Así como lo leemos, por estos días nos dejó Lucho, uno de los barberos más conocido de Maicao durante varias décadas. Junto a José Pérez formó un dúo de gran respeto en el gremio de la peluquería, similar al que conformaron Rafael Orozco e Israel Romero en la música vallenata.
Su local se ubicó en varios
lugares de la carrera 12 y la calle 15, se mudaron varias veces, pero nunca se
alejaron mucho del sitio conocido como “Rumba Licores”. La Peluquería de Los Pérez tenía un estilo en
su disposición y decoración que le daban un toque distintivo a sus decenas de
clientes: afiches gigantes y bien logrados de artistas y deportistas, cómodos
sillones para quienes hacían turno, aire acondicionado y televisión conectada a
TV Cable.
Todo eso era muy importante
porque los clientes debían hacer largas esperas antes de sentarse en la silla
en donde las prodigiosas manos de Joselito o Lucho les harían el corte deseado.
Los dos socios manejaban una
ética inquebrantable: los clientes de José sólo podían ser atendidos por él e
igual los de Lucho. Cuando uno de los dos viajaba el cliente esperaba a que
regresara pero por ningún motivo acudía a otra persona.
Yo era cliente de Joselito y me
costó bastante convencer a Lucho de que tenía una emergencia el día en que me
iba a graduar en la Universidad. Al fin se compadeció y me atendió bajo la
rigurosa promesa de que no dijera nada. Sobra decir que cumplí hasta hoy mi
pacto de confidencialidad.
La peluquería era además un
centro de información. De las noticias nacionales nos enterábamos a través de
la tele o de El Heraldo, cuyo ejemplar del día llegaba todos los días a las 8
de la mañana. Además, teníamos a disposición las revistas más importantes: Cromos,
Cambio y Semana.
Las noticias locales corrían por
cuenta de todos los clientes, bien sabemos que las noticias llegan primero a la
peluquería del pueblo que a cualquier otra parte.
Hace un tiempo los clientes
recibimos la mala noticia de que la peluquería finalizaba sus servicios después
de tanto tiempo. Joselito se trasladó a otra ciudad.
Lucho, por su parte, estaba muy
enfermo, tanto que se vio inhabilitado para seguir en el ejercicio de su
profesión. Día tras día su salud
menguaba y la lucha por la vida se hacía más difícil.
El pasado 24 de agosto la familia
dio a conocer la noticia: Lucho había emprendido el camino hacia la eternidad.
Todos creíamos que el apellido de
Lucho era Pérez, como el nombre de la legendaria barbería, pero el aviso fúnebre
nos hizo enterar de que no era así. En realidad, su nombre era Luis Emilio
Lagos Martínez, el esposo de Mileidys Sarmiento y padre de dos hijos: Jualed, Yaxi Milena, Eduardo y Arjadis.
Nuestras sentidas condolencias a
su familia. Nos queda el recuerdo del gran Lucho, uno de los mejores peluqueros,
y de la Barbería de los Hermanos Pérez, sus periódicos del día, su buen aroma y
sus noticias frescas.
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