Por: Orlando Cárcamo Berrío
ocarcamob@yahoo.com
(Publicado en El Informador en dia 25 de marzo de 2008. Para leer este artículo en ese diario, dé clic AQUÍ).
Se casaba una dama influyente con algún poder sobre los empleos de Roberto y Luís. Había que ir a esa fiesta. Como la camioneta de Luís era muy vistosa y atractiva para los ladrones, le pidió a Roberto que lo llevara. Su carro no era tan atractivo. Roberto aceptó. Fue una gran velada, hubo comida, música y buen whiskey toda la noche. Roberto y sus amigos tomaron, no podían despreciar licores tan finos. A las cinco de la mañana del día siguiente, Roberto decidió regresar con sus amigos y llevarlos a sus casas. Todos se colocaron el cinturón se seguridad, menos Roberto. Manejaría a baja velocidad porque había tomado.
A las siete de la mañana de ese día recibí una llamada. El carro de mi amigo había sufrido un accidente. Había un solo herido de mucha gravedad. Los demás habían salido ilesos, solo pequeños rasguños por los vidrios. El herido grave era Roberto. Dicen los testigos que al parecer se durmió y aunque no iba corriendo a gran velocidad, el impacto lo sacó del carro estrellándolo contra la defensa trasera de un bus. Su rostro recibió la fuerza del impacto. El diagnóstico era reservado.
Colocarse el cinturón de seguridad en un carro no debe mirarse como un antojo o una tontería. En cualquier momento nuestro carro puede ser chocado o el nuestro puede impactar a otro vehículo, poste, animal en la vía, casa, o cualquier obstáculo.
Sobre el cinturón existe el mito de que solo deben colocárselo quienes van en la parte de adelante. Esto es una falsa creencia. Los de atrás también deben colocárselo. En caso de una colisión de frente, los pasajeros de atrás salen disparados y sus cuerpos golpean a los que van en la parte de adelante causándoles lesiones mortales y causándoselas a ellos mismos. Si el impacto es de costado, los cuerpos se golpean entre ellos como bolas de billar. Conocido es el caso de la princesa Diana de Inglaterra. Iba en la parte de atrás, sin el cinturón puesto. Cuando su carro chocó, su cuerpo se estrelló violentamente contra el asiento de adelante y el golpe le desprendió el corazón. Murió a causa de una hemorragia interna.
Otro mito es la creencia de que los buses no deben tener cinturones de seguridad excepto para los puestos de adelante. Todos los puestos deben tener cinturón de seguridad ya que buena parte de las muertes en accidentes de buses se deben a que las personas, por el impacto, se salen del bus y se golpean mortalmente o el mismo bus les cae encima. ¿Por qué, si los buses que transportan personal para las empresas mineras tienen cinturones de seguridad en todos los puestos, los de transporte público no los tienen? Es bueno que vayamos pensando en una ley que exija que los buses de transporte interdepartamental tengan cinturones en todos los puestos.
Siempre que suba a un vehículo, colóquese el cinturón antes de que éste arranque. Exíjale a los conductores de automóviles de servicio público que dejen a la vista lo cinturones de atrás y los broches de éstos. Si se enojan, tome otro carro y listo. Su vida vale mucho más que el enojo de un conductor irresponsable.
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