Por: Danny Daniel López Juvinao
Director del grupo: Jóvenes Guajiros, Herederos del Departamento
Para nadie es un secreto que Maicao está atravesando actualmente una situación realmente delicada; indiscutidamente dos realidades fueron el detonante: la primera, el fallo del consejo de estado, mediante el cual se “declara nula la elección del señor Ovidio Mejía Marulanda como alcalde del municipio de maicao y en consecuencia, se cancela la credencial que la registraduría le expidió al señor Mejía”, y la segunda, las manifestaciones de los comerciantes informales de gasolina venezolana que confluyeron en bloqueos, enfrentamientos con la policía, incendios y saqueos en el centro del municipio.
Ante tales acontecimientos, los JÓVENES GUAJIROS, HEREDEROS DEL DEPARTAMENTO, expresan su preocupación y punto de vista.
Desde esta perspectiva, la situación que atraviesa Maicao es deprimente y no es cuestión solo de la actualidad, sino que viene de muchos años atrás a raíz de malas administraciones consecutivas, las cuales reflejan en todos los ámbitos el precario estado del municipio; por lo tanto resulta imperante tomar cartas sobre el asunto y manifestar una inconformidad. Maicao necesita trabajo y no propuestas que se las lleve el viento; este municipio insignia de Colombia, está carente de políticos de verdad. Los ciudadanos deben hacer un esfuerzo grande y presentar proyectos sociales claros, obras que perduren, ideas que transcurran y no seguir con la burocracia que ha existido por muchos años.
Se está a tiempo todavía de resolver tales problemas y solo la unión del pueblo y el esfuerzo conjunto salvará a Maicao de la incertidumbre laboral y económica que tiene sumergido al municipio en un atraso crítico. Las circunstancias de Maicao son graves, al límite que se presenten disturbios que fortalecen al vandalismo y deterioran la imagen de un pueblo que se encuentra ávido de un cambio de comportamiento y proceder. Sin duda, al futuro alcalde le concierne realmente plantar un horizonte claro y benéfico, donde las reglas y la cultura, hagan de este, un lugar predilecto para la visita de los comerciantes y turistas, así como una mejor calidad de vida para sus habitantes.
En el contexto que envuelve al departamento, la inconformidad de los guajiros se ha reflejado en violencia y desorden social; asimismo, la pobreza se ha hecho más evidente debido a la escasez de oportunidades laborales. No se puede creer que el gobierno esperó a que el contrabando de gasolina tomara tanta fuerza, evidentemente en La Guajira se presenta esta problemática desde hace mucho tiempo, ya que el rebusque reinante en el territorio es abanderado por el contrabando y nunca se vio un control por parte de las autoridades competentes; sin desconocer, que detrás de este negocio informal hay muchas familias sobreviviendo. Los gobiernos tanto nacional, como departamental y local están obligados a dar pronta solución al problema antes de que tales eventos desastrosos continúen sucediendo.
En tal sentido, los mandatarios deben priorizar el cumplimiento de sus planes de desarrollo, para generar en los jóvenes profesionales y la comunidad en general, un espíritu con sentido de pertenencia por el municipio, que sea una sociedad crítica constructiva con propuestas de solución y no con una lista interminable de culpables.
Los principales proyectos deben estar enfocados en la generación de empleo, el fortalecimiento de maicao con exenciones de impuestos por ser zona de frontera, como las que se plantearon hace años (y que los diferentes gobiernos municipales han dejado que el gobierno central les elimine a lo largo de los años) y la formación de cooperativas y apoyo a las existentes, para que crezca la economía, tanto para la comunidad Wayuu, como para los demás habitantes del municipio.
No solamente en Maicao, sino en todo el departamento en general, se ve como siempre los políticos proponen y proponen, ofrecen y ofrecen y nada que cumplen, los que habitan y viven en carne propia los malos manejos y la gestión inadecuada de recursos y regalías, deberían denunciarlos, esto es inexcusable, levántense y háganse oír.
Es necesario enfocarse en la educación, un municipio culto refleja propuestas que se expresan constructivamente. Pero lo indispensable es el respeto y el cumplimiento de lo que se promete, se necesita volver a creer y tener la esperanza de que todo mejore.
La comunidad maicaera esta visionando un mejor futuro para la región y a los electores les corresponde concienciarse y analizar objetivamente el panorama, en aras de alcanzar un verdadero desarrollo. ¡El momento es ahora!
Director del grupo: Jóvenes Guajiros, Herederos del Departamento
Para nadie es un secreto que Maicao está atravesando actualmente una situación realmente delicada; indiscutidamente dos realidades fueron el detonante: la primera, el fallo del consejo de estado, mediante el cual se “declara nula la elección del señor Ovidio Mejía Marulanda como alcalde del municipio de maicao y en consecuencia, se cancela la credencial que la registraduría le expidió al señor Mejía”, y la segunda, las manifestaciones de los comerciantes informales de gasolina venezolana que confluyeron en bloqueos, enfrentamientos con la policía, incendios y saqueos en el centro del municipio.
Ante tales acontecimientos, los JÓVENES GUAJIROS, HEREDEROS DEL DEPARTAMENTO, expresan su preocupación y punto de vista.
Desde esta perspectiva, la situación que atraviesa Maicao es deprimente y no es cuestión solo de la actualidad, sino que viene de muchos años atrás a raíz de malas administraciones consecutivas, las cuales reflejan en todos los ámbitos el precario estado del municipio; por lo tanto resulta imperante tomar cartas sobre el asunto y manifestar una inconformidad. Maicao necesita trabajo y no propuestas que se las lleve el viento; este municipio insignia de Colombia, está carente de políticos de verdad. Los ciudadanos deben hacer un esfuerzo grande y presentar proyectos sociales claros, obras que perduren, ideas que transcurran y no seguir con la burocracia que ha existido por muchos años.
Se está a tiempo todavía de resolver tales problemas y solo la unión del pueblo y el esfuerzo conjunto salvará a Maicao de la incertidumbre laboral y económica que tiene sumergido al municipio en un atraso crítico. Las circunstancias de Maicao son graves, al límite que se presenten disturbios que fortalecen al vandalismo y deterioran la imagen de un pueblo que se encuentra ávido de un cambio de comportamiento y proceder. Sin duda, al futuro alcalde le concierne realmente plantar un horizonte claro y benéfico, donde las reglas y la cultura, hagan de este, un lugar predilecto para la visita de los comerciantes y turistas, así como una mejor calidad de vida para sus habitantes.
En el contexto que envuelve al departamento, la inconformidad de los guajiros se ha reflejado en violencia y desorden social; asimismo, la pobreza se ha hecho más evidente debido a la escasez de oportunidades laborales. No se puede creer que el gobierno esperó a que el contrabando de gasolina tomara tanta fuerza, evidentemente en La Guajira se presenta esta problemática desde hace mucho tiempo, ya que el rebusque reinante en el territorio es abanderado por el contrabando y nunca se vio un control por parte de las autoridades competentes; sin desconocer, que detrás de este negocio informal hay muchas familias sobreviviendo. Los gobiernos tanto nacional, como departamental y local están obligados a dar pronta solución al problema antes de que tales eventos desastrosos continúen sucediendo.
En tal sentido, los mandatarios deben priorizar el cumplimiento de sus planes de desarrollo, para generar en los jóvenes profesionales y la comunidad en general, un espíritu con sentido de pertenencia por el municipio, que sea una sociedad crítica constructiva con propuestas de solución y no con una lista interminable de culpables.
Los principales proyectos deben estar enfocados en la generación de empleo, el fortalecimiento de maicao con exenciones de impuestos por ser zona de frontera, como las que se plantearon hace años (y que los diferentes gobiernos municipales han dejado que el gobierno central les elimine a lo largo de los años) y la formación de cooperativas y apoyo a las existentes, para que crezca la economía, tanto para la comunidad Wayuu, como para los demás habitantes del municipio.
No solamente en Maicao, sino en todo el departamento en general, se ve como siempre los políticos proponen y proponen, ofrecen y ofrecen y nada que cumplen, los que habitan y viven en carne propia los malos manejos y la gestión inadecuada de recursos y regalías, deberían denunciarlos, esto es inexcusable, levántense y háganse oír.
Es necesario enfocarse en la educación, un municipio culto refleja propuestas que se expresan constructivamente. Pero lo indispensable es el respeto y el cumplimiento de lo que se promete, se necesita volver a creer y tener la esperanza de que todo mejore.
La comunidad maicaera esta visionando un mejor futuro para la región y a los electores les corresponde concienciarse y analizar objetivamente el panorama, en aras de alcanzar un verdadero desarrollo. ¡El momento es ahora!
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