Mario Alfonso Puello relató su secuestro e hizo llorar a los periodistas

En el marco del Seminario de Capacitacitación de la ACORD se le pidió al periodista Mario Alfonso Puello que contara el testimonio de los 122 días durante los cuales permaneció secuestrado por parte de un grupo armado al margen de la ley.

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Apoyado en un video que se grabó dos días después de su liberación Mario fue haciendo un pormenorizado relato de lo que ocurrió la tarde del 17 de febrero cuando fue privado de la libertad hasta el día de su anhelada liberación. Durante 30 minutos los asistentes al seminario pudieron conocer de primera mano el sufrimiento a que es sometido alguien cuando sufre el peor de los dramas del conflicto colombiano.

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Tres momentos llamaron especialmente la atención: el día en que el periodista se cansó de caminar, se tiró al suelo y le dijo a sus captores con toda la decisión del mundo: "Si quieren mátenme y entiérrenme en una fosa común, pero el que soy yo, no vuelvo a caminar" En ese momento los guerrilleros reaccionaron, lo dejaron descansar y le hablaron en tono persuasivo para que siguiera la marcha.

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Otro momento fue el del re encuentro con sus hijos, quiene hicieron parar la caravana en donde los liberados regresaban a Riohacha y se camvbiaron de vehículo para hacer el resto del viaje con su padre.

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El tercer momento, bien emocionante por cierto, fue el de la liberación, ocurrida en proximidades en donde Mario Alfonso Puello trabajaba en un proyecto de alfabetización. "Al principio no nos conocían, por el mal estado físico en que estábamos". Y siguió su recuento: "Pero luego nos reconocieron y me mostraron los cuadernos con que estudiaban. Una señora de la comunidad me mostró su cuaderno y me dijo: "Mario, mira, ya sabemos escribir".

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El relato de Mario Alfonso conmovió a todos los periodistas e hizo llorar a la mayoría. Al final todos se fundieron en un fuerte abrazo con el compañero que se vio sometido a 122 días de cautiverio.

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El secuestro de Alfonso Puello y el asesinato de Jaime Rengifo en Maicao, hace casi siete años, se constituyen en los dos más grandes atentados contra la libertad de prensa en el departamento de la Guajira.