NOTA DE LA REDACCIÓN: El 22 de marzo de 1994 murió en un accidente de tránsito, cuando venía de Cartagena para Maicao, el profesor Vicente Salcedo Vega, uno de los dodentes más queridos de todos los tiempos en la historia de Maicao no sólo por sus conocimientos, sino por sus actitudes como persona, como cristiano aunque no se definiera como tal. Su ejemplo está vigente, sobre todo hoy en medio de la crisis formativa que caracteriza a garndes sectores de la sociedad. Para esa fecha snciado Jairo Castañeda la tarea de que hiciera un escrito acerca de él, resaltando sus cualidades. El escrito se publicó originalmente en "LA OPINIÓN DEL ESTUDIANTE GUAJIRO", Revista quincenal del Colegio Santa Catalina de Siena. Año 1, número 1. Maicao, 1 de mayo de 1994. Hoy lo reproducimos para los lectores de Maicao al Día como un documento lleno de historia y nostalgias.
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Compañero Vicente: siempre con nosotros
Autor: Licenciado Jairo Castañeda
Se murió Vicente. Se fue Vicente. Hasta siempre compañero. Sin embargo nunca ha estado más cerca de nosotros. Nunca antes hemos recordado sus frases, sus palabras, su ejemplo.
Se murió Vicente. Se fue Vicente. Hasta siempre compañero. Sin embargo nunca ha estado más cerca de nosotros. Nunca antes hemos recordado sus frases, sus palabras, su ejemplo.
Alguien hace poco dijo: en Maicao han muerto otras personas. En la forma, pueda que tenga razón. En lo exterior, en lo aparente. Pero, en el fondo, en lo más profundo, las otras personas que han muerto, no han sido Vicente Antonio Salcedo Vega. No han tenido la trascendencia, ni la importancia que él tiene. Y se puede afirmar que tiene. Porque está vigente.
Conocimos a Vicente hace 20 años, en Barranquilla. Ciudad en la que mostró desde un comienzo, lo que significaba.
Buen estudiante, sacrificado, con escasos recursos, pues provenía de familia de bajos ingresos. A pesar de ello se dedicó a estudiar, utilizando gran parte de su tiempo en profundizar en la lectura de lo que en aquella época era básico en la universidad, rescatar los clásicos de la filosofía, ir a las fuentes para de allí retomar una línea ascendente en el conocer, que nos permitiera llegar al hoy de la filosofía, de la historia, de la economía, etc.
La necesidad esencial era, descubrir y retomar el hilo lógico, dialéctico de la historia del hombre, de la ciencia, como condición indispensable para interpretar la realidad y asumir una actitud consecuente con la vida. O sea, no abandonar la posibilidad de luchar por un mundo más justo, más equitativo. Esto es importante tenerlo en cuenta, por varias razones.
Vicente no sucumbe en sus principios ante la tentación de la sociedad de consumo. Muchos incluso más radicales que él, en la lucha estudiantil, lo hicieron. Hoy dejan mucho que desear en sus actitudes diarias, pues se han olvidado totalmente de los intereses que defendían como estudiantes universitarios.
Mas bien Vicente no se deja absorber por la pobreza material, y asumiendo una actitud positiva inclusive desde una óptica cristiana, llega a manifestar una riqueza espiritual que lo lleva a trabajar en su profesión, la docencia, sin dejarse manipular por las situaciones que le tocó vivir o enfrentar. Podemos afirmar que Vicente fue la expresión de la honestidad, de la capacidad de trabajo, del sacrificio por su profesión. Esta capacidad estaba bien sustentada, aferrada a una filosofía de la vida que respondía a todo un proceso de reflexión.
Los alumnos lo recuerdan entre otras cosas, por las reprensiones que les hacía, a través de sus propias reflexiones filosóficas, de sus propias enseñanzas. Se puede decir que no regañaba, llamaba a la reflexión.
De pronto hubo gente que no entendió su postura ante la vida. Pero, hay que decir: SOLO AQUEL QUE BUSCÓ EL BENEFICIO INDIVIDUAL A TRAVÉS DE ÉL, NO LO ENTENDIÓ, LO RECHAZÓ. SOLO AQUÉL ALEJADO DE UNA VIVENCIA REAL, INVOLUCRADO EN LOS VICIOS Y “NECESIDADES” DE LA SOCIEDAD DE CONSUMO, NO LO ENTENDIÓ, LO RECHAZÓ.
Esto lo comprendió Vicente. Cuando se necesitó, lo hizo saber, lo exteriorizó. Quizá tuvo la entereza y la fortaleza para enfrentar la realidad, exponiendo sus puntos de vista como nosotros no nos hemos atrevido. Que a sabiendas de lo mal que vivimos, de los problemas que nos aquejan, seguimos manteniendo una actitud tolerante y medrosa.
Lo expuesto es una breve síntesis de lo que es Vicente. HAY QUE INSISTIR, ES. NUNCA ANTES HA SIDO TANTO, NUNCA ANTES HA ESTADO TAN PRESENTE ENTRE NOSOTROS. Lo decimos porque lo sentimos.
Vicente: el ser hombre, el ser cristiano, lo determina el testimonio, la actitud que se asume ante la vida, ante los demás. No el estar metido en un templo dándose golpes de pecho o colaborando en labores asistenciales o de limosna a los demás.
Tu testimonio es digno de ser recordado y continuado.
Tu testimonio es digno de ser recordado y continuado.
HASTA SIEMPRE COMPAÑERO
Lic. JAIRO JOSÉ CASTAÑEDA GUTIÉRREZ
(1) Publicado en LA OPINIÓN DEL ESTUDIANTE GUAJIRO. Revista quincenal del Colegio Santa Catalina de Siena. Año 1, número 1. Maicao, 1 de mayo de 1994.
Lic. JAIRO JOSÉ CASTAÑEDA GUTIÉRREZ
(1) Publicado en LA OPINIÓN DEL ESTUDIANTE GUAJIRO. Revista quincenal del Colegio Santa Catalina de Siena. Año 1, número 1. Maicao, 1 de mayo de 1994.
Nunca estuve en un salón de clases como alumno del profesor Salcedo pero con frecuencia recibía su magnífica asesoría sobre temas filosóficos y culturales. Eran los años ochenta y la Internet no había llegado a La Guajira. Como estudiantes de bachillerato del Colegio San José de Maicao, nos tocaba ir a los libros y leer mucho. No teníamos a disposición la abundante síntesis de información filosófica disponible actualmente en la Red. El profesor Salcedo con su acostumbrada amabilidad accedía a mi solicitud de asesoría, me explicaba con sorprendente claridad lo más intrincado del pensamiento filosófico, me prestaba libros y documentos. Lo mismo hacía con otros muchachos de la época interesados por avanzar en sus estudios. En lo personal era un modelo de hombre para quienes lo admirábamos y respetábamos por su sólida formación intelectual, digno de imitar por ser un maestro honesto, humilde, muy crítico pero tolerante. De pronto llegó la absurda noticia de su muerte en un accidente de tránsito. Me preguntaba por qué le tenía que pasar a él siendo un hombre necesario para el desarrollo académico y humano de nuestra juventud, por qué no le había pasado a uno de esos criminales que abundaban en nuestro medio. Bueno, esa era la voluntad de Dios y había que aceptarla. Quiero darle mis gracias In Memorian al profesor Salcedo por todo lo que nos enseñó, lo cual de alguna forma se refleja en la vida que ahora llevamos quienes fuimos sus amigos y alumnos.
ResponderEliminardesde este sitio me uno al merecido homenaje del profesor salcedo, mi profesor de filosofia y tambien recuerdo con mucho cariño a el profesor abel,la seño nancy crespo, el profesor jimenez y a mi madre DAYSSI MARIA BRUGES BORDA que tambien dedico sus mayores años a brindar con cariño sus conocimientos, su alegria, su amistad, su lealtad y que son tambien merecedores de muchos homenaje para ti madre mia de mi alma te brindo muchos homenajes en silencio por que tu tambien lo mereces,quiero que tu desde el cielo me derrames felicidad y sabuiduria para seguir guiando por el buen camino a mis hijos se que Dios los tiene con una tiza y un borrador dando clase por que eso era la razon de ser de usteds y el solo escoge los mejores y ustedes estan de planta
ResponderEliminarTuve el honor de ser alumna del profesor salcedo, sus conocimientos y su carisma hacían de sus clases una de las mas esperadas por los alumnos. Aún lo recuerdo con mucho cariño, así como también la tristeza que enluto al santa esa mañana en la que se anuncio de su fallecimiento.
ResponderEliminarestuve como estudiante del profesor Vicente Salcedo; un gran maestro el cual dejò sentado sus bases en el pensamiento filosòfico. De igual forma sus enseñanzas permitieron que muchos jòvenes de la època siguieran sus pasos entre los cuales me incluyo. Gracias profesor Salcedo por dejar sus huellas en libro de la vida
ResponderEliminarAl profesor Vicente lo recuerdo con mucho cariño, fue el director de grupo de mi último año de bachillerato en el Santa Catalina, era super especial con todos... lo queriamos mucho, fue siempre un gran maestro y amigo... Cuando me enteré de su accidente me dió mucho dolor, pues no lo podía creer. Su enseñanza siempre quedará.
ResponderEliminarsiempre lo he extrañado pero estaran presente sus enseñanzas te amoo muchoooo
ResponderEliminaryesica salcedo guzman
hola a todos los lectores mis mas cinseros agradesimientos a todos por esos comentarios yo arli salcedo hija menor de vicente antonio salcedo vega en nombre de mi madre y hermanas les agradesemos mucho por llevar en alto el recurdo de mi padre les agradesco que an siga vivo en sus corazones simpre estara presente en todos con profundo dolor pero siempre sera vicente antoni salcedo gracias att arli salcedo guzman
ResponderEliminarGRACIAS POR RECORDAR AMI PADRE YO ARLI SOFIA SALCEDO GUZMAN LES AGRADESCO DE TODO CORAZON EL TENERLO VIVO EN SUS CORAZONES GRACIAS MIL GRACIAS
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