Biografías

miércoles, 23 de enero de 2008

ACERCA DE LA PALABRA DOCTOR

MAICAO AL DÍA
Pocas palabras se usan tan equivocadamente como "doctor". Orlando Carcamo Berrío, destacado académico y estudioso consagrado de nuestro idioma nos aclaran sobre la forma de usarla correctamente.
ººººº
¿SERÁ QUE EL “DOCTOR” SÍ ES DOCTOR?
Por:
Orlando Cárcamo Berrío
ocarcamob@yahoo.com


En las instituciones públicas colombianas cualquier persona se convierte en “doctor” o “doctora" por el simple hecho de haber sido nombrado para ocupar un cargo administrativo, aunque jamás haya cursado estudios de doctorado.

Parece ser que el término doctor en nuestro país se utiliza a menudo como una forma de halagar a un funcionario administrativo. En cierta universidad trabajaba un profesor que hacía lo mismo que hacían los demás profesores: preparar sus clases, dictar sus clases, evaluar a sus alumnos, asistir a reuniones, etc. En una coyuntura política de esa institución, el nombre de dicho profesor, muy en secreto, fue considerado para ocupar, en calidad de encargado, la posición de decano de una facultad. La noticia se filtró y, antes de haber sido nombrado, en los pasillos ya no se le saludaba con el casi indiferente “profe” o “profesor” sino como “doctor Mengano” con sonrisa y venia incluida. Este uso del término doctor está alejado de su verdadera dimensión de desarrollo académico y científico de un profesional.

En Colombia, legalmente existe plena conciencia del significado de doctor. En el decreto 1279 de Junio 19 de 2002, “Por el cual se establece el régimen salarial y prestacional de los docentes de las Universidades Estatales”, en su artículo No. 7, se establece para efectos salariales la siguiente jerarquía de títulos de postgrado: Especializaciones, Maestrías y Doctorados. Por cada título de postgrado se le asigna al profesional un determinado puntaje que impacta positivamente el salario mensual devengado.

Entre todos los títulos de postgrado, el de doctor es el de mayor jerarquía y prestigio por varias razones. El doctorado es el postgrado de mayor exigencia académico-científica y de mayor duración. Solo los profesionales que tienen vocación y competencias para la investigación y la escritura llegan a ostentar un título de doctor. Cursar un doctorado toma entre tres y cuatro años. Es, además, el postgrado que más cuesta. Por estas razones existen muy pocos doctores en nuestro país. Desde lo económico, tenemos que el decreto 1279 establece que “Por título de PhD o Doctorado equivalente se asignan hasta ochenta (80) puntos.” Si multiplicamos los 80 puntos por el valor del punto salarial para el año de 2007, 8.022 pesos, encontramos que tener un titulo de doctor produce un incremento salarial de 641.760 pesos mensuales. Compárese este valor con el obtenido por los especialistas. Por un título de especialista se obtienen 20 puntos, los cuales producen al mes 160.440 pesos. La diferencia entre un especialista y un doctor es notoria a todo nivel.

Por todo lo anterior, para ser precisos es mejor referirse, en forma oral o escrita, a los profesionales, tengan cargos administrativos o no, con el respectivo título que ostentan: “ingeniera Fulana”, “contador Sutano”, “psicólogo Mengano”, etc. O “doctor”, siempre y cuando esa persona se haya graduado como doctor (lo curioso es que a los verdaderos doctores, por humildad, no les gusta que le digan “doctor”). Recuerde, si usted es de las personas que a menudo utilizan la palabra “doctor” para dirigirse a una autoridad administrativa o académica, tenga cuidado. Podría estar mintiendo.


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