Alejandro Rutto Martínez
1. Argentina fue superior. En algunas ocasiones se atribuye la derrota al clima, a las circunstancias, a la ausencia de jugadores claves o a los fallos arbitrales y cuesta darle el merecido reconocimiento al rival. En este caso, debemos aceptar sin rodeos que la Argentina de Martino se paró mejor en la cancha, aprovechó sus virtudes y capitalizó los errores del contrario, para asegurar un resultado que pudo ser aún más amplio.
1. Argentina fue superior. En algunas ocasiones se atribuye la derrota al clima, a las circunstancias, a la ausencia de jugadores claves o a los fallos arbitrales y cuesta darle el merecido reconocimiento al rival. En este caso, debemos aceptar sin rodeos que la Argentina de Martino se paró mejor en la cancha, aprovechó sus virtudes y capitalizó los errores del contrario, para asegurar un resultado que pudo ser aún más amplio.
2. A Colombia le pesa el mal momento o la falta de continuidad de algunos de sus jugadores más importantes. Cristian Zapata no es el mismo de sus mejores épocas, James Rodríguez solo muestra chispazos de su buen fútbol, Carlo Bacca y Teófilo Gutiérrez no encuentran el camino del gol y Macnelly Torres no logró hacer una buena sociedad en el medio.
3. No se generan opciones de gol. La única vez que Colombia pudo inquietar a Argentina fue por un error de la defensa, conjurado oportunamente por los guardametas “Chiquito” Romero. Un equipo con aspiraciones de ganarle al finalista de la última edición del mundial tiene que anotar. Sobre todo cuando actúa de local en un estadio completamente lleno.
4. La debilidad en la marca. Colombia extraña en cada partido a Abel Aguilar y ahora también a Carlos Sánchez. Los encargados de la marca en el medio no salen en las portadas de las revistas, ni ganan sondeos de popularidad y su trabajo es poco reconocido, pero se notan mucho cuando no están. Parte del equilibrio de la Selección en el mundial se lo dieron sus hombres de marca quienes recuperaban en el medio y detenían a los rivales al tiempo que surtían a las figuras, como sucedió con el pase de Abel Aguilar para anotar el legendario gol del estadio Maracaná ante Uruguay. La falta de presión en el medio hizo que Argentina le quitara el balón a Colombia y desnudara por completo sus falencias defensivas.
5. La mala entrega de algunos defensores. Fabras, por ejemplo, es un excelente defensor y tiene un futuro inmenso en la selección, pero cada pelota que llega a sus pies es entregada a un rival. Grave situación para un equipo que sustenta su buen juego en la posesión del balón.
6. La falta de jerarquía del equipo para afrontar la adversidad. Algo así como la garra charrúa de los uruguayos que nunca se dan por vencidos. O la energía de los ecuatorianos que no se dejar meter miedo de los rivales grandes y son capaces de derrotarlos aún cuando juegan de visitante, algo que también sabía hacer Colombia y que debe recuperar de manera urgente.
7. James no estuvo en su acostumbrado nivel. Y no es para preocuparnos, pero la selección se está volviendo “Jamesdependiente”. Para esto hay dos soluciones: que el 10 del Real Madrid recupere su nivel o que la Selección tenga un juego colectivo que funcione con los actores que estén en buen nivel.
Seguramente las dos cosas van a ocurrir en los próximos partidos y Colombia va a recuperar no solo su buen nivel de juego, sino sus opciones de clasificar al mundial.
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