y le pidieron esperar hasta el próximo lunes. Mi mamá, para consolarlo, echó mano de uno los dichos de su extenso repertorio y, antes de que siguiera con los lamentos le dijo "paciencia piojo que la noche es larga".

Así solía decir nuestra madre, una riohachera de pura cepa, cuando las cosas parecían complicarse y tomaban un color, digamos, poco favorable a los intereses de la familia o a nuestros deseos o esperanzas. Cuando ella decía así todos sabíamos que lo recomendable era tener calma y saber que el desenlace, de ser favorable, no sería en corto tiempo. Esa noche mi papá se que a dormir sin plata en los bolsillos pero con la convicción de que no debía preocuparse por algo que no estaba en sus manos resolver.

Mi madre y sus contemporáneos, casi todos ellos de pocos años en la escuela, aprendieron comunicación, lenguaje, música y hasta un poco de literatura en las tertulias vespertinas que los reunía a todos, niños, jóvenes, adultos y ancianos, para intercambiar las vivencias del día. Era un tiempo en que la palabra fluía, el tiempo se detenía y el conocimiento era compartido de manera franca, abierta y amena.

Algunos aprendieron más que otros pero nuestra representante en esas concurridísimas reuniones de la Calle del Carmen, aprendió, sobre todo, hermosas letras de boleros y dichos con los cuales nos guió durante todo el tiempo en que estuvo con nosotros. Y tenía uno para cada ocasión.

Por ejemplo, cuando veía sufrir a alguien, comentaba: "Caramba, ese pobre hombre está pasando más trabajo que Justo Rojas en Villanueva".

Nunca supimos quién era Justo Rojas, ni qué le pasó en cuál Villanueva. Pero sea quien haya sido fue un nombre que siempre nos inspiró pesar y un poco de piedad. No sabemos si fue un padre de familia desempleado o un político caído en desgracia o un campesino que perdió su finca hipotecada.

Pero, a juzgar por el tono con que se referían a él, debió ser alguien especializado en los más terribles sufrimientos.

Pero no era esa la única forma de referirse a quienes la vida probaba con los malos ratos. A veces, cuando se refería a sus propias penas del pasado, decía: "A mí en esa época me tocó pasar la mar de un brinco y la ciénaga de un pugío(sic)".

Muy grande debe ser el esfuerzo de quien atraviese el mar de un solo salto y una ciénaga con solo un grito lastimero, que es lo que aproximadamente traduce "un pugío". Y cuando esa forma de decir estaba muy repetida, entonces acudía a otra de sus máximas. "¿Qué como estoy? Aquí, como tres en el anca de un piojo, siendo yo la de más atrás".

Yo, que siento dolor ajeno cuando veo a tres personas montadas en una motocicleta, me imagino como sería el viaje sobre el minúsculo animal, más que todo cuando son tres viajeros. Y... ¿Qué tal "el de más atrás"?

En esos tiempos, al igual que ahora, había personas inclinadas a crear conflictos y meterse en problemas.

Para ellos, recuerdo dos frases contundentes, de las que se pueden publicar sin temor a que los niños las lean (porque también había de las otras): "Fulano cree que la mazamorra es caldo".

Y otra aún más contundente, como para regañar a un grupo de jóvenes con ganas de buscar pleito: "Y ustedes qué creen... ¿Qué la guerra es cumbiamba?

Poco a poco las velitas de la tertulia se fueron apagando y toda esa generación de sabios de la calle y poetas de la palabra sencilla fue silenciada por el paso inexorable del tiempo.

A mi mamá también le llegó el turno de partir y, cuando eso sucedió, el mundo se me hizo pedazos. Ella se fue en el momento en que más me hubieran servido sus frases, su apoyo, su sonrisa y el hombro en donde me recostaba cuando quería desahogarme.

Pero, un poco después de su partida, cuando tuve una de las pruebas más grandes de mi existencia, comprobé que ella me acompañaba desde la eternidad con las sabias frases que me enseñó en la infancia.

En medio de la turbulencia y los colores grises de la adversidad, alcancé el recuerdo me trajo su voz dulce y llena de convicción: Tranquilo mijo, que ningún hijo de Dios muere boca abajo"

viernes, 23 de enero de 2009

Maicao al Día gana premio de periodismo de "El Cerrejón"


Momentos en que Alejandro Rutto recibe el premio de parte de Julián González, gerente de Responsabilidad Social de El Cerrejón

Riohacha-. Ayer durante la entrega del Sexto Concurso Departamental de periodismo El Cerrejón, el jurado decidió conceder el premio en la categoría de internet a Alejandro Rutto Martínez, director de Maicao al Día por el trabajo titulado "Los tinteros de Maicao, empresarios de la tradición".

En el evento realizado este 22 de enro en el salón de eventos "Arrecifes" de Riohacha, fueron premiados además los trabajos correspondientes a la categorías de Radio, en la cual ganó Vital Acosta; prensa en la que ganó Víctor Polo y Carlos Lizarazo en televisión.

El Cerrejón, organizador del concurso, dio la máxima importancia al programa de premiación que contó con la presencia del presidente de la empresa León Teicher; la directora del Departamento Nacional de Planeación Nacional Carolina Rentería; el gobernador de La Guajira Jorge Pérez Bernir y el alcalde de Riohacha Jaider Curiel.

El jurado estuvo integrado por Alberto Martínez Monterrosa, decano de la facultad de Comunicación de la Universidad del Norte; el antropólogo Wilder Guerra y la directora de Semana .com María Teresa Ronderos.

Maicao al Día dedica este premio a Dios y a los vendedores de tinto de Maicao y lo comparte con sus lectores en 75 países del mundo.
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RIOHACHA, EL CAOS

Por: Enrique Herrera Barros
Enero 23, viernes, de 2009

Riohacha tiene más carros que Caracas, muy bueno, pero mucho carenene, que ya está bueno de ellos.

Pero la vaina es que no hay orden vehicular.

Se vienen una carrandanga de fiestas, unas encima de otras, Francisco El Hombre, La vieja Mello, y un sinnúmero de actos, foros, reuniones, seminarios, etc. Y no hay un regulador de transito, ni para una medicina, porque el Instram no los tiene o no los pone.

La gente se parquea donde le da la gana, a la izquierda como los ingleses, a la derecha como Dios manda, atravesaos, los colectivos recogen pasajeros en cualquier parte, las busetas, esos carranbachos viejos del año UPA, que todavía están dando jumo en pipa, se meten por cualquier calle o carrera, sin ser la que les toca, la gente se para a hablar en el medio de la calle, los bulevares están llenos de sais, con bolas de tamarindo, total la locura.

Y de las motos ni se diga, ahora chocan entre ellas misma a cada rato, y las clínicas, felices, saldo en la noche; siete patas partidas, ocho brazos quebrados, cinco mandíbulas rotas, seiscientos treinta y dos puntos de sutura y que viva la pendejá. Toño, Migue y Monsalvo, toteados de la R.

Adelantan por la derecha, se vuelan los semáforos, no llevan casco ni chaleco, cargan ocho y hasta diez personas de los cuales cuatro son muchachitos, atracan, se cagan en la noticia.

Total, esto se jodió, aquí no hay ley, ni Dios, ni Santa María, no hay autoridad.

Entonces, que va a pasar Dios mío? Esto no lo arregla ni la Vieja Mello.

Y de nuestro aeropuerto Almirante Padilla que? Hace días que está dañada la banda transportadora delantera, la de la entrada, pero como la curiosidad mata al gato, le pregunté a mi amigo Jesús Jiménez, quien es el gerente del aeropuerto, que cuando la arreglaban? me dijo que el problema era, que el señor que arreglaba eso, venía de Bogotá, maldito centralismo, pero que estaba ocupado en “arrepinga la paila” Casanare arreglando un bus, que luego se desocupe lo mandan. Que se va a asar si todo es hueso.

Bueno aquí no hay quien arregle esa vaina?

Bueno y cuando van a quitar la avioné con eta, que está en el parqueadero adornando nuestra desidia, fíjense que ya sacaron el avión que cayó en el río Hudson y era mas grande.

Será que tendremos que pedirle al sindicato de basuqueros que se haga cargo de ella? pa. eso si son buenos.

El parqueadero ya le quedó chiquito al aeropuerto, en el que también hay desorden, aunque yo creo que también nos está haciendo falta un poquito de cultura ciudadana, de cariño por la tierra, de afecto por nosotros mismos, pero es que hay mucho mítio, josco, jabao, culopuyú y jurga, que pasaron del garabato al suiche.

Pero fijense en algo, van a Barranquilla, Cartagena, Bogotá o Medellín y son unos perfectos caballeros, entonces quien los entiende?

No botan papeles a la calle, ni en el suelo, no se orinan contra la pared, hacen las escuadras, respetan los semáforos, no andan a mas de treinta, no pisan las cebras, dan las gracias, total, son unos angelitos, que si se llegaran a morir de un infarto ahí mismo, se iban pal cielo con to y ropa, no es sino que vuelvan a Riohacha y se convierten en burros con corneta.

Váyase pal carajo, Rosarito se acabó el hígado.

jueves, 22 de enero de 2009

POR ESPECULACION CON EL AGUA EMBOTELLADA: VENEZOLANOS Y COLOMBIANOS OBLIGADOS A TOMAR REFRESCOS GASEOSOS

MAICAO AL DÍA
Reflexión sobre la especulación y altos precios del agua embotellada en Venezuela y Colombia lo cual obliga al ciudadano a tomar gaseosas para calmar la sed, situación que es un problema de salud pública ya que las bebidas gaseosas afectan negativamente la salud a largo plazo..
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POR ESPECULACION CON EL AGUA EMBOTELLADA: VENEZOLANOS Y COLOMBIANOS OBLIGADOS A TOMAR GASEOSAS

Por:
Orlando Cárcamo Berrío
ocarcamob@yahoo.com



Invité a una amiga venezolana a almorzar en un restaurante de autoservicio en un centro comercial de la ciudad de Maracaibo, Venezuela. Mi amiga se sirvió un almuerzo rico en proteínas y vegetales y como no había jugos, entonces prefirió agua en lugar de Coca Cola o Pepsi Cola que eran las únicas bebidas gaseosas disponibles. Al pasar por la caja, mi invitada se trenzó en discusión con la cajera del restaurante por el elevado precio del agua. La botella de agua de 600 ml. tenía un valor de 4 bolívares fuertes (unos 4.184 pesos al cambio oficial de 1.049 pesos por bolívar fuerte) y el vaso de gaseosa 3,5 Bs.F. Prácticamente, con ese precio se nos inducía a tomar gaseosas en lugar de agua por ser menos costosas. En un ejemplar acto de protesta, mi amiga prefirió no tomar ni agua ni gaseosa o “refresco” como le dicen a la gaseosa.


El ciudadano promedio no entiende por qué se abusa con el precio del agua embotellada en ese país. En la producción del agua embotellada, los materiales empleados son agua y plástico. El agua a purificar tiene un valor ínfimo; el plástico, un valor bajo porque los ingredientes empleados –derivados del petróleo- son abundantes en Venezuela. La gasolina utilizada en los camiones que transportan el agua embotellada es la más barata de todo el mundo. Otra sería la realidad si el agua y las botellas de plástico fueran importadas desde los Estados Unidos o la Comunidad Europea y si la gasolina en Venezuela costara lo mismo que en los Estados Unidos o Colombia. En Colombia, un galón de gasolina extra (3,78 litros) cuesta entre 9.500 y 10.500 pesos lo cual equivale en el mercado negro de las divisas (a 480 pesos por bolívar fuerte) en la frontera entre 19,7 y 21.8 Bs.F; mientras que el mismo galón de gasolina extra en Venezuela (a Bs.F. 0,097 cada litro) cuesta 0,36 Bs.F. Es decir, el galón de gasolina extra en Venezuela cuesta unos 180 pesos colombianos. Si en Venezuela se pagara la gasolina al precio colombiano, razones habría entonces para dolarizar el valor del agua embotellada y de otros productos de primera necesidad.


El elevado nivel de especulación con el agua embotellada se percibe en Venezuela cuando tenemos que pagar más por una botella de agua que por llenar de gasolina el tanque de un automóvil moderno. Por esta razón, a manera de broma, cuando estoy en Venezuela con amigos siempre elijo pagar por el llenado del tanque de gasolina del carro para que otros inviten a tomar algo. Si la gasolina fuera potable, si se pudiera beber, muchos venezolanos preferirían tomar gasolina por su bajo costo.


En Colombia también se presenta la especulación con el agua embotellada. Una botella de agua de 600 ml. se vende en promedio a 1.500 pesos mientras una botella de gaseosa de 350 ml. cuesta 1.000 pesos. Este hecho obliga al ciudadano de menores ingresos, que son la mayoría de los habitantes del país, a optar por tomarse un refresco gaseoso por ser menos costoso en lugar de una botella de agua que es más saludable pero más cara.


Sin embargo, en Colombia, el ciudadano con menos capacidad económica tiene la posibilidad de tomar agua empacada en bolsas. Las compañías embotelladoras de agua sacan al mercado el agua de la misma marca y calidad en bolsas a un precio 75% menor. Este producto se encuentra al lado de las botellas de agua en la mayoría de los sitios públicos: restaurantes, universidades, colegios, terminales de transporte y aeropuertos. Una bolsa de 350 ml. se encuentra al precio de 300 pesos. Por el valor de una botella, 1.500 pesos, podemos obtener litro y medio de agua en bolsa con las mismas condiciones de higiene que la botella. En mi caso particular, cuando viajo compro una sola botella de agua de 1.500 y periódicamente la lleno con bolsas de la misma marca a 300 pesos, obteniendo así un ahorro significativo. Este ahorro no lo he podido tener en Venezuela debido a que en los sitios públicos solo se encuentra agua embotellada la cual se exhibe como un producto de lujo en vitrinas refrigeradas.


Considero que el sobreprecio del agua embotellada se presenta en parte por las siguientes razones. Los finales del siglo XX y comienzos del XXI han marcado una orientación hacia el cuidado de la salud física. Se habla cada vez más de llevar una sana alimentación combinada con una buena rutina de ejercicios diarios. En este contexto no tienen mucho lugar el consumo de bebidas gaseosas y azucaradas debido a los efectos dañinos que sus componente (Bióxido de carbono, azúcar en altas proporciones, ácidos, conservantes y colorantes.) que a largo plazo suelen tener el la salud y como motor de la obesidad. En su lugar se promueve el consumo de agua por los buenos efectos en la salud. Las compañías de gaseosas son conscientes de estas tendencias actuales y han tratado de adaptarse a los nuevos tiempos diversificando sus productos. Ahora no solo fabrican y distribuyen refrescos gaseosos sino también jugos, bebidas energizantes y agua embotellada.


Estas compañías fabricantes de gaseosas, generalmente multinacionales, parecen tener un programa oculto para mantener las ventas de sus marcas tradicionales de refrescos gaseosos y frenar de alguna forma el descenso en las ventas de sus marcas favoritas. El programa consiste en vender el agua embotellada a un precio más elevado que sus productos gaseosos llevando así a la gente a elegir una gaseosa por el menor valor con respecto al agua. De paso, las ganancias de estas compañías se elevan astronómicamente debido a los bajos costos de procesamiento del agua con respecto a las bebidas gaseosas que demandan mayores gastos en materias primas.


A la saga de las grandes productoras de bebidas gaseosas, han aparecido pequeñas empresas embotelladoras de agua atraídas por las jugosas ganancias de hasta 1.100 por ciento, las cuales en lugar de competir con calidad y precios bajos, se han dedicado a vender un producto caro y de una calidad cuestionable. Es decir, no tenemos en Venezuela una marca de agua embotellada a precios razonables


Considero que la mejor arma en contra de los especuladores es la no compra de los productos que estén por encima de los precios razonables o regulados. Imitemos el ejemplo de una periodista ecuatoriana que vive en Maracaibo y que no toma bebidas gaseosas porque quiere llevar una vida saludable. Ella suele llevar siempre en su bolso una botella de agua que ella misma llena en casa antes de salir a la calle. De esa manera se ahorra más de 80 bolívares fuertes al mes. Vale la pena hacer lo mismo.


La especulación con el agua embotellada y la escases del agua en bolsas en los lugares públicos no es ajena a la mentalidad de especulación que está tan de moda en el actual periodo histórico de Venezuela. Es éste uno de los problemas en los que el gobierno revolucionario se ha quedado corto siendo ello un problema de salud pública que merece atención y regulaciones en beneficio de las mayorías menos favorecidas económicamente. Se debe recordar que tomamos agua por sed y por buena salud no por lujo ni por moda. Se deben crear políticas públicas que declaren el agua en todas sus formas o empaques como un activo de la nación, un bien público comercializable a bajo costo.

EL EMBAJADOR DE LOS ESTADOS UNIDOS EN COLOMBIA WILLIAM BROWNFIELD VISITA LA MEZQUITA OMAR IBN AL KHATTAB


Por: Pedro Delgado Moscarella

Un evento sin precedente en la historia de la mezquita Omar Ibn Al Khattab se llevó a cabo este miércoles 21 de enero con la visita del embajador de los Estados Unidos en Colombia William Brownfield quien fue recibido por miembros de la Asociación Benéfica Islámica en cabeza de su presidente el Doctor Omar Elneser y el relacionista público y protocolo Ali Khorfan. La visita estuvo acompañada además por la primera autoridad del Departamento de la Guajira el Doctor Jorge Pérez Bernier.

La recepción se dio en un ambiente de cordialidad donde el embajador agradeció los esfuerzos que se dieron para recibirle junto con su comitiva y a la vez el Doctor Elneser le reiteró la voluntad de mantener la política de puertas y brazos abiertos a quienes deseen acercarse a la comunidad.

Después de la reunión en la sala de juntas de la Asociación Benéfica Islámica el embajador visitó el Colegio Colombo Árabe “Dar El Arkam” para posteriormente dirigirse al salón principal de la Mezquita donde recibió una información general sobre el Islam y las actividades de proyección social, cultural y comunitaria que desde el año 1982 han venido realizando las diferentes Juntas Directivas de la Asociación.

La visita culminó con un intercambio de obsequios por parte del Embajador al Imam de la Mezquita Sheikh Abdul Básit y la entrega de un presente al Embajador por parte del señor Alí Khorfan.

miércoles, 21 de enero de 2009

La cámara viajera de Osvaldo Bettin

Bucaramanga-. Osvaldo Bettin representó a La Guajira en Billar Libre y a Tres Bandas en los XI juegos de la ACORD.

En los ratos libres se dedicó a capturar imágenes de los juegos y de la Ciudad Bonita, para presentarlas a sus televidentes de Riohacha.

En la grafica aparece en compañía de Alejandro Rutto Martínez.

Los periodistas y el gobernador de Santander

Bucaramanga-. El pasado 15 de enero la gobernación del Huila ofreció una cena en honor de los periodistas asistentes a los XI juegos de Acord Colombia y uno de los invitados especiales fue el gobernador de Santander Horacio Serpa Uribe.

En la foto aprecen de izquierda a derecha el periodista Sixto A. Carrillo, Alejandro Rutto, Horacio Serpa y Harvy Cuesta Siossi.

Uno de los mejores ajedrecistas en XI juegos de ACORD


Bucaramanga-. Blas Morales se constituyó en uno de los mejores ajedrecistas de los XI juegos de la Asociación Colombiana de Periodistas Deportivos realizados en Bucaramanga.
A pesar de enfrentarse a rivales de gran trayectoria y a deportistas ganadores de medallas en recientes competencias, Blas mostró lo mejor de sí y se ubicó en el tercer lugar. Felicitaciones para este comunicador social que siempre representa con altura los colores de La Guajira.

Cata

Por: Luis José Barrios De la Hoz (Instructor del SENA Regional Atlántico)

Cata contemplaba boca arriba el rebaño de nubes algodonosas con orillas brillantes y todas de pezuñas inmaculadas sobre un fondo de danza azul que presagiaban la navidad. Unas galanderas revolotearon en estrepitosa bandada hacia las espigas de millo que se mecían al otro lado del barranco, despabilando los sueños de enamorado del fornido mozalbete y espantando las ovejas decembrinas que pastaban en el cielo.

-¡Ahora si que se acabó el año!- dijo hacia sus adentros, suspirando y desemperezándose y colocándose de pie sobre el sembradío de caña de azúcar de su papá Catalino. Un olor suave a miel pura de abejas invadía el ambiente. Inmediatamente se puso a aparejar su burro cho con una especie de ritual que más parecía un protocolo ortodoxo para vestir princesas medievales de castillos encantados, que un procedimiento de rutina campestre para ensillar jumentos.

Primero, le crinó la espesa crin pasando sus dedos, se diría que acariciándolos, luego le daba palmadas amistosas en la quijada –el animal comprendió que pronto emprenderían el regreso-, luego le colocó un sillón muy bien elaborado con madera de calabazo, le aseguró la grupera y revisó las amarras.

El feliz animal de hermosos ojos negros como bolas de billar número ocho, permanecía inmóvil como si estuviera amarrado al horcón imaginario de todas las tardes a la hora de la partida. Dos sacos de millo fueron atados simétricamente a cada lado, dándole a la bestia, el equilibrio exacto para que caminara por caminos estrechos, empinados y difíciles de transitar como las cuerdas flojas de los circos.

Colocó sobre la cruz del sillón, una mochila de majagua con una bangaña vacía que contenía chicha de yuca fermentada en una de las tinajas de cerámica que su hermana Delfina había elaborado como producto de sus habilidades exquisitas para darle formas a la arcilla, oficio heredado de sus ancestros mocanás con una fidelidad tal, que parecían artefactos traídos desde antes que los españoles destriparan las últimas vasijas buscando oro por las cercanías de Malambo, pero, que tenían las cualidades de permanecer nuevas en el tiempo.

Ya se disponía para el regreso, cuando se acordó del encargo de su madre – “Cata, que no se te vaya a olvidar de traerme unas hojas de camajorú, porque voy a hacer pasteles el veinticuatro” –, así que sin desesperarse, hizo un ademán tan claro, que el burro lo tradujo como una orden de espera por lo que se puso de inmediato a mordisquear unos pedacitos de yuca secos por el sol que habían quedado esparcidos cerca de los tres bindes todavía cálidos por el último almuerzo.

Sacó un costal de tela de algodón que tenía impresas en azul unas frases en inglés, se lo había regalado un forastero que acostumbraba a hospedarse en todas las vacaciones de diciembre en “la Cristina”, una casa de bahareque bien construida sobre horcones de coralibe y corazones de trupillos y con un alto techo de palma amarga amarrado con bejucos de cadena y malibú, por maestros caseros malamberos y de Guaimaral y que sus abuelos piojoneros contrataron cuando se establecieron para siempre frente a un torcido árbol de trébol, para no volver jamás a la Serranía de Piojó y dársela más tarde a su padre Catalino, como regalo de compromiso cuando se arrejuntó con Cristina, su madre.

Sus abuelos y parientes eran unos rústicos labriegos, colorados y amonados, que se habían dedicado siempre al cultivo de la caña de azúcar y que en una época de sequía vinieron a parar cerca de un árbol de trébol encontrando un lugar propicio para sus cañaduzales por la cercanía de manantiales transparentes y de aguas plácidas. Por lo que lo hacía ascendiente directo de los fundadores de Pital.

Antes de abandonar sus tierras de origen sus ancestros, comercializaban a lomo de burros, melaza para fabricar panela en Cartagena. Abrieron caminos, fundaron trochas y todas se volvían a cerrar en pocos días, por lo que siempre regresaban por un sendero distinto a aquel por donde se habían ido.

En sus largas travesías desafiaron una hechicera legendaria que habitaba en las montañas, extraviando a los incautos viajeros entre lianas y bejucos encantados y espinosos, que se enmarañaban de tal forma que el sol podía aparecer en cualquier parte menos en el sitio exacto, así que terminaban embotados y despistados sin acordarse donde estaba el pueblo y cuando lo encontraban estaban tan perdidos que ni ellos mismos se encontraban, por lo que era lo mismo devolverse y seguir por caminos sin huellas, comiendo lobos polleros, ardillas y raíces extrañas.

– “Un día de estos, alguno de ustedes va a terminar embrujado, irrespetuosos” –, decía una anciana que miraba con desaprobación a los intrépidos mercaderes.

Ellos nunca le contestaron, ni le hicieron caso, es más se iban borrachos jueves santo, para aparecer lunes de pascuita con ganas de seguir bebiendo guarapo fermentado de los trapiches artesanales en forma de palanca y los que ellos le pusieron el nombre de “vieja” para burlarse de la bruja de la serranía.

Cata bajó hasta el cauce del arroyo, el sol todavía dejaba ver su luz agonizante entre las ramas más bajas de los altos árboles de carito y caracolí, apresuró el paso conciente de que la búsqueda tenía que ser rápida porque la noche caería de un momento a otro sin dar espera.

Caminó unos pasos por entre las aguas cristalinas que formaban especie de pequeño estuario de diminutos ríos que se juntaban una y otra vez para desaparecer y aparecer otra por entre los miles de agujeros labrados en las piedras sedimentarias de los fondos y que formaban especie de mesitas por donde el agua se despeñaba en forma de cascadas burbujeantes y borbotones de espumas transparentes y esferas multicolores, donde jugaban pececitos grisáceos y vivían camarones gigantes que custodiaban armados de tenazas descomunales, las entradas de las piedras, pero que preferían esconderse al paso del novel campesino.

Atisbó un árbol muy joven de camajorú de hojas suculentas y propicias para el encargo, que parecían enormes manos verdes con sus nervaduras bien marcadas, que bien podrían ser leídas por una quiromántica adivina con el fin de leer el futuro de las siembras.

Escogió las mejores y más sanas y con sumo cuidado las fue colocando una encima de la otra como hojaldres delicados en el saco de tela de algodón que tenía impresas en azul las frases en inglés y que le había regalado el forastero.

No faltarían algunas, cuando, vio en el recodo del arroyo, una encantadora y hermosa mujer de cabellos largos, negros y de brillo fascinante, que se acicalaba su cabellera con sinuosos y sensuales movimientos que enervaban los sentidos.

Su ropa volátil y transparente dibujaba su cuerpo más allá de sus entrañas y los pliegues se confundían con las suaves ondas del agua como si formara parte del mismo vestido convirtiendo el arroyo en un traje de nupcias que llegaba hasta los pies del buscador de hojas.

Estaba sentada en una roca que nunca había estado allí a la manera de las sirenas griegas dándole la espalda. Sin saber que aire respirar, si el de ese diciembre encantador o el del hálito de embrujo de la Venus pueblerina caminó por entre las aguas, subió piedras resbaladizas patinadas de verdín sin perder el equilibrio, trazó huellas sobre las hojas secas y doradas que flotaban en la superficie y así permanecieron bien dibujadas hasta que caminó sumergido hasta el cuello y volvió a emerger frente a la más hermosas de las mujeres que hubiera visto jamás, quedando paralizado con un aire de neptuno idiotizado.

Sus ojos por un instante se acordaron de su novia para más nunca acordarse de ella, sus labios temblaban como alas de colibrí y deseaba que la fantástica hembra le diera un beso así fuera mortal y ahogarse en el fondo del estanque.

No sabe cuanto tiempo pasó allí frente a la sensual afrodita y cuando recordó estaba en la otra orilla totalmente seco como si nunca se hubiera chapaleado entre las aguas, ni caminado por las piedras resbaladizas, ni caminado con el agua hasta el cuello en la poza.

El costal de tela de algodón estaba en sus manos con las mismas hojas de camajorú apiladas como hojaldres, frescas y sin ningún rasguño. El burro lo estaba esperando medio asustado con sus orejas paradas y sus ojos de bolas de billar número ocho donde se dibujaba su amo, uno en cada pupila, uno antes del encuentro y otro después del encuentro.

De un brinco saltó sobre su montura y sin decir nada y con la sensación de haber hecho el amor mil veces, no maniobró siquiera las riendas, el cuadrúpedo equilibrado por los sacos de millo, lo llevó al pueblo por los senderos estrechos y pendientes, pasó por entre bejucos y palizadas, cruzó por el marco del playón del pueblo muy cerca de un árbol legendario que se erguía torcido al lado de una capillita de barro y paja de enea, cruzó el portón de su casa y llegó al establo justo en el momento en que comenzaban a salir las últimas estrellas.

Descendió del animal como todas las tardes, pero esa vez de noche, bajó todos los pertrechos y las hojas de camajorú con el mismo protocolo con que los había subido. Cristina su madre lo observaba y lo dejó terminar para reprenderlo por la tardanza cuando su hijo cayó desmayado y ardiendo en fiebre.

Las luces de unas linternas de gasolina Cóleman iluminaban el cuarto donde lo acostaron en un catre impecablemente limpio, una cobija de retazos multicolores como un tablero de ajedrez de carnaval lo arropó hasta el día siguiente entre delirios entrañables y balbuceos de amor.

El único médico que había llegó hasta el día siguiente, se quedó con él a solas, le abrió los ojos, le tomo el pulso, la temperatura, le examinó la lengua para aparecer una hora después en el umbral de la puerta de la alcoba diciendo:

“Tiene un resfriado de los mil demonios” entregó una receta garabateada en jeroglífico de médico y se marchó. La fiebre no le bajó en cinco días y cuando lo dejó, despertó del otro lado del mundo sin reconocer a su novia, con unas ganas espantosas de comer raspado de melaza y soñando con los caminos que llevaban al arroyo.

Cata siguió su vida de enamorado sideral, con su alma puesta en el monte y su cuerpo en el pueblo, gastaba su tiempo haciendo juegos con estacas y puntales de madera de carito, que a manera de trapiche emborrachaban a los niños y jóvenes de la plaza en medio de los chirridos de los carbones de la ingeniosa máquina en forma de T y el vómito de los osados jugadores que pagaban un centavo para marearse dando vueltas y ver la capilla del pueblo en todas direcciones.

Cuando se acordaba de la bañista encantada le daban ataques y terminaba cansado, sonriendo y acostado de nuevo en catre con la sábana de cuadros de colores. Todos en el poblado aseguraban que una fiebre mala lo había trastornado, “le ha dado el trapiche, fue en milagro que se salvara” decían otros.

Lo único que nunca se le olvidó fue el arte de nadar y bucear en las cacimbas del arroyo y lo hacía con tanta maestría que el más cuerdo de los pitaleros. En sus zambullidas sacaba del fondo de los estanques piedras en forma de corazoncitos, que sólo él podía encontrarlos en los intrincados agujeros secretos de los cantiles. Ninguno otro pudo sacar alguno parecido.

Él los volvía a tirar para encontrarlos nuevamente en el lugar menos inimaginable; en sus idílicas búsquedas subacuáticas que duraban más de lo normal, se sumergía en la Guaya y aparecía en el Chorro de la Laura y nunca nadie descifró los pasadizos lacustres y secretos, tanto que la gente también pensaba que de tanto nadar se le había metido agua en el “coco” y se había enloquecido.

Un día lo encontraron bien temprano tumbado, boca abajo y sin respirar en el agua menos profunda, más cristalina y apacible del arroyo, cerca del pozo del diablo. Nadie creyó que se hubiera ahogado. Lo enterraron a tres metros de profundidad y se llevó una cara de felicidad y con la parte del corazón caliente como los días de la fiebre.

Jamás supieron que su fiebre no era un resfriado por bañarse sofocado, sino de un amor embrujado y que la única persona que sabía la verdad, una viejita que le predijo a sus abuelos – “Un día de estos, alguno de ustedes va a terminar embrujado, irrespetuosos” –, había fallecido hacía más de cuarenta años al otro lado de la serranía; ni tampoco descifraron que su muerte se debió a una convulsión de amor en la arena en un nuevo, último y definitivo encuentro con su adorada mojana, cuya misión era llevarse a uno de los Villanueva, así fuera un descendiente aunque terminara enamorada de él.

Capturadas tres personas y recuperado dos automotores hurtados


Maicao- La Guajira, (ANNP. Enero 21 de 2009) Como respuesta a la información suministrada por la ciudadanía y a la realización de patrullajes, requisas y Puestos de Control adelantados en el municipio de Maicao y las vías del Departamento a fin de contrarrestar la piratería terrestre y el hurto de automotores; en las últimas horas en diferentes acciones la Policía Nacional capturó a tres personas y recuperó dos automotores.

El primer operativo policial se llevó a cabo en la carrera 3 con calle 12 de Maicao, donde investigadores de la Seccional de Investigación Criminal (SIJIN), a través de labores de investigación, seguimiento y colaboración ciudadana, permitió capturar a tres personas de 31, 33 y 36 años de edad y recuperar el camión marca Mitsubishi de placas UVY-558, color blanco, modelo 2007, avaluados en 100 millones de pesos.
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El vehículo había sido hurtado el pasado 18 de enero en la vía que de Fundación conduce a Cienaga Magdalena.

Por otra parte y continuando con los operativos en el municipio de Barrancas en la calle 13 con carrera 9, uniformados recuperaron un vehiculo marca Daewoo, color blanco, de placas GBH-72Z, modelo 2000, el cual fue hurtado en Venezuela el 20 de enero del año 2006.

OBAMA, PRESIDENTE

Por: Enrique Herrera Barros


Barack Husein Obama, el 44° presidente de los Estados Unidos de America.

Parece ser por las claras líneas de su trazo, que escogió la vía de Abraham Lincoln, the honest Abey, como lo llamaban sus amigos y que a él, le gustaba que lo llamaran así.

Tiene mucho su discurso de posesión para escoger en su contenido, que va desde lo humilde a lo altivo y de lo concreto a lo etéreo, sin quitar los pies de la tierra.

Teniendo como tenemos en nuestro territorio, dos empresas americanas, que soportan nuestra economía y que son claves en el entorno energético- económico mundial, debemos estar atento, a lo que en su intervención en el día de ayer, dijo en su discurso el presidente de los Estados Unidos, cuando en una u otra forma nos atañe el devenir económico de la poderosa nación del Norte y por ende de sus empresas diseminadas en el mundo entero, de las cuales dos están aquí.

Sería insensato no estar a tono con su discurso.

Vale la pena recordar algunos de sus magistrales pasajes:

En uno de sus brillantes párrafos dice; “En este día nos reunimos porque elegimos la esperanza en lugar del temor, la unidad de objetivos en lugar del conflicto y la discordia. (1) aquí fue futurista y pacifico.

En otro dice: Reafirmamos la grandeza de nuestra nación comprendemos que la grandeza nunca está asegurada. Debe ser ganada…. (2) aquí fue inmensamente sensato y probo.

Cuando dijo: Domaremos el sol y los vientos y la tierra para alimentar nuestros vehículos y hacer funcionar nuestras fábricas…. (3) aquí fue convincente y gregario.

Y acotó: Y a quienes entre nosotros manejamos el dinero público se nos debe pedir cuentas, para gastar en forma sensata, acabar con los malos hábitos y ser transparentes, porque solo entonces podremos restaurar la vital confianza entre el pueblo y su gobierno. (4) aquí dictó una cátedra linconliana, para quienes creen que tener un empleo es sinónimo de despilfarro y de que lo que no nos cuesta hagamos lo fiesta.

Y cuando casi remata: Nuestros desafíos pueden ser nuevos. Los instrumentos con los que los enfrentamos, pueden ser nuevos. Pero todos estos valores de los cuales dependen nuestros éxitos – trabajo duro y honestidad, valor y lealtad, tolerancia y curiosidad, lealtad y patriotismo – son antiguos. Esos valores son verdaderos. Han sido la fuerza silenciosa del progreso a lo largo de nuestra historia (6) Nos recordó que lo que nuestros abuelos nos enseñaron, son cátedras que siguen vigente, aunque la tecnología de pronto, diga lo contrario.

Y lo saludamos. God Bless America.

OTRO ASPECTO INTERESANTE DE LOS ESCORPIONES: SU TAMAÑO

Por Cesar Augusto Roncallo Salcedo

Comúnmente, las personas tienen en concepto de que los escorpiones y los alacranes son animales diferentes y que esa diferencia esta dada por el tamaño y en algunos casos por el color, siendo para ellos los de colores mas oscuros y los de mayor tamaño, los escorpiones y aquellos de menor tamaño y de colores claros son los alacranes e incluso alcanzan a teorizar sobre el que el veneno de los escorpiones es mas activo que el de los alacranes.

Hoy en este nuevo documento que hemos preparado quiero referirme inicialmente a la diferenciación que hay entre escorpiones y alacranes y luego a las implicaciones que tiene el tamaño de estos artrópodos.

Visto desde el carácter científico Escorpión y Alacrán son un mismo animal, la diferencia esta en el origen semántico de las palabras que designan los nombres Escorpión proviene del latín Escorpius que castellanizado quedo como Escorpión, Alacran viene del árabe Al Agrab que al ser castellanizado quedo como alacrán, todo esto debido a las dificultades de percepción fonéticas que los dos idiomas que originaron las denominaciones iníciales presentaban para los pueblos Ibéricos en tiempos remotos.

Aclarado este aspecto nos centraremos en lo que al tamaño se refiere.

Todos los organismos vivientes muestran una fenotípia (apariencia morfológica) que es regida por una carga genética que llamamos Genotipia.

Dentro de los rasgos fenotípicos el tamaño es un de ellos, controlado por genes específicos, pero este control no es rígido, por el contrario muestra una cierta plasticidad, que permite que muchos factores ambientales como la temperatura, naturaleza de y características físicas del nicho ecológico en el que el animal desarrolla su historia de vida influyan en el así como factores bióticos como la reproducción, la capacidad adaptativo, la plasticidad genética, disponibilidad de alimento, y muchos otros mas influyan en la variedad de tamaño que exhiben las especies de un misma familia y aun de un mismo genero.

ü El tamaño tiene una estrecha relación casi de retroalimentación con las ratas metabólicas y las características estructurales de un individuo y sus habilidades para adaptarse a los factores climáticos (frio, calor humedad relativa, etc.) (Myers, 2001; Brownel y Polis, 1947; Oliver et al, 1979; Calder 1984).

ü El tamaño unido a menudo esta relacionado con a la historia de vida del organismo, así como a la fecundidad, la fecundidad y la extensión de vida (Cole, 1979, Gadgil y Bossert, 1970; Oliver et al, 1979; Roff, 1981, Rose y Charlesworth, 1981 a, b; Speiss y Speiss, 1986).

ü El tamaño influencia la interacción ecológica afectando el estatus del individuo como potencial competidor, predador y/o presa (Morse,1974; Wilbur,1975; Peters, 1983; Polis 1984; Wermer y Gillian, 1984, Ebenman y Persson, 1988).

ü También afecta la estructura de la población y la organización de la comunidad trófica en un area dada.. Muchas especies no tienen adultos de un tamaño uniforme, esto entendiéndolo como una consecuencia ecológica evolutiva en donde actúan muchas fuerzas de selección natural y ambiental que actuaron en el pasado marcando adaptaciones determinantes y que aun actúan dinamizando las fuerzas evolutivas.

La variación natural puede y de hecho causa variaciones de tamaño por acción indirecta en los caracteres genéticos, correlacionados con la en la fecundidad y la edad de madurez sexual (Via y Lande, 1985; Stearns y Koella, 1986), Fundamentalmente el tamaño es una resultante de la interacción de estos rasgos de la historia de vida.

ü La baja disponibilidad de alimento en algunos ecosistemas favorece a aquellas especies genotípicamente pequeñas, ya que requieren de un poco cantidad de energía para sobrevivir (Case, 1978, Lynch, 1980, Lawlor, 1982, Person, 1985, Garritsen, 1984, Lindsted y Boyce, 1985).

ü Las variaciaciones de tamaño del cuerpo de los organismos son una resultante evolutiva por adaptación al tamaño de las presas disponibles para ese animal, presas más grandes son mas eficientemente manipuladas por un predador mas grande (Shoener, 1969, Case y Cody, 1983).

ü El tamaño podría estar determinado por la predación selectiva que sobre el animal como presa sea ejercida, esta es una de las razones fundamentales por la que las especies exhiben diferentes tamaños.

ü Temperaturas mas cálidas favorecen el crecimiento en los organismos ectodermales, si las ratas de crecimiento son incrementadas ( Stearns y Koella, 1986, Voohier, 1996)

ü Los animales con morfotipo pequeño tienen ventajas reproductivas debido a que alcanzan una madurez sexual en un menor tiempo (Cole, 1954; Stearns y Koella, 1986)

ü El tamaño puede estar relacionado con factores sociales intra e interespecificos, tales como la selección o agresión sexual (Case y Cody, 1983, Bentun, 2001, Glass, Holt y Slade, 1985) el canibalismo infantil o infanticidio como se le conoce podría ser además una estrategia evolutiva de selección de predador- presa y/o evasión de predación.

ü Los escorpiones como importantes conductores en los flujos de energía y en las cadenas de alimento, son predadores intermedios de gran actividad, en donde el tamaño juega un papel critico de competitividad y de presión (Holt, 1985; Roncallo, 2007)Los escorpiones muestran en muchos especies variaciones geográficas en tamaño corporal y en patrones de color (Mc Cormich y Polis, 1986;Williams, 1980; Koch, 1981; Polis y Sisson, 1990).

ü Asi pues si miramos a los escorpiones no atravez de los modelos mecanisticos de análisis, sino de una manera integral en donde son la resultante de la confluencia de factores bióticos y abióticos, el encontrar diferencias estructurales y de tamaño no seria inexplicable a la luz de conceptos como el de "Intraguild de predación" (IGP) Holt y polis en numerosos trabajos de análisis de población y dinámicas de las mismas en diferentes aéreas de observación y trabajos experimentales, en los que nos ilustran sobre estas sinergias de los individuos como tales y como partes de un conjunto

ü Otra explicación podría estar dada por la densidad de población, lo cual facilitaría dinámicas intrapoblacionales como el canibalismo de los dominantes sobre los dominados, como una forma de controlar los niveles de competencia alimentaria, aun cuando la cantidad de alimento disponible sea óptima.

ü Otra seria la presencia de patógenos y parásitos que de una u otra forma ejercen el papel de controladores de población, lo cual obligaría a procesos evolutivos por adaptación para la adquisición de resistencias a los mismos.

ü Finalmente la presencia de factores antropicos tales como la invasión, modificación y/o destrucción de los hábitat, las fumigaciones que actúan como modificadores dramáticos de las densidades poblacionales y que modifican las tasas de reproductividad y alteran las señales o estímulos químicos correlacionados con la reproducción, provocando comportamientos caóticos y sin los patrones nórmales de selección de pareja.

Todas estas enunciaciones las hemos venido observando sobre todo en dos poblaciones de escorpiones Centruroides margaritatus margaritatus, en Riohacha una cuyo nicho ecológico esta ubicado en el cementerio central de la ciudad y el otro núcleo ubicado en el sector del Dividivi, en las cuales hemos encontrado diferencias en el tamaño hasta de un 15% en la población adulta, lo expuesto anteriormente explica este interesante fenómeno.

Quiero desde aquí agradecer a todas aquellas personas que me han venido colaborando con la captura de animales estos son Luisa, Geovany, Jimmy, Luis y Jaime, a mi esposa quien ha sido el sostén y paciente motor de estas muestra investigaciones.
Lea otro artículo del doctor César Roncallo sobre los alacranes