Por: José Carlos Molina Becerra
Desde que tengo memoria siempre escuché a los antiguos y sabios guajiros, que el problema estructural del conflicto colombiano radica en la profunda inequidad social y la pésima redistribución de las oportunidades y las riquezas en nuestra patria querida.
Desde que tengo memoria siempre escuché a los antiguos y sabios guajiros, que el problema estructural del conflicto colombiano radica en la profunda inequidad social y la pésima redistribución de las oportunidades y las riquezas en nuestra patria querida.
Tan es así, que hace cuatro (4) décadas muchos jóvenes se vincularon al movimiento subversivo, con el sueño y la esperanza de llegar al poder y buscar el anhelado equilibrio político y socioeconómico que garantizara un gobierno progresista y resolver el problema que dio origen al conflicto.
Hoy nos encontramos con la amarga realidad que el conflicto no ha terminado, que el movimiento subversivo se degeneró, que los horrores de la guerra y el negocio de la droga desnaturalizaron los ideales políticos de la dirigencia guerrillera y por eso nadie se siente representado por ellos; pero la inequidad social y la pésima redistribución de las oportunidades y las riquezas, no solo continua sino que se agudiza día a día en cada nueva administración. (Observe los índices de pobreza, del empleo, desplazados, salud y educación).
Si ese análisis es correcto (como lo creo), en estas elecciones uno debería buscar una propuesta programática y política, que permita o posibilite resolver el real y genuino problema de fondo en el país: LA INEQUIDAD SOCIAL. Lo cierto es que estamos frente a tres (3) propuestas bien claras y definidas: Una que defiende el establecimiento y que fundamenta su administración en la SEGURIDAD DEMOCRÁTICA; lo que implicaría más de lo mismo. Otra, que critica fuertemente la Seguridad Democrática y propone la “TRANSFORMACIÓN CULTURAL Y EDUCATIVA DE COLOMBIA”.
Plantea combatir la ilegalidad y fortalecer los valores a través de los programas de cultura ciudadana. La tercera, la que propone el candidato GUSTAVO PETRO, fundamentada en la EQUIDAD SOCIAL (Una política para disminuir la desigualdad y la pobreza); expone que la “PRODUCCIÓN DE LA RIQUEZA NECESITA DEL SABER, DEL CRÉDITO Y DE LA TIERRA URBANA Y RURAL”. Y a mi juicio un complemento indispensable: LA DEMOCRATIZACIÓN DEL SABER Y LA SALUD COMO UN BIEN PÚBLICO, para que deje de ser un negocio de particulares.
¿A que ciudadano decente no le gustaría que nuestro sistema de salud tenga un modelo de atención primaria integral, en manos del Estado y con énfasis en la medicina de atención directa y preventiva en la comunidad?
¿Qué los médicos estén en el barrio y la vereda, y no el ciudadano en la puerta del hospital? ¿Qué los médicos cumpliendo su juramento hipocrático tenga como prioridad prestar un servicio de excelencia y no los intermediarios de la salud pendiente de maximizar las ganancias sin importar la el destino del paciente?
PETRO viene planteando, como propuesta para el agro: “La exportación de alimentos es la oportunidad más realista de articularnos productivamente con la economía mundial. Propongo un nuevo modelo de desarrollo construido alrededor de la producción alimenticia agraria y la industria agroalimentaria”. El dice que así el campesino “encontrará EL CAMINO DE LA PROSPERIDAD ECONÓMICA, QUE ES EL VERDADERO NOMBRE DE LA PAZ”.
Afirma que “el incremento de la oferta alimenticia y su subsidio acabará el hambre en Colombia y permitirá el incremento del salario real y el nivel de vida. Que abrirá la puerta a partir de los diálogos y acuerdos locales y regionales a la reconciliación entre los colombianos”.
Uno puede creer o no creer, puede confiar o no confiar, en las propuestas, partidos y candidatos. El ciudadano Colombiano está en su legítimo derecho de desconfiar de los actores políticos, por años de frustración y desesperanzas; pero Gustavo Petro ha dado muestra en su vida pública, de tener EL CARÁCTER DEL HOMBRE HONESTO, que es capaz de desafiar y enfrentar a las mafias, por construir un congreso decente. Acordémonos que gracias a su valiente denuncia se destapó la llamada “PARAPOLÍTICA” y muchos de los congresistas que se beneficiaron con el dinero, de la sangre y el desplazamientos de miles de colombianos están hoy judicializados.
Con algunos de mis más cercanos amigos, con quienes mantengo un dialogo fraterno, franco, descomplicado y lejos de la emotividad que produce en ocasiones el tema político electoral, he venido sosteniendo diálogos y opiniones diversas, frente a los temas centrales y programáticos de las campañas presidenciales. Para mi, el tema principal como ya lo dije, es ERRADICAR LA PROFUNDA INEQUIDAD SOCIAL reinante en este país; como dijera un gran hombre del Caribe que se nos adelantó en el viaje final: “MIENTRAS EXISTAN PERSONAS EN ESTE PAÍS QUE TENGA QUE SALIR A BUSCAR EL DESAYUNO CON CUCHILLO, ESTAREMOS MUY LEJOS DE CONSEGUIR PAZ”.
Por su puesto existen opiniones muy respetadas, que les apuestan a gobiernos que se aprestan a combatir la ilegalidad y fortalecer los valores a través de los programas de cultura ciudadana. Frente a ello sostengo, que primero debemos construir equidad Social y con ello estaremos fortaleciendo los valores del ser humano.
Finalmente quiero decirles que sin pertenecer al partido POLO DEMOCRÁTICO, votaré por GUSTAVO PETRO, porque creo que es el que mejor representa e interpreta nuestra realidad; entiendo perfectamente que no será fácil, que las circunstancias electorales actuales nos indican que las mayores probabilidades de éxitos la tienen el partido de gobierno, por el inocultable poder de la maquinaria, que cuenta con los grandes medios de comunicación y los demás factores que inciden aún en esta democracia imperfecta. Lo que si me parece falto de principio, es que uno termine sufragando por el favorito de las encuestas, con el mediocre y manido argumento de no perder el voto.
O retirase de una campaña porque las encuestas no le favorecen.
RECUERDE: El voto no es una mercancía; no estamos eligiendo un producto cosmético, estamos eligiendo un presidente… eligiendo un futuro de país.
¡Voten por el que crean que es mejor, sin importar lo que señalen las encuestas y si cree que nadie lo merece, vote en blanco, pero vote por favor!
José Carlos Molina B
Hoy nos encontramos con la amarga realidad que el conflicto no ha terminado, que el movimiento subversivo se degeneró, que los horrores de la guerra y el negocio de la droga desnaturalizaron los ideales políticos de la dirigencia guerrillera y por eso nadie se siente representado por ellos; pero la inequidad social y la pésima redistribución de las oportunidades y las riquezas, no solo continua sino que se agudiza día a día en cada nueva administración. (Observe los índices de pobreza, del empleo, desplazados, salud y educación).
Si ese análisis es correcto (como lo creo), en estas elecciones uno debería buscar una propuesta programática y política, que permita o posibilite resolver el real y genuino problema de fondo en el país: LA INEQUIDAD SOCIAL. Lo cierto es que estamos frente a tres (3) propuestas bien claras y definidas: Una que defiende el establecimiento y que fundamenta su administración en la SEGURIDAD DEMOCRÁTICA; lo que implicaría más de lo mismo. Otra, que critica fuertemente la Seguridad Democrática y propone la “TRANSFORMACIÓN CULTURAL Y EDUCATIVA DE COLOMBIA”.
Plantea combatir la ilegalidad y fortalecer los valores a través de los programas de cultura ciudadana. La tercera, la que propone el candidato GUSTAVO PETRO, fundamentada en la EQUIDAD SOCIAL (Una política para disminuir la desigualdad y la pobreza); expone que la “PRODUCCIÓN DE LA RIQUEZA NECESITA DEL SABER, DEL CRÉDITO Y DE LA TIERRA URBANA Y RURAL”. Y a mi juicio un complemento indispensable: LA DEMOCRATIZACIÓN DEL SABER Y LA SALUD COMO UN BIEN PÚBLICO, para que deje de ser un negocio de particulares.
¿A que ciudadano decente no le gustaría que nuestro sistema de salud tenga un modelo de atención primaria integral, en manos del Estado y con énfasis en la medicina de atención directa y preventiva en la comunidad?
¿Qué los médicos estén en el barrio y la vereda, y no el ciudadano en la puerta del hospital? ¿Qué los médicos cumpliendo su juramento hipocrático tenga como prioridad prestar un servicio de excelencia y no los intermediarios de la salud pendiente de maximizar las ganancias sin importar la el destino del paciente?
PETRO viene planteando, como propuesta para el agro: “La exportación de alimentos es la oportunidad más realista de articularnos productivamente con la economía mundial. Propongo un nuevo modelo de desarrollo construido alrededor de la producción alimenticia agraria y la industria agroalimentaria”. El dice que así el campesino “encontrará EL CAMINO DE LA PROSPERIDAD ECONÓMICA, QUE ES EL VERDADERO NOMBRE DE LA PAZ”.
Afirma que “el incremento de la oferta alimenticia y su subsidio acabará el hambre en Colombia y permitirá el incremento del salario real y el nivel de vida. Que abrirá la puerta a partir de los diálogos y acuerdos locales y regionales a la reconciliación entre los colombianos”.
Uno puede creer o no creer, puede confiar o no confiar, en las propuestas, partidos y candidatos. El ciudadano Colombiano está en su legítimo derecho de desconfiar de los actores políticos, por años de frustración y desesperanzas; pero Gustavo Petro ha dado muestra en su vida pública, de tener EL CARÁCTER DEL HOMBRE HONESTO, que es capaz de desafiar y enfrentar a las mafias, por construir un congreso decente. Acordémonos que gracias a su valiente denuncia se destapó la llamada “PARAPOLÍTICA” y muchos de los congresistas que se beneficiaron con el dinero, de la sangre y el desplazamientos de miles de colombianos están hoy judicializados.
Con algunos de mis más cercanos amigos, con quienes mantengo un dialogo fraterno, franco, descomplicado y lejos de la emotividad que produce en ocasiones el tema político electoral, he venido sosteniendo diálogos y opiniones diversas, frente a los temas centrales y programáticos de las campañas presidenciales. Para mi, el tema principal como ya lo dije, es ERRADICAR LA PROFUNDA INEQUIDAD SOCIAL reinante en este país; como dijera un gran hombre del Caribe que se nos adelantó en el viaje final: “MIENTRAS EXISTAN PERSONAS EN ESTE PAÍS QUE TENGA QUE SALIR A BUSCAR EL DESAYUNO CON CUCHILLO, ESTAREMOS MUY LEJOS DE CONSEGUIR PAZ”.
Por su puesto existen opiniones muy respetadas, que les apuestan a gobiernos que se aprestan a combatir la ilegalidad y fortalecer los valores a través de los programas de cultura ciudadana. Frente a ello sostengo, que primero debemos construir equidad Social y con ello estaremos fortaleciendo los valores del ser humano.
Finalmente quiero decirles que sin pertenecer al partido POLO DEMOCRÁTICO, votaré por GUSTAVO PETRO, porque creo que es el que mejor representa e interpreta nuestra realidad; entiendo perfectamente que no será fácil, que las circunstancias electorales actuales nos indican que las mayores probabilidades de éxitos la tienen el partido de gobierno, por el inocultable poder de la maquinaria, que cuenta con los grandes medios de comunicación y los demás factores que inciden aún en esta democracia imperfecta. Lo que si me parece falto de principio, es que uno termine sufragando por el favorito de las encuestas, con el mediocre y manido argumento de no perder el voto.
O retirase de una campaña porque las encuestas no le favorecen.
RECUERDE: El voto no es una mercancía; no estamos eligiendo un producto cosmético, estamos eligiendo un presidente… eligiendo un futuro de país.
¡Voten por el que crean que es mejor, sin importar lo que señalen las encuestas y si cree que nadie lo merece, vote en blanco, pero vote por favor!
José Carlos Molina B
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