Fuente: Revista Semana
1. Respaldo parlamentario menor
Desde que Andrés Felipe Arias proclamó su precandidatura presidencial, en febrero de 2009, el intento de cautivar las maquinarias parlamentarias sólo le alcanzó para conquistar al 80 por ciento de los representantes a la Cámara. Un número importante, pero ajeno al de los grandes barones electorales.
Arias contó con el respaldo Conservador del antiguo Equipo Colombia, del gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, y de la reelecta senadora Liliana Rendón, que obtuvo más de 100 mil votos. Por eso allí, en el departamento de ambos precandidatos, la puja fue muy cerrada.
En el Valle del Cauca, a pesar del señalado y advertido auspicio del gobernador Juan Carlos Abadía, las fuerzas conservadoras que respaldaron su aspiración fueron las de los dirigentes Santiago Castro y Carlos José Holguín, candidatos a Senado y Cámara que engrosaron la lista de ‘quemados’.
2. Cercanía del uribismo
Armando Novoa reitera la tesis que la derrota de Arias pudo estar determinada por la “posibilidad latente” de que, en caso de haber ganado la consulta, el ex ministro de Agricultura le hubiera entregado el Partido Conservador a la aspiración de Juan Manuel Santos, de la U.
Según el analista, la “vocación de poder” que han venido reclamando muchos dirigentes conservadores, la representaba más el nombre de Noemí que el de Arias.
3. Imagen subalterna
La “imagen y semejanza” con que muchos lo asociaron con el presidente Uribe le restaron a Andrés Felipe Arias su carácter de líder independiente. Eso lo sostiene Alejo Vargas al afirmar que Arias “se mostró como el candidato de las entrañas de Uribe y reflejó la idea de que el Presidente mantuviera un influjo, detrás de escena, si Arias ganaba la consulta”
Alfredo Rangel dice que la decisión de muchos ‘caciques’ conservadores fue la de apoyar la opción más independiente del uribismo, y no la que tenía un “matiz más continuista”, como la que representaba Arias.
4. ‘Voto castigo’
El voto de opinión que participó en esta consulta, dice Alejo Vargas, se inclinó a favor de Noemí porque “un sector de votantes vieron en Arias el reflejo de unas prácticas que poco gustan”, al hacer referencia al impacto que pudo tener el escándalo de los subsidios de Agro Ingreso Seguro.
5. Intenciones de detener el uribismo
Armando Novoa considera que muchos electores de diferentes tendencias vieron en la consulta conservadora la posibilidad de lo que llamó “el inicio del ocaso del uribismo”, al considerar que favorecer a Noemí Sanín abría el espectro para una primera y segunda vuelta presidencial.
LA RAZON NUMERO 4 SERA LA QUE LLEVARA A BLADIMIRO CUELLO A LA DERROTA EL PROXIMO AÑO.
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