Biografías

martes, 19 de abril de 2016

Prólogo del libro "El Espíritu Santo, mi gran amor y mejor amigo"

Escrito por: Alejandro Rutto Martínez 

El Espíritu Santo vive con nosotros y entre nosotros, pero lo más maravilloso es el hecho de que habita DENTRO  de nosotros, pues somos SU templo, tal como lo afirma el apóstol Pablo en  1 de Corintios 6:19.  

Es un gozo enorme saber que, a pesar de la ilimitada extensión del universo, el Gran Consolador haya elegido nuestro cuerpo para alojarse allí y hacer de éste un templo, y como templo, un centro de santidad.  

A pesar de lo anterior, la mayoría de los creyentes tienen un concepto difuso sobre el Espíritu Santo y este es uno de los motivos por los cuales el libro que ahora usted ahora lee cobra vital importancia, pues nos conduce a tener un mayor conocimiento de su majestuosa y resplandeciente figura.

Su autor, José Duque es un joven estudioso de la Biblia que aprovecha distintos escenarios y medios para predicar la Palabra de Dios:  el púlpito ubicado en la acera de una vieja calle bañada por el inclemente sol dela media mañana del Caribe; las páginas inmaculadas de los libros en los que ha consignado el mensaje que florece en el fondo de su corazón;  los canales de televisión comunitaria en los que se ha convertido en un símbolo de  una juventud que piensa diferentes; por medio de las veloces ondas hertzianas de las pequeñas emisoras populares; y, desde luego, en el púlpito de las iglesias a donde frecuentemente lo invitan para llevar la enseñanza de la Biblia.

La sonrisa sincera, plena y  permanente de este hombre de Dios oculta los avatares del pasado, desnudados con destreza en las páginas de este libro.  Fueron varias e impactantes las experiencias que la vida le ofreció antes de que decidiera dedicarse, de manera, definitiva e irrevocable, al llamado que Dios le había hecho.  Con las fuerzas renovadas y la llama del Espíritu encendida en todo su ser, José Duque logra superar una crisis existencial que lo llevó al borde del abismo, un encuentro personal con las huestes del maligno y se ve de frente con la difícil situación de tener a su señora madre agobiada por una de las enfermedades denominadas interminables.

En uno de los más crudos episodios de su vida se encuentra solo en una pequeña habitación, rodeado de todo y de nada y de pronto siente un deseo superior a sus fuerzas de quitarse la vida y cuando está a punto de hacerlo siente la presencia física de Jesucristo quien lo invita a seguir adelante y tener un nueva oportunidad en donde le servirá solo a él, con sus fuerzas, su alma y su talento.

Recién salido de los surcos inconmensurables de la tristeza, dobla rodillas, entrega su vida a Jesús, y promete hablar, escribir y testificar de lo que el Espíritu Santo ha hecho en su vida.  El bullicioso entorno de su ciudad natal y el embriagador llamado de los placeres que rodean a la juventud no lo seducen.  Por el contrario, con paso firme y seguro decide caminar por el camino estrecho de la sabiduría,  bajo las pocas y generosas sombras del trópico ardiente en una vida que dedicará por entero a su Creador.

De todas esas experiencias nace un libro de buenas enseñanzas espirituales,  cuyas líneas están guardadas en un empaque autobiográfico y que será de gran utilidad para quienes deseen mejorar su vida espiritual y conocer mejor a Aquel de quien nos habló Jesús cuando nos dijo: Pero el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, los consolará y les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que yo les he dicho. (Juan 14:26)