Por: Ramiro Choles Andrade
La gran cantidad de desocupados derivado del bajón que se experimenta en el sector comercial, se le suma la llegada a tutiplén de una cantidad de locos, que deambulan de la seca a la meca con unas chifladuras novedosas algunos mas violentos que otros. Hay veces cuando UD, le regala la limosnita, con rabia se la devuelven maquilladas con improperios de todos los calibres.
Aun cuando en Maicao no hay camas para tanta gentes como en el ayer, lo preocupante es que cada día son mas violentos y exigentes --- piden hasta con piedras en las manos.
Hubo una época en donde de Valledupar, Santa Marta y Barranquilla, a los pobres orates los exportaban directo para Maicao. No quiero ni pensar, que se este repitiendo la historia --- Sería imperdonable que los enemigos ocultos de Maicao, nos apliquen el viejo refrán: “Que al caído…Caerle”
Nuestro pueblo, siempre ha brindado su mano amiga, y en las circunstancias actuales con gestos y acciones solidarias, devolvámosles en parte los sueños y las esperanzas, a esos compatriotas humillados, ofendidos y desarraigados Como consecuencia de un triste libreto, en donde la fuerza estatal y los grupos al margen de la ley, son una especie de protagonistas, salidos del planeta Garciamarquiano.
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